La única cueva de origen marino de Europa está en España
Sólo se conocen tres cuevas de este tipo en el mundo; las otras dos están en Asia y en Centroamérica
A diferencia de la mayoría de cuevas, formadas por la acción del agua de lluvia y ríos subterráneos, ésta fue tallada directamente por el ma
'La piedra viva': así es el pueblo español excavado en roca
Solo existen tres cuevas de origen submarino en todo el mundo. Dos se encuentran en Asia y Centroamérica, y la única que hay en Europa está en España, lo que convierte este lugar en todo un tesoro geológico y turístico, pues en él se mezcla historia, leyenda y belleza natural.
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Hablamos de la Cueva del Tesoro, también llamada del Higuerón, y está en el Rincón de la Victoria, provincia de Málaga. Su historia se entrelaza con la de la propia costa del Sol. A diferencia de la mayoría de las cuevas, que se forman por la acción del agua de lluvia y ríos subterráneos, ésta fue tallada directamente por el mar.
Mezcla de elementos marinos y terrestres
Se formó hace millones de años durante el período Jurásico, cuando el Mediterráneo cubría gran parte de la región. A lo largo de los milenios, la acción del agua esculpió galerías y salas características de este tipo de cavidades, con gargantas y columnas.
Con el paso del tiempo, la cueva de roca caliza fue emergiendo desde las profundidades marinas, como consecuencia de presiones subterráneas. Durante esta elevación tectónica tuvieron lugar distintas filtraciones de agua dulce que fueron dando forma durante miles de años a majestuosas estalactitas y estalagmitas, combinando elementos de cuevas marinas y terrestres. En la actualidad la Cueva del Tesoro cuenta con aproximadamente 500 metros de galerías y una fascinante zona de lagos.
Mitos y leyendas
En esas galerías se hallaron restos del Paleolítico y de la Edad de Bronce. También se encontraron pinturas rupestres, herramientas de sílex y cerámica neolítica que indican que pudo ser un lugar de culto y de sacrificios. La cueva también está asociada a la leyenda de los cinco reyes mahometanos del siglo XVIII. Según esa historia, el tesoro de una dinastía almorávide se habría perdido en medio del mar tras embarcarlo con el objetivo de que llegara a Al-Ándalus. Y habría terminado en la cueva.
A lo largo de los años varios exploradores dedicaron mucho tiempo de su vida a encontrarlo. Como el suizo Antonio de la Nari, que invirtió 30 años en su obsesiva búsqueda entre las cavidades de la cueva. No dudó en usar dinamita y explosivos para abrirse camino entre las paredes, lo que acabaría causándole la muerte en 1847 durante una explosión fallida. Pero la historia de la cueva está ligada a muchos más personajes e historias que se han ido transmitiendo de generación en generación.
La Cueva del Tesoro se abrió por primera vez al público en el año 1974. Hoy los visitantes pueden explorar sus salas, como la de Marco Craso, llamada así porque en ella se escondió este aristócrata y político romano durante nada más y nada menos que ocho largos meses. Además, se puede disfrutar de exposiciones y visitas teatralizadas que enriquecen la experiencia.