Enamorarse locamente a los 50: cómo saber si es lo suficientemente serio como para dejar a tu pareja
"La ilusión no conoce edades, he visto a personas de 50 enamorarse locamente", según la psicóloga Lara Ferreiro.
Para diferenciar entre un capricho o una relación seria, hay que preguntarse qué se gana y qué se pierde, y qué significa la nueva relación.
A los 50 hay un pico de divorcios: "los hijos son mayores y se sienten fuertes para vivir de nuevo", según la experta.
En 2020 más de 95.000 parejas españolas se divorciaron, separaron o solicitaron la nulidad, un 13,3% menos que en el año anterior, según datos del Consejo General del Poder Judicial. Ha sido el sexto año consecutivo de descenso, aunque la caída ha sido más acusada por el fuerte descenso de demandas (42%) debido al confinamiento. La covid ha dificultado los divorcios, pero se siguen dando: en nuestro país la franja de edad donde se producen más rupturas es entre los 40 y los 50 años, seguida de la franja de los 50 a los 60. Si hace 20 años, parece que no merecía la pena cambiar de paisaje vital; ahora, con una esperanza de vida superior a los 80 años, las aspiraciones personales cambian. Hasta podemos enamorarnos de nuevo. ¿Cómo darnos cuenta de que estamos ante un amor con mayúsculas, el que nos hace replantearnos la existencia? Vayamos por partes.
¿Somos tan enamoradizos a los 50 como a los 20?
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Detrás de las primeras arrugas, de lo mal que, de repente, conciliamos el sueño, de los problemas con los hijos o los padres... hay un corazón con ganas de emociones. Al menos, en la experiencia de la psicóloga y terapeuta de pareja Lara Ferreiro. "Podríamos pensar que a mayor edad, menos probabilidad de enamorarnos, pero la realidad es que la ilusión no conoce edades. De hecho, he visto personas que a los 50 se han enamorado de alguien locamente", explica Ferreiro.
Sin embargo, es cierto que la experiencia nos hace más cautos. "A los 20 años puedes enamorarte con más rapidez porque crees que con las primeras sensaciones el amor va a funcionar. A los 20 también idealizas más. Con la experiencia, es normal tener más defensas, tener más miedo…", señala Lara Ferreiro para quien, sin embargo, sí estamos viviendo tiempos nuevos al menos en lo sentimental: "a los 50 años hay una segunda juventud y puedes, incluso, tener una ilusión adolescente porque justamente coincide con el mayor pico de divorcios. Es normal que se ilusionen como niños con la nueva relación porque, tras superar la separación, se sienten jóvenes, se sienten fuertes, los hijos son más mayores y pueden empezar a vivir de nuevo. A los 50 también se acumulan manías y se puede ser más rígido, pero lo cierto es que el amor puede llamar a la puerta a cualquier edad".
Infidelidad emocional
La mayoría de los expertos consultados afirma que para desear una nueva relación, previamente ha habido una desvinculación con la pareja anterior, aunque no se haya expresado. "Hay varias situaciones. En la primera, la relación ya no funciona y buscas fuera lo que no tienes dentro de tu pareja. En ese momento, pueden darse las infidelidades, físicas o emocionales que son igual de graves. En la segunda, la relación va bien, aparentemente son felices, pero de pronto una parte de la pareja abandona a la otra", explica la psicóloga.
En este caso, la pareja abandonada se enfrenta a un sufrimiento importante y para superarlo tiene que experimentar tres fases: la aceptación (la separación es irreversible), el aprendizaje (no volverá a ocurrirme lo mismo) y la superación en sí misma (estoy preparado para una nueva relación).
Únicamente en esta última fase es posible enamorarse de nuevo. "Para enamorarte, hay que tener voluntad. El enamoramiento surge cuando hay intención de conocer a alguien. Se está buscando y si buscas, encuentras", asegura la terapeuta.
Cómo saber cuándo va en serio
Lo primero, según la experta, es diferenciar si se trata de un capricho o de algo más importante. A veces se pasa por crisis de convivencia que nos hacen distanciarnos de nuestra pareja e idealizar a otras personas. ¿Cómo darnos cuenta de que esa nueva relación va en serio? Para la psicóloga Lara Ferreiro estas son las principales señales:
- Crees que esa persona puede acompañarte en todas las facetas de tu vida, no solo en el plano sexual.
- Te ves viviendo con ella a largo plazo. Hay veces que nos relacionamos con parejas de transición, pero en nuestro fuero interno sabemos que no es la persona definitiva, sino alguien que ayuda a escapar de una realidad.
- Quieres presentarla a tu entorno y elaboras continuamente planes para estar con ella.
- Buscas profundizar en el compromiso. Si vienes de un divorcio, te planteas incluso casarte.
- Te aporta estabilidad mental y emocional.
En opinión de esta experta, "también hay que valorar si uno está bien en todas las áreas de su vida y si esa persona nos gusta en todos sus aspectos. Ahí hay que valorar lo que realmente se siente. No hay que precipitarse. Lo novedoso no siempre es lo mejor". Si después de responder a todas esas preguntas, tenemos claro que queremos seguir adelante, ¿qué pasos debemos seguir? "Lo más honesto es romper con la pareja anterior para no hacer más daño. Hay que ser cuidadoso para que esa persona pueda hacer su duelo", señala Ferreiro.
Romper: la parte más difícil
Es probablemente la cuestión más compleja. De hecho, muchas historias de amor no se materializan o no se viven plenamente por no dar el paso de la ruptura. "Es muy difícil dar el paso. Hay un compromiso que cuesta deshacer. La persona que decide romper se siente culpable y es lógico. Hay que pensar muy bien qué hacemos, qué se pierde, qué se gana", señala la psicóloga. Si no se está seguro, corremos el riesgo de que la nueva historia salga mal y de que incluso queramos volver con nuestra antigua pareja. "Mucha gente vuelve, pero ya hay desconfianza y las discusiones son enormes y hay que emprender lo que llamo el 'camino de la vergüenza': un plan de reconquista que contemple mucho trabajo de reparación, tiempo de calidad, regalos, servicios… Y si nada funciona, acudir a terapia", explica Ferreiro
En otros casos, una vez decidido que la ruptura es irreversible, también hay que pensar cómo plantearlo de la manera menos traumática posible. ¿Cómo? Estas son las recomendaciones de la terapeuta:
- Ser consciente del proceso: primero habrá una sensación de valentía, luego de culpa y, por último, de liberación.
- Elegir el momento adecuado para comunicarlo.
- Asumir la responsabilidad y mostrarse empático con la persona abandonada.
- Expresarse de manera positiva y ser sincero: si se ha enamorado de otra persona, hay que decirlo y actuar en consecuencia (firmar divorcio, cerrar cuentas bancarias...)
- Agradecer todo lo que ha significado para la relación, pero mantenerse firme y claro en el deseo de romper.
- Una vez que se expresa el deseo de ruptura, mantener contacto cero, incluidas las redes sociales.