No solo tumbas: los cinco cementerios más sorprendentes de Europa
Hacer una ruta por los cementerios de las ciudades importantes es ahondar en la historia de un país
Algunos cementerios, como el del barrio de Prazeres, en Lisboa, solo están al alcance de familias adineradas
Los cementerios pueden ser fuente de inspiración artística, como lo ha sido el de Edimburgo para J.K. Rowling, autora de la saga 'Harry Potter'
El necroturismo o turismo de cementerio es una tendencia que puede resultar sorprendente, pero va ganando adeptos. Merece la pena incluir los cementerios en la lista de lugares que ver en una ciudad, especialmente en torno a la festividad de Todos los Santos, el Día de los Muertos o Halloween. Y no solo porque, como en el caso del archiconocido cementerio Père-Lachaise de París, podamos contemplar las tumbas de algunos de los artistas y celebridades de fama mundial. A menudo se trata de lugares llenos de gran encanto y con una arquitectura, historia y paisaje únicos. Adentrarse en estos lugares, envueltos casi siempre en leyendas y misterio, parece una actividad idónea en estas fechas tan señaladas.
El cementerio de Greyfriars, en Edimburgo
El cementerio de Greyfriars es uno de los más conocidos de Edimburgo por las fantasiosas leyendas que van ligadas a su nombre y al del perrito Bobby, una mascota muy querida por los escoceses cuya lápida encontramos a la entrada aunque su cadáver realmente fue inhumado fuera del cementerio. Esta necrópolis también ha adquirido fama mundial por tratarse de uno de los lugares por donde paseaba a menudo J.K. Rowling mientras se hallaba inmersa en la escritura de la saga de Harry Potter.
Por un lado, se cuenta que Rowling se inspiró en este campo santo para la lúgubre escena del cementerio de 'Harry Potter y el cáliz de fuego', en la que Voldemort retoma su forma física y se bate en duelo con Harry. Igualmente, en este cementerio hay tumbas que al parecer pudieron dar nombre a la profesora Minerva McGonagall y… ¡Al propio Voldemort! En un rincón del cementerio, una lápida recuerda a un padre y un hijo llamados, ambos, Thomas Riddell.
La Rosaleda comunal (Roseto Comunale), en Roma
La Rosaleda comunal (Roseto Comunale) es un lugar extraordinario por la increíble profusión de rosales que crecen entre él, lo que lo convierte en un jardín precioso. En 1645 la comunidad judía de Roma comenzó a utilizar esta zona como lugar de enterramiento, y así se estableció como cementerio judío, que existió hasta 1934. El terreno después fue vendido, sus tumbas se trasladaron al Cementerio del verano y en su lugar el régimen fascista creó la vía del Circo Massimo. Hoy, desde lo alto de este mágico lugar, se puede apreciar el trazado del pavimento en forma de menorá (el candelabro hebreo de siete brazos), en honor al antiguo cementerio judío que allí estuvo emplazado.
Cimetière du Calvaire de París
El Cimetière du Calvaire (Cementerio del Calvario en castellano) es el camposanto más antiguo y pequeño de París, situado en el barrio de Montmartre, y solo se puede visitar dos veces al año: el 1 de noviembre (Día de Todos los Santos) y durante las Jornadas del Patrimonio, que tienen lugar en la capital francesa el tercer fin de semana de septiembre. Así que visitarlo es difícil, pero no tanto como obtener un permiso de enterramiento en él. Solo pueden conseguirlo los descendientes de las familias ya inhumadas en este campo santo. El cementerio se inauguró en 1688 en los terrenos de la Abadía de Montmartre. Algunas de las celebridades que descansan allí son miembros de los Debray, una familia de molineros conocida por el histórico Moulin de la Galette, inmortalizado por artistas como Renoir y Van Gogh.
El cementerio de los placeres (Cemitério dos Prazeres) de Lisboa
Se trata del lugar de enterramiento de famosas personalidades portuguesas, principalmente actores, escritores, pintores, presentadores de programas de televisión… Su inusual nombre proviene del barrio que se halla más cercano a este campo santo, Prazeres, que significa placeres. El cementerio se creó en 1833, tras una epidemia de cólera que asoló Lisboa y diezmó la ciudad. La mayoría de los mausoleos de los Prazeres pertenecen a antiguas familias adineradas, como los Palmela. Están bellamente decorados con esculturas e incluso con estatuas de los muertos. Una característica notable de muchas de las tumbas es una pequeña puerta de entrada con ventanas de cristal, a través de la cual se pueden contemplar los ataúdes, una visión, sin duda, algo inquietante.
El cementerio de Montjuic de Barcelona
Ubicado en la ladera del monte que le da nombre, desde su localización hay bellas vistas del mar Mediterráneo, lo que lo convierte en un lugar único. Esta necrópolis está considerada como una de las mejores muestras de arte funerario de Europa. En ella hay más de 150.000 tumbas, entre nichos y mausoleos, diseñadas pensando en todas las clases sociales de Barcelona, desde las más pudientes a las más populares. La historia del cementerio cuenta que, cuando la población de la ciudad se duplicó gracias a su prosperidad industrial y económica, en la segunda mitad del siglo XIX se derribaron sus murallas y Barcelona empezó a expandirse rápidamente. Con tanta población empezó a hacerse urgente contar con un nuevo camposanto, así que en 1883 se inauguró el Cementerio de Montjuic. Como anécdota, el cineasta Pedro Almodóvar rodó en este cementerio una de las escenas más importantes de 'Todo sobre mi madre'.