JLo, Ben Affleck y su acuerdo prematrimonial con sexo obligatorio: ¿es posible algo así en España?
El acuerdo prematrimonial de los Bennifer estipula que deben mantener un mínimo de cuatro relaciones sexuales a la semana
En España, el Código Civil, en su artículo 1.255, regula lo que puede o no pactarse en cualquier contrato
Ester Rubio, abogada: "En España lo habitual son las capitulaciones matrimoniales, acuerdos económicos que no afectan a la esfera personal"
Cuando Jennifer López anunció que se prometía por segunda vez con Ben Affleck, los que peinamos canas nos preguntamos con qué nos sorprenderían esta vez. Nos acordábamos de ese compromiso exprés que duró lo mismo que la exigua taquilla de 'Gigli', la película que los unió y desunió, después del fiasco de su estreno y de la bajada a los infiernos alcohólicos de Affleck.
Cuatro encuentros sexuales a la semana
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La sorpresa del nuevo compromiso ha llegado con la filtración de un punto de su acuerdo prematrimonial mediante el cual López exige un mínimo de cuatro relaciones sexuales a la semana. Dado que ambos están muy ocupados y superan los 50, parece un compromiso complicado de satisfacer, pero, según parece, es la condición impuesta por la actriz para eliminar la afición a los affaires de Affleck. Recordemos que en su matrimonio con Jennifer Garner, el actor quería que esta le acompañara a los rodajes para evitar ninguna tentación.
Al tiempo, Jennifer López salió escaldada de su relación con la estrella de béisbol Álex Rodríguez, alérgico al compromiso, pero no a alguna aventura fuera de la pareja. Con esta medida, quiere garantizarse un mínimo de fidelidad. Al margen de estas vicisitudes de famosos, ¿un acuerdo de este tipo sería posible en España?
"Coarta la libertad sexual"
"Dentro de la autonomía de cada persona se pueden pactar las estipulaciones que creamos oportunas y lo que las partes estimen conveniente, pero siempre dentro de unos límites: respetar las consideraciones que afecten a la ley, la moral y el orden público, tal y como indica el artículo 1.255 del Código Civil", afirma Ester Rubio, socia del bufete de abogados Minerva, ubicado en Majadahonda (Madrid).
El artículo 1.255 expresa literalmente que "los contratantes pueden establecer los pactos, cláusulas y condiciones que tengan por conveniente, siempre que no sean contrarios a las leyes, a la moral ni al orden público".
La cuestión es si el acuerdo prematrimonial entre Jennifer López y Ben Affleck va en contra de alguno de estos principios. Para la abogada Ester Rubio una cláusula similar a la de este acuerdo no sería posible en España porque vulnera los principios morales. "No es posible obligar a una de las partes a un número de relaciones sexuales porque coarta la libertad sexual y afecta a la moral", asegura. "Si un acuerdo de este tipo se diera y se incumpliera, ante una demanda de ejecución, sería difícil que un juez lo ratificara", señala la experta. La razón es que estaríamos forzando la capacidad de elección, en este caso sexual, de una persona.
En su experiencia al frente de su bufete de abogados, a Rubio no le han llegado acuerdos de este tipo. Sobre acuerdos regulatorios, prima lo práctico. "Los acuerdos convencionales son las capitulaciones matrimoniales, acuerdos económicos que no afectan a la esfera personal de las partes. Este tipo de acuerdos, como el de Jennifer López, están en la esfera del derecho anglosajón", afirma esta profesional.
Otros acuerdos igual de excéntricos
El acuerdo prematrimonial de López y Affleck se suma a una larga lista de condiciones excéntricas. Según The Objective, Jessica Biel también recibiría 500.000 dólares por cada infidelidad de su esposo, el cantante y actor Justin Timberlake si hubiera una ruptura. Por su parte, antes de contraer nupcias con el músico Keith Urban, conocido por sus problemas de adicción a las drogas, Nicole Kidman accedió a que, en caso de divorcio, el artista recibiera 600.000 dólares por año de matrimonio, condición que se anularía si volvía a ser adicto.
La condición más machista recae en Michael Douglas y Catherine Zeta-Jones. Si el matrimonio se rompiese, a la actriz, 25 años más joven que el actor, le correspondería un millón de dólares por año de matrimonio, siempre que no engordara 10 o más kilos. Del estado físico de Douglas, sin embargo, no llegó a acordarse nada.