Menorca, una joya en el archipiélago español de las Islas Baleares, ha conseguido capturar recientemente la atención del prestigioso periódico The New York Times, que la ha incluido en su lista de destinos recomendados para visitar en 2024, recomendando incluso itinerarios y actividades que hacer en la isla. La inclusión de este pequeño paraíso dentro de nuestras fronteras en esta lista no solo destaca la exuberante belleza natural de la isla, sino también su rica historia, su cultura vibrante y el compromiso con la sostenibilidad de sus habitantes.
En primer lugar hay que destacar que Menorca es famosa por sus playas de arena blanca y aguas cristalinas. Entre las más destacadas se encuentra la Cala Pregonda, destaca por la publicación norteamericana. Se trata de una playa solo accesible a través de barco, o con una caminata de 40 minutos con unas vistas, eso sí, espectaculares. También son más que destacables la playa de Macarella, conocida por su belleza escénica y aguas turquesas. Además, otras calas como Cala Mitjana y Cala Turqueta ofrecen refugios tranquilos y menos concurridos, ideales para aquellos que buscan un escape del bullicio turístico.
Si el atractivo del agua y la arena no es suficiente, siempre viene bien saber que Menorca cuenta con diversas áreas protegidas que preservan su biodiversidad. El Parque Natural de s'Albufera des Grau es un ejemplo más que prominente de esto, en el que los visitantes encontrarán una rica diversidad tanto de flora, como de fauna, además de múltiples y bellas rutas de senderismo que permiten a los visitantes explorar la belleza natural del parque sin perturbar el medio ambiente. Este compromiso con la conservación ha sido uno de los factores claves para conseguir atraer la atención de medios internacionales.
La tercera pata sobre la que se sustenta la belleza de Menorca es su rico patrimonio histórico y cultural. Para comprobarlo solo hay que pasarse por alguna de las dos ciudades principales de Menorca, Ciutadella y Mahón, que no solo son ricas en historia y arquitectura sino que además son una delicia para ser recorridas. Ciutadella, con su casco antiguo lleno de calles adoquinadas y edificios históricos, ofrece un viaje en el tiempo con su catedral gótica y plazas pintorescas. Mahón, por otro lado, es conocida por su impresionante puerto natural y su arquitectura georgiana, legado de la ocupación británica en el siglo XVIII.
Si lo que queremos es ahondar en el pasado de esta fascinante ínsula, resulta que la historia prehistórica de Menorca es fascinante, con numerosos yacimientos arqueológicos que datan de la Edad de Bronce. Los talayots y las navetas son construcciones megalíticas únicas en la isla, como la Naveta des Tudons, una tumba colectiva que es uno de los monumentos prehistóricos más importantes de Menorca. New York Times cita como imperdible el Camí de Cavalls, que es una carretera restaurada con cientos de años que recorre toda la isla, y puede ser recorrida a pie, en caballo o en bicicleta.
La gastronomía menorquina es otro de los grandes atractivos de la isla para los visitantes. Con platos tradicionales como la caldereta de langosta - un guiso de mariscos- , y la sobrasada -un embutido típico de el archipiélago-, listos para deleitar a cualquiera que se atreve a probar estos manjares. Además, Menorca es famosa por su queso Mahón, que cuenta incluso con denominación de origen, y que se elabora de manera artesanal y es conocido por su sabor único y distintivo
Tampoco se puede olvidar que la isla de Menorca también es famosa por sus fiestas tradicionales, como las celebraciones de Sant Joan en Ciutadella, donde los caballos y sus jinetes son protagonistas en desfiles y competiciones. Estas festividades atraen a visitantes de todo el mundo que desean experimentar la cultura menorquina en su máxima expresión.
Uno de los aspectos que The New York Times ha destacado es el compromiso de Menorca con el turismo sostenible. La isla ha implementado diversas medidas para controlar el número de visitantes y proteger su medio ambiente, como dan fe las restricciones en la construcción de nuevos hoteles y la promoción de prácticas ecológicas entre los negocios locales .
Además se trata de un territorio que no para de avanzar en el uso de energías renovables para reducir su huella de carbono. Proyectos como la instalación de parques eólicos y solares forman parte de la estrategia de la isla para convertirse en un destino más sostenible y respetuoso con el medio ambiente.
En resumidas cuentas, Menorca ha sido reconocida por The New York Times no solo por su belleza natural y rica historia, sino también por su enfoque en la sostenibilidad y la preservación cultural. Esta isla balear ofrece una experiencia única que combina paisajes impresionantes, una gastronomía deliciosa y una herencia cultural rica, haciendo de ella un destino imperdible para 2024 y más allá.