El otoño hace que los árboles y la vegetación se vistan de colores especiales, que incluyen esa mezcla de tonalidades rojizas, ocres, doradas, marrones y verdes. Una explosión de color en plena naturaleza que hace que los bosques de toda España se conviertan en un auténtico espectáculo para la vista. Sobre todo, gracias a esa variedad cromática que nos regalan las hojas de árboles como las hayas, los castaños, los abedules o los robles, entre otros.
Nos encontramos en la estación perfecta para los amantes de la naturaleza, del senderismo, pero también de la fotografía. Y es que los bosques se convierten en el escenario más fotogénico para plasmar esta estación.
España está llena de bosques donde perderse y disfrutar de algunos de los paisajes más bonitas de nuestra geografía. Aunque son muchos los bosques en esplendor durante esta época, hemos seleccionado cinco de ellos, que bien merecen una visita con la cámara de fotos a mano.
La Selva de Irati es el segundo bosque de hayas y abetos más grandes de Europa y, probablemente, uno de los destinos otoñales más deseados de nuestro país. Situada en pleno Pirineo navarro y ocupando los valles de Aezkoa y Salazar, y parte de los valles franceses de Cize y Soule, el espectáculo del cambio de color y la caída de las hojas de las hayas es, simplemente, mágico.
Para disfrutarlo, existen multitud de senderos señalizados que pueden recorrerse a pie, permitiendo al senderista disfrutar de un baño de naturaleza y color inigualable, que recomendamos completar con una estancia en alguno de los encantadores pueblos de la zona, como Ochagavía, Orbaitzeta o Ezcaroz.
Uno de los mejores planes para esta época del año es recorrer tranquilamente los caminos del Valle de Ordesa, uno de los principales valles que integran el Parque Nacional de Ordesa y Monte Perdido. Partiendo desde el aparcamiento que se encuentra al inicio del valle podemos recorrer sus magníficos hayedos y sus impresionantes cascadas rodeadas de bonitos colores otoñales. Es el momento perfecto para contemplar su explosión de color, antes de que lleguen las primeras heladas. En estas fechas, desde Torla puedes acercarte con tu vehículo hasta el aparcamiento de la pradera y comenzar allí la ruta senderista hasta la espectacular cascada de la Cola de Caballo.
Hondonero, Retorcío, Bronco, del Arroyo y Menuero son los nombres de los Castaños del Temblar, una de las joyas naturales de Extremadura. El Valle del Ambroz alberga este bosque singular, con enormes castaños (algunos superan los 800 años de antigüedad), que se apropian de los colores otoñales con un resultado casi mágico.
Este espacio natural está formado por cinco castaños centenarios situados en un antiguo huerto cercano al Arroyo del Temblar. El bosque ofrece diferentes senderos y rutas para explorar. Puedes disfrutar de agradables caminatas entre los castaños y admirar la belleza natural de la zona. Recuerda seguir las indicaciones y respetar el entorno. Además de los imponentes castaños, el bosque alberga una variedad de especies de flora y fauna. Podrás observar diversas aves, como el petirrojo, y quizás encuentres algunos mamíferos como el zorro o el jabalí.
Rascafría es una de las poblaciones más bonitas de la Sierra Norte de Madrid. Uno de los lugares que contribuyen a su belleza es el Bosque de Finlandia o bosque finlandés. Este impresionante paraje natural está a poco más de una hora de la capital de España y recibe su nombre por las similitudes que presenta con los bosques finlandeses.
Es un lugar recóndito, pero al que se llega muy fácilmente desde el emblemático Puente del Perdón, a través del conocido como camino del papel. Este sendero se llama así porque conduce hasta el antiguo molino de papel en el que los monjes del Monasterio de El Paular fabricaban hojas. Fue el primero que existió en Castilla y de él salió el papel que se utilizó para imprimir la edición príncipe de la primera parte de El Quijote.
Abetos, chopos, adebules y otras especies arbóreas propias de los parajes del norte de Europa jalonan este paseo que permite observar un precioso embarcadero sobre las aguas del río Lozoya, y que en este punto forman una represa. Junto a él se encuentra una caseta de madera que, en su día, se utilizó como sauna, uno de los símbolos finlandeses.
El Parque Natural de la Sierra de Grazalema, reserva de la biosfera y parque natural, cuenta con más de 50.000 hectáreas. En su interior se encuentra una de las anomalías más sorprendentes de España: el Pinsapar, la mayor concentración del mundo de estos abetos únicos, que sobrevivieron a la retirada de las glaciaciones.
Este bosque cuenta con ejemplares de 20 metros de altura y seis siglos a sus espaldas, que nos regalan un paisaje emocionante y sublime iluminado por la evocadora luz del otoño. Para efectuar la visita, hay que solicitar previamente el acceso a la Oficina del Parque Natural, del Centro de Visitantes El Bosque o de la Oficina de Turismo de Grazalema.