El secreto de las Pirámides: la ciencia desvela el misterio de su construcción

En noviembre de 2015 un candidato al Congreso norteamericano dijo que las pirámides de Egipto habían sido construidas por San José para almacenar granos de trigo. No es la teoría más descabellada sobre ellas. Hay por ahí peña que cree que las hicieron los extraterrestres, que aún sirven de guía para 'los que nos observan' y que, en el mejor de los casos, las civilizaciones antiguas se sirvieron de instrucciones divinas para levantarlas.

La razón de tanto delirio conspiranoico, más allá de que a la gente realmente le encanta un buen misterio protagonizado por iluminatis u hombres lagarto, es bien simple: realmente debe haber sido muy difícil construirlas hace 4.500 años. Tan difícil, que más allá de los delirios colectivos, la desinformación o la más supina ignorancia, la propia ciencia no ha fijado una explicación de cómo pudieron los antiguos levantar esos bloques de piedra y acomodarlos de esa gracia sin la tecnología de la que ahora disponemos. Hay desde luego teorías plausibles sobre el uso de poleas, cilindros, rampas y, sobre todo, de esclavos.

Una respuesta parcial pero posible

Una de las preguntas más frecuentes es, precisamente, ¿cómo pudieron transportar todo el material necesario para la construcción que duró al menos tres décadas, según se estima, hasta el paraje desértico en el que se ubican complejos como Guiza y Lisht? Aquí es donde tiene algo que decir la investigación publicada esta semana en la revista Communications Earth & Environment, por la investigadora principal, Eman Ghoneim, de la Universidad de Carolina del Norte en Wilmington. Ghoneim y su equipo han dado aparentemente, y usando imágenes satelitales, con un río seco que hace siglos discurría por las estribaciones de la meseta del desierto occidental de Egipto, es decir casi en paralelo a los campos en los que se ubican la mayoría e las pirámides. Para continuar con sus investigaciones el equipo utilizó prospecciones geofísicas para estudiar muestras de suelo y confirmar la presencia de sedimentos fluviales o de antiguos canales bajo la superficie actual. Han concluido que es existió allí un antiguo ramal del Nilo: Ahramat.

¿Qué significa esto? Pues para empezar que los antiguos egipcios tuvieron un medio de transporte para sus materiales, las propias aguas de este brazo perdido del Nilo, ya que además los autores del estudio aseguran que las pirámides tenían calzadas que acababan en las orillas de donde habría estado ubicado este brazo. Sin duda una prueba de que el Nilo era realmente el medio de comunicación (y de transporte) más importante de la antigua civilización.