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Con el verano ya a la vuelta de la esquina, toca sentarse y empezar a planificar las vacaciones. Tras meses de trabajo, llega el momento de desconectar y olvidarse de la rutina, y qué mejor que hacerlo disfrutando del sol y la brisa marina.
A lo largo de los casi 8.000 kilómetros de litoral que hay en nuestro país, podemos encontrar un sinfín de playas con una belleza extraordinaria, lugares de arena blanca y aguas turquesas en las que podemos tomar el sol y relajarnos dándonos un baño bien fresquito, que lo cura todo.
Recientemente, The Guardian, uno de los periódicos más conocidos de Reino Unido, se ha hecho eco del encanto de nuestra costa y ha incluido seis de nuestras playas en una lista de las 40 mejores playas de toda Europa. Si este verano quieres disfrutar del sol y el mar pero aún no has elegido un destino, toma nota: tal vez la respuesta esté más cerca de lo que crees.
La playa de Ses Illetes está considerada como una de las más bonitas del mundo. Ubicada dentro del Parque Natural de Ses Salines de Eivissa y Formentera, ocupa gran parte de la pequeña península de Es Trucadors, en el extremo norte de Formentera, y tiene una longitud de más de 450 metros divididos en dos partes por una pequeña zona rocosa que se encuentra en el medio.
Este maravilloso enclave, que recibe su nombre por los distintos islotes que se despliegan frente a él, se caracteriza por sus aguas tranquilas de color turquesa y poca profundidad y por su arena blanca.
Al estar dentro de un parque natural, sus inmediaciones están perfectamente cuidadas y disponen de zonas de protección dunar, pasarelas de acceso y zonas específicas en las que estacionar sin dañar el terreno. La playa cuenta con diversos restaurantes y en ella no solo podrás disfrutar del sol, sino también practicar vela, paddle surf o buceo.
Situada en la localidad de Niembru, al oeste de Toranda, Torimbia es una playa semi salvaje con forma de concha y 500 metros de longitud que destaca por sus aguas cristalinas y su arena dorada.
Resguardada por unos bellos acantilados, la playa de Torimbia es un referente del nudismo de Asturias desde la década de los 60. Su acceso es sencillo y cuenta con un parking en las proximidades, pero aquellos que quieran pasar el día disfrutando de su belleza deberán ir bien provistos, ya que solo cuenta con un único chiringuito.
Ubicada en A Coruña, en la desembocadura del río Valdebois, la playa de Carnota está considerada como una de las más largas de toda Galicia gracias a sus siete kilómetros de longitud. Con forma de media luna, este maravilloso enclave de arena blanca destaca por su belleza, sus dunas y su gran riqueza biológica, paisajística y ecológica, en la que predomina la enorme presencia de aves migratorias.
La Cala Trebalúger es una playa virgen a la que solo puede accederse a pie o en barco, lo que ha permitido que conserve su belleza natural. Encajonada entre acantilados, esta playa de 150 metros de longitud ofrece a sus turistas unas aguas cristalinas y una arena blanca y fina en la que desconectar y olvidarse de las obligaciones del día a día.
Dado su difícil acceso, la playa no está tan masificada como otras de los alrededores, por lo que los turistas pueden disfrutar de un día tranquilo sin preocuparse de las aglomeraciones. Eso sí, si quieres visitarla, asegúrate de llevar bebida y comida, ya que no hay chiringuitos o restaurantes cerca.
A unos 20 minutos de la ciudad de Bilbao, se encuentran las tres playas de Sopelana, tres de los arenales más importantes de las inmediaciones de la ciudad. Sus nombres son Barinatxe, conocida popularmente como La Salvaje de Sopela, Arrietara Atxabiribil y Meñakoz, y todas ellas se caracterizan por su belleza salvaje y por los grandes acantilados que las rodean.
La longitud de estas playas oscila entre los 400 metros de Meñakoz y los 820 de Arrietara Atxabiribil. En ellas, los turistas no solo podrán disfrutar de un momento de tranquilidad bajo el sol, sino también practicar deportes como el surf o el parapente gracias a la fiereza de sus olas. Además, en la playa de Meñakoz también podrán hacer nudismo.
A lo largo del Parque Regional de Calblanque, Monte de las Cenizas y Peña del Águila, un área protegida ubicada al sur de Murcia, en los municipios de Cartagena-La Unión, se encuentran varias playas y pequeñas calas vírgenes de arena blanca y aguas cristalinas.
En los más de 250 kilómetros de longitud que acumulan estos enclaves, los turistas podrán disfrutar de un impresionante y hermoso paisaje con sierras áridas, calas solitarias, dunas, salinas blancas y macizos montañosos que chocan con el fuerte azul del mar.