El truco definitivo para no pagar por el equipaje de mano
El precio inicial tan atractivo de un vuelo se difumina cuando hay que añadirle las tasas por el equipaje
La tecnología se ha puesto al servicio del equipaje para crear una mochila capaz de doblar el espacio disponible sin ampliar sus medidas iniciales
La ciudad de Europa en la que se ha prohibido arrastrar maletas con ruedas
Somos unos ilusos. Se nos abre una ventana con un anuncio de una aerolínea low cost y picamos enseguida. No es para menos; por 40 euros puedes ir y volver en avión a Tenerife o a Marsella. Después te das cuenta de que, por lo menos, necesitas llevar una mochila porque no vas a estar cinco días con lo puesto. Es evidente que prácticamente se nos está obligando a contratar el derecho a viajar con una bolsa como mínimo. Sin embargo, hay un truco para no pagar por el equipaje de mano, según desvelan los más entendidos, y en Uppers nos hemos hecho eco de su propuesta.
Una vez en la web de la aerolínea, con el destino y las fechas elegidas, se abre esa odiosa ventana que difumina la alegría de viajar tan barato. La compañía aérea deja bien claro que ese precio incluye exclusivamente el traslado de la persona. Hace unos años se permitía subir a bordo portando un objeto personal por lo menos. Actualmente, sobre todo en las aéreas de bajo coste, cualquier bolsita, riñonera, bolso, bolsa, mochila, maletín y más aún un trolley o una maleta solo se suben a bordo pagando una tasa por cada una.
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En esa ventana citada se despliega el menú de posibles bultos con sus medidas o pesos máximos e incluso informa de dónde irán ubicados. De este modo, el texto explica que las bolsas de hasta 40 x 30 x 15 centímetros irán ubicadas debajo del asiento. Por su parte, las piezas de equipaje de hasta 56 x 40 x 25 centímetros y con un peso inferior a 10 kilogramos se colocarán en el armario superior. Por último, a partir de esos 10 kilogramos y hasta los 25 kilogramos de peso cualquier bulto será facturado.
Todo suma, así que a los 40 euros que cuesta el vuelo se le van añadiendo los importes correspondientes a los bultos que se pretenda llevar en el viaje y la tarifa puede alcanzar los 130 euros fácilmente. Además, no hay opciones para jugar al despiste con el personal de tierra porque está muy aleccionado. Antes de entrar en la cabina cualquier bulto que no lleve su correspondiente comprobante de haber sido contratado y pagado de antemano se expone a tres opciones: abonar una tasa extra superior a la inicial que ofrece la web, dejarlo en el aeropuerto o regalárselo a alguien que pase por allí. A tal escenario se suma el que las condiciones de una compañía aérea a otra varían pues en muchos casos no coinciden las medidas máximas y los pesos.
Ahora bien, ya hay solución para meter en una maleta de mano de fin de semana todo lo que se necesita para viajar una semana entera. El invento elimina el agobio de que se manche la única camisa de vestir o se mojen los zapatos porque permite llevar ropa de repuesto. Se trata de una mochila que extrae todo el aire sobrante doblando el espacio disponible. Están disponibles en diversos tamaños con medidas adecuadas a las que las compañías aéreas más exigentes permiten colocar en los maleteros superiores o bajo el asiento delantero.
La mochila que duplica su espacio sin ampliar sus medidas
Actualmente, hay varias marcas de mochilas de este tipo disponibles en el mercado cuyos precios varían entre los 79 y los 200 euros aproximadamente. Incorporan un pequeño aparato, una bomba en miniatura, capaz de absorber el aire del interior de la maleta. De este modo, de sus 25 litros de capacidad se pueden expandir hasta los 60 litros según el tamaño inicial. Las camisetas, los pantalones y la toalla se comprimen hasta límites inimaginables dejando hueco para un segundo bañador, dos o tres camisas, un vaquero o varias bermudas. Como puntualización, dicha bomba suele venderse a parte con un coste de alrededor de los 70 euros.
En cuanto al diseño de estas mochilas es bastante elegante y sus tejidos suelen ser impermeables. Incorporan varios bolsillos a medida para el portátil o la Tablet, un espacio oculto para la documentación, entre otros, e incluso un puerto USB y USB-C para la carga de los dispositivos electrónicos. Otra ventaja que ofrecen son sus correas acolchadas para llevarse sobre los hombros con comodidad y otra correa con anclaje en la cintura que reparte el peso.
La inversión inicial en una mochila con bomba de vacío puede ser elevada, pero se amortiza con creces en dos viajes en avión y permite despreocuparse bastante en lo que respecta a los enseres que cualquiera quiere llevarse consigo.