Charlas al fresco: la costumbre cotidiana que un pueblo gaditano quiere reconocer como Patrimonio de la Humanidad
Algar, en Cádiz, quiere que las las charlas al fresco se reconozcan Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco
La iniciativa pone en valor esta costumbre popular y cotidiana de sus vecinos
En tiempos en los que las redes sociales ponen en peligro esta tradición, los vecinos salen a sus calles a hablar y la reivindican
Lo cotidiano es grande. Ese gesto sencillo interiorizado que tantos vecinos de los pueblos andaluces repiten en las noches de verano sin echar cuentas, ahora quiere ser reconocido. Salirse a la puerta de casa, con la silla, a charlar al fresco con los vecinos y vecinas no solo es una idea primigenia de lo que hoy entendemos como red social. Las 'charlas al fresco' son también un símbolo identitario, una costumbre popular y bien extendida que ahora el gaditano pueblo de Algar, que pertenece a la Ruta de los pueblos blancos de Cádiz y tiene 1.428 habitantes, se ha propuesto que sea reconocido como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco.
Charlar al fresco: lo cotidiano es patrimonio
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La idea, que el alcalde de Algar, José Carlos Sánchez Barea (PP), ha promovido, fue tomada, según cuenta, tras ver un artículo titulado 'Salir al fresco con la Unesco', publicado en la web Andalucía Información. Con la iniciativa desarrollada tras haber consultado con su equipo en el Ayuntamiento, el alcalde acudió a la Junta de Andalucía para empezar los trátimes de la solicitud. Ya en el texto en el que se inspiraba Sánchez Barea se ponía en valor lo que estas charlas al fresco hacen por mantener unido el tejido social de los pueblos. Es una forma de mantenerse en contacto, de combatir la soledad y, en lo práctico y ocioso, de ponerse al día sobre las cuestiones del pueblo (y algún que otro asunto menos oficial).
Una costumbre que, con las nuevas tecnologías, televisión, redes sociales, WhatsApp y un relevo generacional, cada vez más pendiente de estas y más joven, se va poniendo en peligro. Ese es el reclamo y el lema que han adoptado por bandera desde Algar en defensa de esta, una de las tradiciones más populares de su pueblo y de otros muchos en Andalucía y otras zonas rurales y pueblos de España.
Para reivindicar la iniciativa y que las 'charlas al fresco' sean declaradas de manera definitiva como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, los vecinos y vecinas de Algar se echaron a sus calles -silla mediante- el pasado viernes 30 de julio. Corrillos de familiares y amigos reunidos en las puertas de sus casas para hacer patente ante la Unesco la valía de este gesto y costumbre popular entre sus ciudadanos. Consigan o no la declaración, los vecinos algareños ya tienen un nuevo orden del día que comentar en sus salidas a media tarde a la fresca.