Estas son las playas de España con más riesgo de medusas

  • Estos animales, algunas de ellos sumamente peligrosos, pueden arruinar las vacaciones de los desafortunados bañistas que se topen con ellos

  • Todos los veranos aparecen en el litoral español, debido a múltiples factores

  • Las playas más buscadas en internet para este verano

Con la llegada de las vacaciones las playas españolas comienzan a llenarse de turistas. Sin embargo, es importante recordar que el mar, más allá de una fuente de relax y sosiego, es el hábitat natural de una gran variedad de animales.

Entre los que mayor preocupación generan en los bañistas a la hora de zambullirse en el agua se encuentran los tiburones y las medusas. Sobre estas últimas, el Ministerio de Transición Ecológica detalla que existen una decena de especies en todo el territorio marino de España y advierte que algunas son muy peligrosas.

La presencia de medusas en las playas españolas es una de las preocupaciones más habituales en verano. Y es que sun picaduras pueden ser muy molestas y causar daños importantes. No obstante, hay que tener en cuenta que la presencia de medusas en el mar Mediterráneo y en otros puntos de las costas españolas son situaciones recurrentes.

Por ello, resulta interesante conocer qué factores son lo que influyen en una mayor (o menor) presencia de medusas en las costas españolas. Según un estudio realizado por Medusa.net, Andalucía concentra cinco de las 10 playas con más cantidad de medusas de nuestro país.

Entre ellas se encuentran la playa de Guainos Bajos y de la Bajadilla, ambas en Almería, además de la de Getares, en Algeciras (Cádiz). También destacan las playas de la Rada, en Estepona (Málaga) y la de Calahonda, en Granada.

Sin embargo, este informe también incluye playas del Levante peninsular. En Cataluña destaca la playa de Castelldefels y la de las Casetas (en Garraf), ambas en la provincia de Barcelona. En la vecina Baleares encontramos en Mallorca la cala Fuster, famosa por su arena blanca y sus aguas turquesas.

En la Comunidad Valenciana, Medusa.net señala la playa de Muchavista, en Alicante, que alberga unas 10 medusas de color blanco y azul. Se suma otro arenal en la provincia de Valencia, en concreto el la playa de Venecia, en la localidad de Gandía.

Factores que influyen en la mayor presencia de medusas en verano

  • Las corrientes de viento y las marinas. Las corrientes oceánicas «deciden» hacia donde se mueven las medusas, ya que se mueven con ellas. Bien es sabido que lo que condiciona a las corrientes del mar son precisamente los fenómenos meteorológicos que se produzcan durante el verano. La dirección y la intensidad del viento, que mueve las mareas y el mar en general, es, por lo tanto, un factor determinante. Según este, variará el número de medusas que se acercan a nuestras playas.
  • La temperatura del agua y la salinidad. Las medusas suelen habitar unos 30-60 kilómetros de la costa, donde el agua del mar es más cálida y presenta mayor nivel de salinidad. Por el contrario, en la costa el agua tiende a estar más fría y «menos salada». Esto actúa como barrera protectora. Cuando por determinadas circunstancias, durante el verano, el agua del mar se sobrecalienta o tiene mayor nivel de salinidad, es probable que haya más medusas en las playas.
  • El nivel de precipitaciones previo en primavera, clave para prever si habrá medusas en verano. En Meteorología, todo está muy relacionado. La presencia de medusas en la costa depende también de la primavera. Si en los meses previos al verano el nivel de precipitación es alto o las nevadas frecuentes, por los ríos bajará más cantidad de agua dulce durante el deshielo. Teniendo en cuenta que las medusas habitan en aguas con niveles de salinidad altos, esta agua dulce que bajar por los ríos y acaba en el mar, actuará como barrera de protección frente a esos incómodos animales.
  • La presencia de depredadores. La cadena alimentaria de los animales marinos también es fundamental en una mayor (o menor) presencia de medusas en nuestras costas. Y es que, estos celentéreos son el alimento de otros animales que habitan los mares. Por ejemplo, de atunes, caballas o incluso tortugas. La desaparición de sus depredadores por prácticas como la pesca favorecen que haya superpoblación de medusas y aparezcan con más asiduidad por las costas.