Hacer turismo gratis: yo cuido de las mascotas, tú me alojas
Cuando las finanzas flaquean, viajar es uno de los primeros gastos a los que renunciamos, pero hay maneras de conocer mundo sin hacer grandes desembolsos
Los viajes colaborativos dan un paso más: cuidar mascotas a cambio de alojamiento gratis
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Viajar es uno de los pocos gastos que le hacen a uno más rico. Más rico en experiencias, algo no siempre tangible, y en cosas tan prácticas como la mejora de un idioma. Al mismo tiempo, viajar es de las primeros hábitos a los que se renuncia cuando las finanzas personales bajan. Pero hay maneras de seguir viajando sin hacer grandes desembolsos.
Cuidar por vivir
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La economía colaborativa puede ser una opción para seguir haciendo turismo. Cada vez hay más webs dedicadas al turismo colaborativo en el que se pueden compartir trayectos e intercambiar casas. En una nueva vuelta de tuerca, ha surgido una modalidad que permite ahorrar una parte importante del gasto del viaje, como es el alojamiento. Se llama Housesitting.
El concepto de Housesitting es muy sencillo: se trata de cuidar de las mascotas, a veces también de las plantas, de otras personas a cambio de alojamiento. Las páginas dedicadas al Housesitting ponen en contacto a dueños de animales que tienen que ausentarse de sus casas cierto tiempo, normalmente por vacaciones o trabajo, con viajeros amantes de esos animales.
Otro concepto de viaje
Aunque puede parecer fácil, entrar en casa de otra persona o de otra familia para cuidar de algo tan preciado como su mascota no es sencillo. Hay que adaptarse a la dinámica que impongan los dueños, además de cuidar la casa.
Como beneficios, ofrece una auténtica inmersión en la localidad donde estemos. Se puede pasar una temporada larga, según el tiempo que marque cada dueño, o, incluso, plantear un itinerario variado a lo largo de un país, disfrutando de distintas estancias en varias zonas.
De momento, aunque se puede hacer en todas partes del mundo, es Reino Unido, donde hay un gran porcentaje de animales domésticos, el país en el que se hace más Housesitting, lo que significa que hay que saber inglés o tener un nivel alto para poder acceder a estos viajes, ya que es el idioma más utilizado en estas webs, incluso para destinos fuera de Inglaterra.
Sobre los deberes del cuidador, depende enormemente de cada caso. Un gato, por ejemplo, requiere menos cuidados que un perro. En cada viaje, hay que acordar con los dueños de las mascotas qué cuidados son necesarios y de qué tiempo libre puede disponer el cuidador. Puede haber otras tareas adicionales, como mantener alguna parte de la casa o hacer determinadas compras para la mascota que corren por cuenta del dueño.
¿Cómo funciona?
Lo primero es abrirse un perfil de cuidador en las páginas dedicadas a este tipo de viajes. Además de introducir los datos personales, hay que redactar un pequeño informe que incluya lo más relevante en el cuidado de mascotas. ¿Por qué nos gustan? ¿Tenemos alguna a nuestro cargo? ¿A qué nos dedicamos? ¿Por qué queremos viajar a ese país? Estas son algunas de las cuestiones que más interesan a los dueños.
Para garantizar que las personas que se apuntan a estas webs están realmente interesadas, hay una cuota anual de pertenencia a la red. Normalmente, está entre los 30 y los 80 euros, una buena inversión si calculamos que nos ahorramos el coste de un alojamiento medio. Incluso en su versión más cara de 80 euros, se amortizaría en uno o dos días, teniendo en cuenta que una noche de apartamento o de hotel ronda entre los 60 y los 100 euros.
¿Quiénes pueden hacer Housepetting?
Cualquier persona a partir de los 18 años (21, para algunas webs) pueden hacer Housepetting. Pero lo mejor es que no hay por qué hacerlo solo. El viaje puede realizarse en familia, en pareja o con amigos. De hecho, un simple vistazo a las principales webs de Housepetting muestran a parejas de mediana edad en busca de una experiencia que combine viajar y disfrutar de la relación con una mascota con un coste asequible.
Hay que tener en cuenta que no siempre se consigue el alojamiento soñado. Son los dueños de las mascota quienes eligen a los cuidadores y, por tanto, nuestro perfil puede adaptarse más o menos a su demanda. Por eso, es importante que al darnos de alta no escatimemos detalles de por qué queremos vivir ese tipo de experiencia. Cuanta más información demos de nosotros, más dignos de confianza resultaremos.
Las páginas más recomendadas para hacer Housesitting son:
- Trusted Housesitters: una de las webs que cuenta con más usuarios y, por tanto, la que ofrece más alojamientos.
- House Careers: también ofrece una vasta red de casas.
- Mindmyhouse: tiene menos usuarios, pero es más económica.
- Nomador: propone mascotas y alojamientos de todo el mundo.
Encontrar la mascota y alojamiento perfectos
Básicamente, todas estas páginas funcionan como cualquier web de viajes. Basta con indicar el periodo en el que puedes cuidar y el país o zona de tu preferencia. Muchas de estas páginas incluyen un mapa interactivo que facilita la búsqueda, de una manera muy parecida a la que hacen buscadores como Airbnb.
Lo habitual es que los destinos muy deseados, con casas atractivas, reciban muchas solicitudes. Por esta razón, es fundamental que el perfil del cuidador o cuidadores sea lo más completo y atractivo posible. Finalmente, los candidatos elegidos suelen tener una entrevista online con los dueños para verificar que el posible cuidador responde a todas las expectativas.
Se trata, claramente, de un win-win. Por poner un ejemplo, quienes tienen mascota se ahorran los costes de un hotel de perros o una casa de acogida (en España, entre 10 y 25 euros al día, aproximadamente), y los cuidadores se olvidan del desembolso del alojamiento. Por último, la mascota no sale de su ambiente diario ni cambia de costumbres, algo que los dueños y los propios animales valoran muy positivamente.