Albarracín, Garachico o Moratalla: ¿Sabes cuál es el pueblo más popular de cada provincia?
Casi 50 pueblos, todos preciosos, que ocupan el calendario de días libres de todo el año
Fortalezas inexpugnables, iglesias para la paz interior y plazas medievales donde compartir un almuerzo
Esta lista de lugares imprescindibles de toda España demuestra que no hace falta cruzar fronteras para hacer turismo
Si le podemos buscar algo positivo a la Covid-19 y a las restricciones a la hora de salir de una región es que hemos redescubierto nuestro lugar de residencia, ya sea una ciudad grande o pequeña, recorriendo los pueblos más famosos de cada provincia. Con la falta de libertad de movimiento hemos adoptado con devoción el papel de los turistas.
Tal como se plantea el futuro más inmediato el denominado turismo de proximidad será la tendencia de cara a las salidas en fines de semana, puentes y vacaciones. La plataforma de tours y actividades en todo el mundo, Musement, ha realizado una selección de los pueblos más populares de España, que reúnen la condición de tener menos de 20.000 habitantes. Seguro que de esta gran lista de propuestas te surgen nuevos planes. En Uppers ya nos estamos planificando con el calendario en la mano para conocer el pueblo más popular de cada provincia.
MÁS
Andalucía
Osuna (Sevilla): es de origen romano y en la dominación musulmana se llamaba Oxona. Tras ser conquistada por Fernando III de León y Castilla en 1239 se convirtió en un punto estratégico como defensa ante el reino nazarí de Granada. En Osuna hay mucho que ver por su gran patrimonio artístico. No te pierdas el Monasterio de la Encarnación, la Iglesia Colegial o las Canteras.
Frigiliana (Málaga): su casco histórico con estrechas y empinadas calles es para perderse. Se encuentra en el Parque Natural de las Sierras de Almijara, Tejeda y Alhama. La panorámica de todo el pueblo desde el mirador del Callejón del Peñón es espectacular.
Setenil de las Bodegas (Cádiz): es uno de los lugares emblemáticos de la Ruta de los Pueblos Blancos ubicados en la Sierra de Cádiz. Muchas de las viviendas fueron construidas bajo la roca de la montaña convirtiendo la localidad en única.
Guadix (Granada): además de su catedral y el Teatro Romano, destaca el famoso barrio de las casas-cueva con más de 2.000 habitadas, por ello se la conoce como la “Capital Europea de las Cuevas”.
Rute (Córdoba): se encuentra en el Parque Natural de la Sierra Subbética y al pie de la Sierra de Rute. Cuenta con numerosos museos gastronómicos, en los que se siguen haciendo anís, azúcar, turrón o chocolate, entre otros productos, empleando las mismas fórmulas de hace siglos.
Mojácar (Almería): el pueblo despunta en blanco con sus pintorescas calles empinadas. Puedes visitar la Plaza del Parterre, la Iglesia de Santa María o la Puerta de la Ciudad. Antes de llegar te recibe un inmenso arenal de 7 kilómetros de playas.
Cazorla (Jaén): el pueblo se encuentra entre campos de olivos y en la falda de la Sierra de Cazorla. Es imprescindible el Castillo de la Yedra y también acercarse al Balcón de Zabaleta para contemplar y fotografiar toda la estampa.
Aracena (Huelva): está en el Parque Natural Sierra de Aracena y Picos de Aroche. Lo más llamativo es la Gruta de las Maravillas, con sus estalactitas y estalagmitas, pero también hay que ver el Castillo de Aracena y el Museo del Jamón.
Aragón
Tarazona (Zaragoza): es una de las ciudades más monumentales de Aragón, por la Catedral de Santa María de la Huerta de estilo gótico francés, pero con elementos mudéjares y renacentistas. También destaca el Castillo de Grisel del siglo XIV, que se ha transformado en un hotel.
Jaca (Huesca): la localidad, a 820 metros de altitud, es bien conocida por los amantes de los deportes de invierno gracias a su cercanía a estaciones de esquí. Sin embargo, es asombrosa la Ciudadela, una fortaleza del siglo XVI con forma pentagonal. Se pueden visitar además la Catedral del siglo XI, una de las primeras en España de estilo románico, el Museo Diocesano o el Monasterio de Las Benedictinas.
Albarracín (Teruel): es un pueblo medieval pequeño, pero uno de los rincones más bellos del país. Enclavado en una colina de los Montes Universales, lo rodea casi por completo el río Guadalaviar. La Catedral, las Murallas, el Castillo Musulmán, la Iglesia de Santa María o el Palacio Episcopal son paradas obligadas en la visita.
Asturias
Llanes: su casco antiguo se ha declarado Conjunto Histórico-Artístico. Sus palacios y las casas blasonadas entre las calles dejan con la boca abierta. El puerto pesquero y deportivo con Los Cubos de la Memoria de Ibarrola, la Playa de El Sablón o el Paseo de San Pedro sobre los acantilados del Mar Cantábrico son espectaculares.
Canarias
Teror (Las Palmas): es un asombroso pueblo de la isla de Gran Canaria donde se construyó en 1760 la Basílica de Nuestra Señora del Pino, en honor a la Virgen del Pino, la patrona de la diócesis de Canarias. El centro histórico es precioso con sus balcones característicos de la arquitectura canaria, principalmente los de la Plaza del Pino y los de la Calle Real.
