Sonsoles Soto (71) y sus poemas erótico virales: "¿Por qué no puedo hablar de sexo sin que se haga mofa?"
La lectura de un poema sexualmente explícito inspirado por esta enfermera jubilada se convierte en viral al evidenciar el tabú del deseo sexual en los mayores
Para superar la pérdida de su marido, a los 26 años, y de su hija mayor, con solo ocho, Sonsoles Soto empezó a escribir prosa poética y a conocer a gente que le ha ayudado a vivir "cuando se te rompen las alas".
"Podemos ver una guerra, pero no podemos ver a una señora mayor hablando de sexo", dice
A más de uno le gustaría sentirse tan deseada como Sonsoles Soto (Ávila, 1950), madre, abuela, enfermera jubilada, poeta y musa erótica. Soto se quedó viuda a los 26 años y perdió a su hija mayor, su "princesita", con solo ocho. Desde entonces, la poesía ha sido para ella el bálsamo que le ha permitido superar una tristeza cíclica. Tristeza por defecto, podríamos decir. Pero la vida, poco a poco, se fue abriendo paso, y en la obra de Sonsoles no solo hay melancolía, sino también placeres. Sexo y edad madura, una combinación con la que aún cortocircuitamos. De ahí a la viralidad, solo hay un paso.
La entrevista de la fama: tierra trágame
MÁS
Soto acudió a 8 Magazine Ávila, un programa de La 8, segunda cadena de la televisión de Castilla y León, para presentar 'Creando almas', su tercer libro. Cuando la presentadora le invitó a recitar uno de sus poemas, la autora no leyó uno propio, sino el de un amigo también poeta, ya fallecido, que de manera explícita describía cómo le haría el amor a Sonsoles. Tras la lectura, poeta y periodista azoradas. Momento tierra, trágame. Y las redes empiezan a hacer su trabajo: el vídeo llegó a ser trending topic en Twitter. En esta red hubo de todo, comentarios con chispa o publicaciones más reivindicativas y frases más hirientes. Para Sonsoles convirtieron "algo hermoso en algo sucio y me parece tremendo", según explica en elDiario.es.
"Tengo amigos, pero no quiere decir que me acueste con ellos"
Sonsoles tiene una energía desbordante y una actitud vital más que positiva. 'Creando almas' es el compendio de sus últimos años, un tiempo en el que ha podido cuidar a la familia y a sus pacientes, jubilarse y hacer nuevos amigos. El prólogo está escrito por un amigo mexicano, uno de sus muchos cómplices en las tareas creativas. ¿Solo amistad? "Tengo amigos y eso no quiere decir que esté acostándome con ellos. Son personas que han estado ahí en mi vida cuando he tenido bajones, porque yo no lo he tenido siempre fácil. Aunque iba para secretaria, he sido enfermera porque siempre he querido cuidar de los demás. Para mí mi es algo muy grande cuando tienes gente con la que contar cuando se te rompen las alas", asegura.
"Para escribir erótico, hay que escribir muy bien"
Lo que más sorprende de Sonsoles es la naturalidad con la que aborda todo lo relacionado con el sexo. Fue la última de 18 hermanos y su padre murió casi centenario. "¿Alguien piensa que mis hermanos y yo estamos aquí por obra del Espíritu Santo? Estamos porque dos personas se quisieron", afirma orgullosa.
Sostiene que lo del programa de televisión fue casual, que, de hecho, llevaba el marcapáginas puesto en otro poema, pero que el azar intervino. Sobre el poema que le ha hecho famosa, más sexual que sensual, lo analiza con distancia crítica: "para escribir erótico hay que escribir muy bien". Y señala que el sexo, las relaciones, el amor y las experiencias placenteras siempre han estado en la literatura, desde 'El cantar de los cantares' hasta la obra de místicos como Sor Juana Inés de la Cruz.
Reivindicar el sexo a cualquier edad
Detrás de todo el interés suscitado por Sonsoles Soto, hay una pregunta: ¿se hubiera creado la misma expectación si la autora hubiera sido un hombre joven? Para la poeta no hay duda: "soy mujer y a mis años siento. ¿Por qué tengo que taparlo? A los hombres se les permite hablar de esto. Estamos en un mundo muy machista y todavía a las mujeres no se nos está permitido hablar de sexo y muy pocas nos atrevemos... Y menos en una ciudad como Ávila. Es un tabú".
En un núcleo urbano de apenas 60.000 habitantes, lo viral se expande aún más fácilmente. La escritora parece abrumada por la reacción de su entorno y teme que la polémica termine salpicando a su familia; en especial a su nieta, de solo cinco años. Sin embargo, no parece que los riesgos de la fama le haga cuestionarse ninguno de sus planteamientos. "No entiendo por qué yo no puedo escribir sobre sexo sin que se haga mofa. ¿Yo no siento igual que un hombre? Las mujeres tenemos prohibido hablar de todo esto, y más si es una persona mayor", afirma. Para acabar, una última reflexión: somos insensibles a la guerra, ¿pero no al sexo? "Estamos en el siglo XXI, a ver cuándo vamos a dejar de ser tan hipócritas y falsos".