El pueblo español con el récord Guinness a los nombres más raros del mundo

  • Huerta de Rey, una pequeña localidad de Burgos, es el lugar del mundo donde los habitantes tienen los nombres más raros

  • Todo comenzó a comienzos del siglo XX, cuando se ordenó que los recién nacidos recibiesen solo nombres de santos, beatos y mártires

  • Filogonio, Ercilio, Quiteria, Emerenciana, Lupicinio o Evilasio son solo algunos de los nombres más comunes

En España hay pueblos de todo tipo que tienen diferentes encantos que los hacen únicos y especiales por sus tradiciones, cultura, gastronomía, paisajes o arquitectura. Sin embargo, existe un pueblo en nuestro país que incluso está presente en el libro Guinness de los Récords por algo que seguramente no te imagines, pues lo primero que se te viene a la mente es que tiene la iglesia más antigua o disfruta de más horas de sol que ningún otro lugar en el mundo. Pero nada más lejos de la realidad, que es que en esa localidad están las personas con los nombres más raros del mundo.

El pueblo con los nombres más raros

Se trata de Huerta del Rey, un pueblo normal de la provincia de Burgos a apenas 80 kilómetros de la ciudad que desde 2011 aparece en ese prestigioso libro que destaca lo que te hace único.

Huerta del Rey tiene unos 1.400 habitantes que podrían ser como cualquier otro de otras localidades, así lo son en realidad, pero sus nombres son lo que llaman la atención, porque lejos de Antonio, Pedro, María o Marta, lo común allí es encontrarte con Cancionila, Sinforosa, Filogonio, Ercilio, Quiteria, Emerenciana, Lupicinio o Evilasio, entre otros.

Que prácticamente la totalidad de las personas que viven en este pueblo de Burgos tengan nombres muy poco comunes se debe a que la mayoría de ellos hacen referencia a santos o beatos, una tradición que comenzó en la localidad a comienzos del siglo XX, época en la que todos los habitantes eran prácticamente familia y compartían sus apellidos.

¿Por qué recibían esos nombres?

Al parecer en aquella época surgieron problemas burocráticos, sobre todo cuando tenían que recibir su correspondencia, pues había muchas coincidencias entre los nombres y los apellidos, por lo que se empezaron a usar nombres muy poco comunes para empezar a plantear una clara diferenciación.

Fue el secretario del ayuntamiento en aquella época el que señaló que entre 1900 y 1930 los recién nacidos tendrían la obligación de recibir nombres de santos, beatos y mártires de la iglesia católica, expone El Correo de Burgos. Y la población cumplió, tanto que han seguido haciéndolo hasta la actualidad, incluso en 2008 Huerta de Rey fue la sede del primer Encuentro Internacional de Nombres Raros.

El pueblo ha conseguido mantener vigentes nombres que habían prácticamente desaparecido, un problema al que empieza ahora a enfrentarse, pues su peculiaridad, que los nombres de sus habitantes sean raros, está empezando a perderse, lo que podría poner en peligro su Récord Guinness.