Vuelven las discotecas, también las de divorciados: "¿Cómo se hará lo de los besos con la mascarilla?"
Después de año y medio de durísimas restricciones, discotecas y bares nocturnos recuperan su actividad
Dos empresarios relatan cómo está siendo la reapertura: "Con más ánimo, mucho rock and roll y mínimas restricciones"
Las limitaciones varían según la comunidad, pero la mascarilla mantiene su obligatoriedad
Lo que ahora pide el cuerpo es pasarlo bien, recuperar la alegría, dejar atrás las penas, conocer gente e incluso volver a ligar. Lo peor de la reapertura de las discotecas está siendo la resaca, más que por el alcohol por las emociones. Chema, Iván, Esther y el resto de los amigos que se citan en Aperitoche, uno de los locales que han vuelto a abrir hasta las tantas de la madrugada, se han plantado en los 50 en estos dos años de pandemia y aún tienen que acostumbrar al cuerpo a tanto sobresalto. "¿Cuánto hacía que no volvíamos a casa a punto de amanecer?", se preguntan entre risas. Alguno confiesa que ni recuerda la última vez, pero también los hijos se han hecho mayores en este tiempo y ahora se permiten el lujo de disfrutar como hacía años y recuperar lo perdido "¡hasta que el cuerpo aguante!"
Pedro, empresario: "A veces hay que sujetar el ánimo de la gente"
Pedro, el propietario de esta discoteca ubicada en Las Rozas (Madrid), también está viviendo con intensidad la reapertura, pero la sensación es ambigua: "Mi entusiasmo por la recuperación y la vuelta progresiva a la vida prepandemia no puede ser mayor, pero aún necesitamos prudencia. Esta ambigüedad es difícil trasladarla al público y en más de una ocasión toca sujetar el ánimo de la gente".
Conseguir que estos clientes de cincuenta en adelante bailen sin apenas mover el esqueleto y sin desplazarse unos centímetros del sitio asignado ha sido un auténtico logro. Mantener la mascarilla en la cara después de la segunda copa, una hazaña casi inalcanzable. "Pero no queda más remedio. Ahora la seguridad tiene que estar a la altura de las ganas de diversión", insiste Pedro.
Mascarilla obligatoria, ¿también para besar?
Aunque las restricciones han sido diferentes en cada comunidad, en general los locales de ocio nocturno fueron abriendo de nuevo sus puertas progresivamente y reconvertidos en bares, terrazas y cafeterías. Poco a poco, ampliaron aforos y redujeron prohibiciones. Desde el primer fin de semana de octubre, las discotecas están abriendo con limitaciones que varían de unas comunidades a otras.
Para aclararnos, el uso de mascarilla se mantiene como hasta ahora en todas las discotecas y bares de España. Es obligatoria, excepto para consumir, en espacios cerrados y en el exterior cuando no se pueda mantener la distancia interpersonal. ¿Y los besos? ¿Serán profilácticos? La duda de un eufórico tuitero queda sin resolver en cualquier normativa. Quizás, como le responde un usuario, con una copa entre los labios nadie le reprenderá la ausencia de mascarilla.
Madrid: sin limitación de horario y pistas de baile
Llevará unos días poner orden y concierto y, para que se cumplan las condiciones, la plantilla de seguridad de Aperitoche ha pasado de 1 a 3 personas. Es una precaución que se repite en la mayoría de estos locales. La comunidad madrileña ha eliminado ya el aforo y permite la instalación de mesas altas para el consumo de pie. Desde este fin de semana, se permite salir a la pista de baile, pero no beber en ella. También recupera sus horarios habituales.
Cataluña: baile en el interior y pasaporte covid
Otras comunidades, como Cataluña, el aforo se queda en un 70%, aunque se ampliará si la evolución de la pandemia sigue bien, y el horario según la normativa general. Los clientes podrán ya bailar en el interior, no será ya requisito estar sentados. Se podrá consumir de pie, pero no en la pista de baile. Eso sí, antes de entrar deberán presentar pasaporte covid, certificado de la pauta completa de vacunación o una prueba PCR o de antígenos negativa realizada en las últimas horas.
