Hacer el amor siempre se asocia a la penetración vaginal. Tener una relación sexual siempre parece estar bien. Al fin y al cabo, se trata de encontrarse con el otro, comunicarse con él a muchos otros niveles, aparte del físico.
Pero este tipo de relación sexual asociada a la penetración no es siempre placentera, o igual de placentera, para las mujeres respecto a los hombres. De hecho, si reducimos el acto sexual a la penetración, solo llegan al orgasmo el 18,4% de las mujeres, según datos de un estudio publicado en Journal of Sex & Marital therapy en 2018.
Sin embargo, otro estudio realizado por el Centro de Promoción de la salud y la sexualidad de la universidad de Indiana afirma que la cifra ronda el 40% cuando la mujer se acaricia el clítoris durante la penetración. En concreto, son más de 3.000 las mujeres que han participado en este estudio -casi el 70%- las que afirman que necesitan estimular su clítoris para que la penetración sea más satisfactoria. Lo hacen con sus dedos o con juguete sexual. A esta práctica, los sexólogos la han llamado 'pairing'.
El 'pairing' no es la única manera de alcanzar el clímax. El 76% de las mujeres que han participado en el estudio afirma que realizan otras posturas para hacer que el clítoris esté continuamente en contacto con el cuerpo de su compañero. La técnica más popular es el 'rocking', mediante la cual el pene se introduce de manera muy profunda en la vagina sin que el pene salga del todo, pero estimulando la zona.
Otra técnica aún más frecuente, usada por el 84% de las mujeres que ha participado en el estudio, es el 'shallowing'. Se trata de una penetración poco profunda que estimula la parte delantera de la vagina. El placer es importante ya que el pene ejerce una presión en la entrada de la vagina y estimula el interior de las estructuras internas del clítoris, así como de los nervios cavernosos que se ubican en la pelvis.
La cuarta técnica más utilizada se llama 'angling' y consiste en bajar las caderas hasta el ángulo con el que cada mujer se sienta más cómoda. Cualquiera de estas técnicas pueden combinarse o añadirse a lo que más satisfacción produzca. Como insisten los sexólogos, son las propias mujeres las que deben procurarse unas relaciones sexuales satisfactorias que puedan conducirlas al orgasmo.
La clave es ser activas a lo largo de toda la relación, ya que la excitación y el clímax son la consecuencia de la relación de ambas partes de la pareja. La capacidad de 'agencia', un término muy desarrollado en los estudios de igualdad de género, permite ser responsables y parte activa de nuestra propia sexualidad, de amplificar su poder y de permitir, si se quiere, que sea el vehículo de otras relaciones emocionales que nos pueden hacer sentirnos mejor en nuestra propia piel.