Es uno de los monumentos más visitados del mundo y el símbolo más reconocible no solo de París, probablemente también de Francia. Es obvio, hablamos de la Torre Eiffel, el emblema de la ciudad que cada año visitan entre seis y siete millones de turistas. Inaugurada en 1889, una de las torres más famosas del mundo se encuentra ahora en peligro según varios informes técnicos, que indican que su estructura se está oxidando, tiene grietas y que los trabajos de conservación o la lentitud de sus reformas amenazan su futuro. Y esto a apenas dos años de que París acoja los Juegos Olímpicos de 2024, con la Torre Eiffel como uno de los símbolos destacados.
Medios franceses han tenido acceso a algunos informes que indican que “la sociedad que explota comercialmente la Torre debe cambiar de política para centrarse en el control de una estructura metálica que está envejeciendo y sufriendo de varios problemas que amenazan su futuro”.
Los problemas más destacados a los que se enfrenta ahora mismo el monumento son la oxidación de la estructura metálica, pero también ha contribuido a su deterioro las pinturas que se han utilizado, al parecer contenía mucho plomo, siendo perjudicial para el hierro. Además, destacan que la limpieza de la estructura para eliminar la oxidación ha ido retrasándose durante varios años, contribuyendo a ese deterioro.
Sin embargo, destacan que, si bien las reformas para el rejuvenecimiento de la Torre Eiffel tenían previsto decapar, un proceso para retirar el óxido, la corrosión y la pintura, el 30% de la estructura, pero finalmente solo se está haciendo en un 5% de la estructura metálica de la Torre.
Actualmente se le esta aplicando la 20ª capa de pintura que se le da cada siete años, más o menos, para evitar esa oxidación. No obstante, un ingeniero ha señalado al medio francés Marianne que los trabajos de reparación que se han realizado a lo largo de las décadas han sido simplemente superficiales.
En 2020, con el inicio de la pandemia, el monumento tuvo 52 millones de euros de pérdidas, por lo que sus gestores no piensan en un cierre prolongado de la Torre para su reforma total. Por su parte, expertos declararon a Marianne que la Torre Eiffel debe ser reparada y repintada completamente para salvaguardar su bien estado de conservación, reiterando que pintar sobre la pintura antigua no será, de ninguna manera, la solución a los problemas actuales del monumento.