El destino turístico que parece la Capadocia turca pero está en España
¿Deseando ir a la Capadocia turca de vacaciones? En España hay un trocito de ella
En Guadalajara, a solo unos kilómetros de Madrid, se esconde la Capadocia española
El destino turístico que parecen los fiordos noruegos pero está en España
La naturaleza es como es, caprichosa. Hace y deshace a su antojo, pero a veces le gusta jugar y confunde a más de uno. Cada lugar del mundo es distinto, y aunque siempre se les pueden buscar semejanzas a unos y a otros, hay algunos que parecen irrepetibles, únicos. Lo dicho, parecen. ¿A que crees que la Capadocia turca es única? Pues esa región rocosa famosa por llenar su cielo de globos tiene competencia, y está en una pequeña aldea española.
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La Capadocia española
Imagínate no tener que ir a la otra punta del continente para ver un paisaje así. Al contrario, está más cerca de lo que crees, a apenas unos 100 kilómetros de Madrid, en una aldea de Guadalajara: Cívica, una pedanía de Brihuega sobre el valle del río Tajuña en una ladera de los escarpes calizo.
Para muchos es como un si un pedacito de la Capadocia turca se hubiese escapado y hubiese decidido ubicarse en la Alcarria de Guadalajara, un lugar mágico que atrapa a cualquiera que pasa por allí. Repleta de grutas y arcos túmidos, la aldea se construye sobre una pared de piedra blanca que no pueden visitarse, pero sí ver desde fuera.
Al parecer estuvo habitada en la Edad Media por monjes de la orden del temple y por judíos sefardíes, aunque lo que hoy ven nuestros ojos nada tiene que ver con aquello, sino con lo que se construyó entre 1950 y 1970 por el sacerdote Aurelio Pérez, que había heredado las tierras y dedicó esos años de su vida a construir Cívica y hacer un santuario.
Un lugar lleno de magia
El propio ayuntamiento de Brihuega anima a visitar la Capadocia española y la describe como “un caserío particular formado por un pequeño conjunto urbano, cubierto de frondosa vegetación con arroyos y cascadas surgiendo por todas partes, con grutas, manantiales, escaleras, terrazas, paseos, balaustradas de piedra, etc. que le confieren un aire misterioso y atrayente”.
Un lugar lleno de magia al que solo le hacen falta unos globos surcando sus cielos para parecer que estamos en uno de los destinos más famosos de Turquía. “Un sitio curioso y pintoresco, emplazado en un paraje de gran belleza paisajista, visible a pie de la carretera, de cuyas peñas horadadas de piedra blanca cuelgan hilos finísimos de la catarata, sonando con marcada delicadeza”.