La primera vez que se documentó un matrimonio fue en Mesopotamia hace más de 6.000 años. Desde entonces, las cosas han cambiado mucho. Más aún si ponemos la lupa en las últimas tres décadas en España. Desde que Suárez aprobase la ley del divorcio en 1981, enfrentándose a la iglesia, las cifras no han hecho más que aumentar. Sin embargo, aún hay parejas que resisten. O que han sabido ir reinventándose a lo largo de sus etapas. Luis, de 69 años, nos cuenta su caso: lleva desde los 17 con su mujer, su primer y único amor.
"Cuando nos casamos yo tenía 20 años y llevábamos tres de novios, así que llevamos ya 49, ¿qué te parece? No había estado nunca antes con otra chica ni ella con otro chico, ni falta que nos ha hecho. Esto lo puedo decir porque lo hemos hablado muchísimas veces a lo largo de los años. No tengo nada en contra de que otra gente haya conocido otras parejas, que cada uno haga lo que quiera, pero en mi caso particular no lo echo de menos. Supongo que he tenido suerte.
Siempre me ha gustado mi mujer, desde el día en que la conocí hasta el día de hoy. La miro y me siento afortunado, siempre he estado orgulloso de tenerla a mi lado y mi mayor ilusión desde que era un chaval ha sido pasar la vida entera con ella. Me considero romántico, sí. Hemos pasado momentos malos de muchos tipos, claro, pero nunca hemos pensado en separarnos porque los problemas no tenían que ver con nosotros sino con circunstancias de la vida y siempre hemos estado unidos para superarlas.
Respecto a la vida sexual, nunca hemos dejado de hacer el amor durante largos periodos de tiempo que yo recuerde dejando aparte cuando ella ha dado a luz o una vez que yo estuve muy malo unos meses en cama. Por supuesto no seguimos el ritmo de los 25 años ni falta que hace, pero cómo te diría… mantenemos la llama, el interés.
Para mí el tema nunca ha sido tabú en gran parte porque para mis padres tampoco lo fue. Mis hermanas y yo siempre vimos sus muestras de cariño y oímos sus bromas picantonas y veíamos que no había maldad en eso. Mi padre mantuvo esa misma actitud hasta casi sus últimos días siendo ya anciano, y cuando mi madre quedó viuda recordaba lo apasionado que había sido su marido hasta el último momento. Supongo que por eso tampoco tengo prejuicios hacia las relaciones sexuales a esta edad. Con mi madre hablé menos del tema pero mi padre lo trató con naturalidad toda la vida, me explicó dudas y me dio consejos siempre.
La comunicación con otros hombres de mi edad no fue tan fluida.
Ni con mis primos ni con los amigos. Si salía el tema del sexo todo eran risotadas, creo que en parte por la vergüenza y en parte por vacilar, que yo mismo me he visto ahí alguna vez, fardando de que me iba bien con mi mujer. Depende mucho de cuánta gente sea también. Si somos dos o tres se puede hablar más sinceramente, con más es difícil centrarse, además de que no te fías de lo que vayan diciendo luego por ahí.
No he visto que eso haya cambiado con el tiempo. Yo siempre he estado abierto a hablar del tema pero otra cosa es sacar mi nombre y mi foto porque el resto de la gente no se lo toma igual. El cachondeo sería insoportable con algunas personas y yo no tengo ganas de molestias. Al punto de que se trate como cualquier otro tema no hemos llegado, eso no".