En pleno centro de Madrid, en el distrito de Barajas, se encuentra un rincón histórico que muchos desconocen: el Castillo de la Alameda. Este castillo medieval, construido originalmente en el siglo XV, es un tesoro de la arquitectura militar que ha logrado perdurar a través de los siglos, y lo más sorprendente es que se puede visitar de manera gratuita.
El Castillo de la Alameda fue construido por la familia Zapata en el siglo XV y sirvió como una residencia señorial, reflejando el poder de la aristocracia madrileña. En el siglo XVI, el castillo fue transformado en un palacio renacentista, convirtiéndose en un lugar de descanso durante el verano para familias aristocráticas, como los Condes de Barajas.
A lo largo de su historia, ha sido testigo de momentos cruciales, incluyendo su uso como refugio estratégico por el bando republicano durante la Guerra Civil española. El general José Miaja, uno de los comandantes más importantes del ejército republicano, ordenó la construcción de un nido de ametralladoras cercano, consolidando así la importancia militar del sitio añadiendo con ello una capa de historia bélica a su historial.
Lo que hace especial a este castillo no solo es su antigüedad, sino también su ubicación. Es raro encontrar una fortaleza medieval tan bien conservada en una ciudad moderna como Madrid, y el hecho de que se encuentre en un parque público lo convierte en un destino accesible y relajado para los visitantes.
El Castillo de la Alameda ha sido declarado Bien de Interés Cultural, lo que refleja su relevancia patrimonial dentro de la ciudad. Aunque en Madrid existen otros castillos, pocos pueden presumir de estar tan cerca del centro urbano. Esta fortificación no solo es importante por su valor arquitectónico, sino también por su conexión con la historia militar y aristocrática de la región.
Una de las ventajas del Castillo de la Alameda es que su visita es gratuita, lo que lo convierte en un lugar ideal para los amantes de la historia y la arquitectura. Está abierto al público, y con visitas guiadas, los fines de semana y festivos, con horarios que varían según la temporada. Durante los meses de verano, abre de 10:00 a 21:00, mientras que en invierno su horario es de 10:00 a 18:00.
Aparte estas visitas guiadas, el castillo también es sede de exposiciones y eventos que destacan la importancia del patrimonio histórico de Madrid. Estas actividades no solo buscan atraer a turistas, sino también a los propios madrileños, quienes, en muchos casos, desconocen la existencia de esta joya escondida en su ciudad.
El acceso al castillo es sencillo gracias a la red de transporte público de Madrid. Está ubicado en el barrio de Alameda de Osuna, y se puede llegar fácilmente en metro (Línea 5, estación Alameda de Osuna) o en autobuses que circulan por la zona (líneas 105, 112, 115 y 151). También es posible acceder en coche, ya que hay aparcamiento en las inmediaciones.
El castillo ha sido parcialmente restaurado, lo que permite a los visitantes caminar por sus instalaciones y observar tanto la estructura original como las áreas renovadas. Además, el entorno del castillo ha sido convertido en un parque, ideal para paseos y picnics, lo que lo convierte en un lugar perfecto para pasar una tarde en la naturaleza sin salir de Madrid.
A lo largo de los años, el castillo estuvo prácticamente cubierto por escombros y vegetación, pero recientes excavaciones arqueológicas han sacado a la luz nuevas piezas de su historia. Durante las obras de restauración y preservación llevadas a cabo por el Ayuntamiento de Madrid, se descubrieron restos que datan incluso de la Edad del Bronce, lo que añade un capítulo previo y mucho más antiguo a la historia de este emblemático edificio.
Además, se han hallado objetos de las épocas medieval y renacentista que ahora se exhiben en el museo que alberga el propio castillo. Estos descubrimientos ofrecen una visión fascinante de la vida cotidiana de los habitantes y de cómo el castillo evolucionó a lo largo de los siglos.
Por todo esto el Castillo de la Alameda, además, forma parte del patrimonio cultural de Madrid y su preservación es un esfuerzo conjunto entre el Ayuntamiento y diversas organizaciones patrimoniales. El hecho de que sea una de las pocas fortificaciones medievales que aún se mantienen en pie dentro de la ciudad de Madrid lo convierte en un símbolo de la riqueza histórica de la región.