Es una de las dudas más frecuentes en la consulta de cardiología. Una de las preocupaciones que todo hombre tiene tras sufrir un infarto. El futuro de su vida sexual. Respeto y expectación. Hablamos con un cardiólogo y un paciente para que nos cuenten cómo superar el vértigo y volver a disfrutar del sexo como antes.
José tiene 65 años y sufrió un infarto hace seis. Practicaba ejercicio a diario, pero después de un partido de pádel el corazón le dio un susto de los grandes. Desde entonces tiene implantado un bypass en la arteria coronaria y toma seis pastillas diarias. "La primera vez estaba acojonado. Tenía miedo a no dar la talla", cuenta.
Desde la Fundación Española del Corazón recomiendan un entrenamiento físico y psicológico adecuado y progresivo. Es decir, ver por un lado cuáles son las repuestas físicas del cuerpo después de hacer un esfuerzo e ir exigiéndose más poco a poco. Y por otro, analizar cómo controlar la mente mediante la respiración y la relajación.
Sin embargo, la preocupación de José es muy común. "El estrés y el miedo está presente en todos los pacientes, pero realmente no hay problema. Es más, en pacientes con condiciones normales está indicado", explica el doctor Alfonso Valle, vocal de la Sección de Riesgo Vascular y Rehabilitación Cardiaca de la Sociedad Española de Cardiología (SEC). "Solemos explicar que una relación sexual con tu pareja habitual es similar a subir un par de pisos de escaleras. Si el paciente puede subirlos no va a haber ningún problema porque es un ejercicio moderado", añade.
Pero no todo es el miedo, la medicación para el corazón también entra en juego en la ecuación. "Hay ciertos fármacos que se recetan tras sufrir un infarto que favorecen la disfunción y complican las relaciones", afirma el doctor Valle. José corrobora cada palabra.
"Al principio es verdad que el estado anímico influye pero no nos engañemos, después son las pastillas. Las relaciones sexuales no son iguales antes y después del infarto, el fantasma que diga lo contrario miente. Por mucho que quieras tu cuerpo está resentido, tu corazón también y no aguantas lo mismo, la potencia no es igual y el tiempo también baja", dicta.
José optó por hablar con su médico de cabecera en varias ocasiones, un buen amigo de la familia, pero su decisión no es la habitual. "Hay estudios que afirman que menos de 20% de los pacientes reciben asesoramiento sexual tras la cardiopatía. Es un tema bastante tabú pero siempre cuando se da el alta al enfermo se le adjunta una serie de recomendaciones, entre ellas informarse en la web de la Fundación Española del Corazón", comenta Valle.
Miedo por un lado, pastillas por otro y por último la edad. José asegura que es algo que hay que tener en cuenta. "Si en condiciones normales el paso del tiempo siempre influye, tras esto mucho más. Es verdad que también ocurre cuando le empiezas a dar importancia a otras cosas y por eso yo nunca he optado por tomar ninguna pastilla como la viagra o el cialis”.
Su uso, en principio no está desaconsejado para pacientes que han sufrido un infarto pero siempre con supervisión. "En esto sí que depende mucho del caso. Hay ciertos fármacos que son totalmente incompatibles con estas pastillas y ahí está desaconsejado su uso. Por lo general no hay problema siempre y cuando sea un médico el que te las recete y supervise su uso", concluye el doctor.