La fortaleza militar patrimonio de la UNESCO que está a 20 kilómetros de España

El país vecino, Portugal, es todo un país lleno de tesoros por descubrir y no solo para los portugueses, los españoles también cruzamos la frontera para disfrutar de sus joyas culturales. Los amantes de las fortificaciones tienen la suerte de poder disfrutar de uno de los baluartes mejor considerados del mundo, la Fortificación de Elvas que ha sido nombrada Patrimonio de la Humanidad por la Unesco.

Destacado por los historiadores, esta fortaleza amurallada con forma de estrella es uno de los lugares más espectaculares que puedes visitar en Portugal y a tan solo pocos minutos de Badajoz. Ubicado en la localidad de Elvas, en la región del Alentejo portugués, desempeñó un papel crucial en la independencia de Portugal. Tiene un marcado carácter defensivo y militar evidenciado por sus asombrosas fortificaciones y su complejo sistema defensivo. Su proximidad con España, a tan solo 20 kilómetros, la convierte en una escapada ideal de fin de semana.

El conjunto de fortificaciones de la localidad cuenta con varios edificios y monumentos construidos a lo largo de los siglos. Por encima de todos ellos destaca la Fortaleza de Elvas, una estructura abaluartada construida entre los siglos XVII y XVIII, junto a una línea de defensa interior, de entre siglos XII, XIV y XVII. Se trata de la fortificación más grande del mundo con 10 km, 7 baluartes, fosos y cuarteles pensados para defender la ciudad de Elva.

En los alrededores se encuentran pequeñas elevaciones y colinas donde se emplazaron dos imponentes fuertes, Gracia (siglo XVIII) al norte, y Santa Lucía (siglo XVII) al sur, completando el sistema defensivo y otorgando a Elvas una apariencia invulnerable. También cuenta con fortificaciones auxiliares de menor escala, consolidando así el conjunto fortificado como el más grande en su tipo a nivel mundial.

El fuerte de Gracia, con su particular forma de estrella, es considerado por muchos historiadores como una de las fortalezas abaluartadas más imponentes del mundo. Su construcción comenzó en 1763 y consta de tres cuerpos: las estructuras exteriores, el cuerpo principal y el reducto central, representando la arquitectura militar de traza italiana. 

No fue hasta el siglo XVII, cuando en la batalla de las Líneas de Elvas, las tropas españolas irrumpieron en la zona y acabaron con la ciudad. Esto fue lo que llevó a construir, en el 1763, una fortaleza invencible para no repetir la historia y ser capaz de resistir al ejército español. Desde 2012, esta fortaleza está reconocida por la Unesco como Patrimonio de la Humanidad junto al resto de la línea defensiva de la ciudad. 

La belleza de sus calles invita a perderse por ellas y descubrir el acueducto de 7 kilómetros de longitud y 843 arcos, construido en el siglo XVII, aunque parece romano. Igualmente, no se puede pasar por alto el castillo de origen islámico en la parte más antigua de la ciudad.

Siguiendo el recorrido por sus calles, se llega a la Praça da República, en la que se encuentra la antigua catedral, ahora Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción. También se podrá disfrutar de la Iglesia de las Dominicas, con una original planta octogonal, la picota manuelina y la torre fernandina. En estas calles es donde se puede identificar fácilmente los arcos que marcan las antiguas entradas de las murallas. 

A su vez, la localidad alberga otros monumentos importantes como: la Iglesia de Santo Domingo, el Museo Militar o la Iglesia de la Orden Tercera de San Francisco, y dos museos: el moderno Museo de Arte Contemporáneo y el Museo de Fotografía João Carpinteiro.