La gente ha salido en estampida
También podrán bailar, pero en exteriores, en Andalucía. Desde Málaga, Ennio, empresario de la noche y encargado de La Biblioteca, confirma que el ocio nocturno ha vuelto con fuerza, “casi en estampida”, matiza. “A mis 48 años nunca había visto tanta energía y tan buen ánimo para celebrar la vida. En las calles, las plazas, los restaurantes, las tiendas o los bares. La ciudad rezuma vitalidad”. En cuanto arranca la semana, cubre casi el total de las reservas de su local, que, hasta el momento, ha funcionado al 75% de su capacidad”.
Igual que Pedro, también se ha visto obligado a duplicar la seguridad. "Es importante -dice Ennio- controlar tanto la entrada como el interior. Málaga vive del turismo, la hostelería y el ocio. Nos jugamos mucho. Generalmente la gente es muy respetuosa con las medidas anticovid, pero una vez que uno se aclimata tiende a relajarse. Al principio esto fue un sinvivir, era muy difícil contener a la gente". Los empresarios garantizan que, poco a poco, todos vamos aprendiendo a conciliar bulla y contención.
En ninguna de estas discotecas la madurez llama la atención. Al contrario, en ella suena música para todos los gustos y públicos. Son locales versátiles que apuestan, sobre todo, por la calidad. Aperitoche, por ejemplo, es uno de los lugares de referencia para quienes buscan pop rock, música en directo y actuaciones musicales muy divertidas, a veces improvisadas, durante toda la noche. Los conciertos son muy cercanos y cargados con la esencia canalla del rock and roll.
A los 50 hay más recursos y se bebe mejor
Son muchas las discotecas que atienden de forma preferente a este público mayor de 50 con buena música, copas y ambiente exclusivo. A menudo suenan los éxitos de los 80 y 90 que les permite recuperar lo mejor de su juventud. La nostalgia, que ahora se une a la celebración de la vida, cobra una nueva dimensión. Su público es gente que, hasta la irrupción de la pandemia, salían de forma más o menos esporádica, pero sin la intensidad de la juventud.
Según observan tanto Pedro como Ennio, ahora han recuperado las ganas y salen hasta que el cuerpo aguante. Y en ocasiones esto significa mucho. "Tienen más recursos que de jóvenes, beben mejor, seleccionan bien con quién salen y cómo queremos divertirse", aseguran. Sin duda, los empresarios del ocio nocturno han entendido que los mayores de 50 son un sector de población que merece la pena cuidar porque es muy amplio, diverso y con mucho deseo de disfrutar la vida y vivir la noche.
Los solteros ya necesitaban salir del mundo online
Este es también el otoño más esperado para los solteros y divorciados. Después de tantas limitaciones, por fin pueden desconectar de la situación Covid, salir del mundo online, retomar las citas y vivir una historia a su gusto disfrutando de momentos íntimos sin sentirse cohibidos. Durante pandemia el 39% de los solteros mayores de 50 intensificó su tiempo libre en las redes sociales, según Ourtime, una aplicación de citas para hombres y mujeres a partir de esta edad. Ahora su deseo es volver a disfrutar de experiencias y momentos auténticos.
De acuerdo con una de las encuestas de esta plataforma, estos usuarios están recuperando la normalidad con el ánimo positivo y como punto de partida para "generar un beneficioso cambio a sus vidas". La pandemia les ha permitido reflexionar sobre su vida y sus prioridades y dedicar tiempo a la búsqueda del amor. El 61% vuelve con ganas de contacto físico, abrazos y besos. Las plataformas tienen diferentes propuestas en su programación, pero también existen discotecas especialmente adecuadas para conocer gente y ligar. Algunas, como Single Love o La Carroza Club, en Madrid, son emblemáticas. Además de buena música, quien llega sabe que puede encontrar el amor, incluso de la forma más inesperada con la ayuda de algún Cupido que merodea por allí.
Un deseo: que no acabe la fiesta
¿Acaso hay un nivel aceptable de fiesta para quien se acerca peligrosamente a los 60? Alex Proud, emprendedor británico de 52 años, se hizo esta pregunta en un artículo de The Telegraph . "Pensábamos que los 30 eran los nuevos 20, entonces pasaron a ser los 40. Y ahora sospecho que son los 50. Quizás incluso los 60 y los 70. Mira a tu alrededor. Los ancianos no sólo están acabando con todo el dinero de la familia, siguen saliendo como si aún fuera 1999". Aunque el nacimiento de sus hijos le hizo frenar, no tardó en retomar la fiesta. "Entonces me di cuenta de que no terminaría nunca".