El placer de ser soltero a los 50: "No soy feo ni asocial, es solo que quiero vivir a mi bola"
La soltería a veces es elegida como forma de vida para liberarse de las ataduras
4,7 millones de personas son hombres solteros y mujeres solteras en España, de los cuales 2.037.700, el 43,1% tenían 65 o más años, según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE). Sin embargo, ¿sabemos cómo viven, qué piensan, si están a gusto con su situación estos solteros ? En Uppers hemos hablado con Antonio, Elvira y Mar, tres de estas personas que son muy felices sin tener pareja estable.
Antonio, 57 años, periodista cultural y profesor
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Antonio vive en Alicante y, al hablar con él por teléfono, se queja amargamente de lo mal que está la vida cultural en la ciudad. No es un asunto baladí pues, para un soltero como él, la actividad ociosa es muy importante, aparte de que, en cierto modo, viva de ella.
Lo nota sobre todo los domingos, cuando reconoce que tiene "algún apretón de soledad". "Todo el mundo espera el domingo o se lamenta del lunes y para mí es lo contrario, porque es cuando vuelve la actividad. El domingo es el marrón para mí", nos cuenta.
Sin embargo, si tiene que poner en una balanza los pros y los contras de vivir soltero, ganan por goleada los beneficios, porque, en su caso, es una soltería elegida después de plantearse qué ganaba y qué perdía con cada opción. "No soy tan feo o asocial como para no haber encontrado pareja, así que uno se da cuenta de que quiere ir a su bola y que lo he elegido así a lo largo del tiempo, que no te va la dependencia con otra persona. Valoro mucho la libertad total y el tiempo libre", confiesa para Uppers.
Sin embargo, Antonio nota ahora una ausencia importante: los nietos. "Qué cosa tan bonita o curiosa que en todo el momento que mi generación han sido padres, que lo he vivido de cerca, me sentía libre y no me daban envidia. Y ha sido ahora, al pasar los 50, cuando pienso en que no llegarán los nietos que quieran al abuelo. Sé que por mi temperamento lo voy a echar de menos, pero claro, me he saltado un paso convencido de que eran un gasto, un compromiso, que en mi plan de vida liberal no encajaba. Todo eso lo he reflexionado los domingos por la tarde".
A la hora de viajar solo, Antonio ve claros los beneficios. Estuvo viajando durante 20 años por los distintos cursos de verano que organizan universidades como la Complutense o la Menéndez Pelayo, y allí no paraba de hacer amistades. "Me sentía un privilegiado en un comedor de uno de estos sitios, porque era una manera de conocer gente nueva. Para mí era más bonito conocer a mucha gente, que las personas fueran distintas, tener compañeros de viaje diferentes, antes de que fuera siempre la misma persona", dice.
Ahora, con el Rubicón de los 50 ya pasados, ha cambiado el punto de vista en su vida. "Pasas de tener tiempo por delante para muchas asignaturas a no tener tanto, a tener más pasado que futuro, con todo lo que ello conlleva, y eso te hace ponerse prioridades", concluye antes de volver a una rueda de prensa.
Elvira, 56, comercial en un concesionario
Las ventajas que Antonio ve en su soltería también las percibe Elvira, madrileña de 56 años y que trabaja como comercial en un concesionario de vehículos.
"Me encuentro infinitamente mejor porque tengo resuelta mi armonía personal y mental, además de mi trabajo. Estoy mejor que nunca", nos comenta por teléfono.
Con el paso de los años, la vida se ve de otra manera y todo se relativiza más. Coincide Elvira. "Siempre he estado pensando en los demás y ahora igual, pero de otra manera. No hay ataduras. Dispongo de mi tiempo. No obstante, me encargo de mi madre de 93 años, que depende de mí para casi todo y está convencida de que mi tiempo libre le pertenece. Aun así, si me apetece hacer una cosa la hago y si no, no", dice.
En cuanto al afecto, no hay por qué buscarlo en una pareja sí o sí. Existen más opciones. "Lo tengo de cualquier manera: familia, amigos… Al final se trata de vivir con tranquilidad y, a la hora de viajar, me dejo querer. No me importa que me organicen un viaje", bromea.
Mar, 56, administrativa
Para esta administrativa de 56 años y amiga de Elvira, "estar acompañada te lo cambia todo". Por ejemplo, en uno de los aspectos que más lo nota es a la hora de planificarse las comidas. "Lo mejor es que haces la compra únicamente para ti, con la tranquilidad que eso te da, y buscando lo que a ti te apetece comer. Así solo tienes que estar pendiente de una persona: tú misma", nos cuenta.
Como Mar dice, "si no has conocido a la persona ideal, no hay que preocuparse ni agobiarse: hay que vivir la vida como se vive, tal y como viene" y puntúa su soltería con un ocho sobre diez puntos.
A la hora de viajar es donde Mar ve el principal hándicap, aunque siempre hay alternativas y soluciones. "Si te gusta viajar sola estupendo, pero a mí no me gusta. Siempre intento conseguir compañía, ya sea con familia o amigos. A quien le guste viajar en soledad, bien, pero no es mi caso", apostilla.