Garachico (Santa Cruz de Tenerife): en 1706 el pueblo sufrió la erupción del volcán Trevejo, pero tras años de esfuerzo muestra un rico patrimonio arquitectónico de los siglos XVI y XVII que nos traslada en el tiempo.
Cantabria
Comillas: es la “Villa de los Arzobispos”, con los monumentos modernistas de mayor relevancia de Cantabria. El Capricho de Antonio Gaudí es sorprendente pero no puedes dejar de visitar el Palacio de Sobrellano, la Capilla Panteón de Sobrellano, pasear por sus calles o bajar a la Playa de Comillas.
Castilla y León
Tordesillas (Valladolid): la historia de España está ligada a esta villa; en 1494 se firmó el Tratado de Tordesillas. Fernando II de Aragón y la reina Isabel I de Castilla acordaron con el rey Juan II de Portugal la modificación de la línea de demarcación que dividía al mundo entre España y Portugal. Las Casas del Tratado, el Real Monasterio de Santa Clara, la Iglesia de Santa María y la Plaza Mayor son algunos de los lugares que recorrer.
Astorga (León): el patrimonio artístico, histórico y gastronómico de la localidad es enorme. Su nacimiento se remonta a la época prerromana y se pueden ver un tramo del foso del sistema defensivo del campamento romano original, las Termas Menores, el templo Aedes Augusti o el Museo Romano. Aquí además confluyen dos de las principales rutas del Camino de Santiago, el Camino Francés y la Vía de la Plata. También es de interés el Palacio Episcopal de Gaudí.
Lerma (Burgos): la localidad, ubicada sobre un cerro a las orillas del río Arlanza, destaca por tener uno de los mejores conjuntos arquitectónicos de estilo herreriano de España. Su historia está atada a la del Duque de Lerma, que en el siglo XVII la ordenó construir a su capricho. Era el valido de Felipe III y mientras le celebraba fiestas en el Palacio Ducal, el Duque gobernaba desde la villa.
Ciudad Rodrigo (Salamanca): es una ciudad amurallada con un casco histórico que fue declarado Conjunto Histórico-Artístico. Hay muchos lugares que visitar como el Castillo de Enrique II de Trastámara o la Catedral de Santa María.
Puebla de Sanabria (Zamora): se localiza en el Parque Natural del Lago de Sanabria. Sus calles empedradas y casas características de piedra y balconadas de madera lo hacen emblemático. Son imprescindibles el Castillo de los Condes de Benavente o la Iglesia de Santa María del Azogue.
Cervera de Pisuerga (Palencia): la pequeña villa con su Plaza Mayor de soportales y columnas de piedra muestran la arquitectura castellana tradicional. Entre sus calles aparecen casas blasonadas como la Casa de Los Leones, el Palacio de Los Gil o un antiguo caserón del siglo XVI que hoy es la bolera municipal.
Arenas de San Pedro (Ávila): se sitúa en la Sierra de Gredos a 510 metros de altitud. Puedes visitar el Castillo del Condestable Dávalos, declarado Monumento Histórico-Artístico en 1931, o la Torre del Homenaje, que alberga un museo.
Pedraza (Segovia): el pueblo está amurallado y es medieval. Su patrimonio cultural es inmenso; fue declarado Conjunto Histórico en 1951 con la Cárcel, el Castillo de Ignacio de Zuluaga o el Pozo de las Hontanillas.
Medinaceli (Soria): el monumento imprescindible de la localidad es el Arco de Medinaceli, ya que está fechado en el siglo I. El resto del patrimonio también es de gran belleza arquitectónica como la Plaza Mayor, el Palacio Ducal o el Convento de Santa Isabel del siglo XVI, construido junto a la Iglesia de San Martín.
Castilla-La Mancha
Consuegra (Toledo): en este pueblo despuntan sus 12 molinos de viento, lugar de aventuras, junto con el Castillo de la Muela, del hidalgo Don Quijote de La Mancha de Cervantes.
Almagro (Ciudad Real): entre los muchos atractivos de la villa, el mayor protagonismo se lo lleva el Corral de Comedias, el único que se ha conservado en el tiempo tal y como era en el siglo XVII. Todavía está abierto y se siguen celebrando actuaciones. Además, la ciudad acoge todos los años el Festival de Teatro Clásico de Almagro, uno de los mayores referentes del mundo artístico.
Alcalá del Júcar (Albacete): la localidad también fue declarada Conjunto Histórico-Artístico en 1982. Algunos de sus puntos de mayor interés son la Ermita de San Lorenzo, el Castillo, el Puente Romano y las pintorescas casas-cueva que se integran en el corazón del peñón donde se levanta el pueblo.
Sigüenza (Guadalajara): hay constancia de asentamientos en el pueblo durante el Paleolítico y el Neolítico porque era una zona desde la que controlar el paso del alto Henares y los valles de los ríos Dulce y Salado. Los rincones que visitar son muchos: la Plaza Mayor con sus soportales, el Castillo que domina la ciudad, la Casa del Doncel o la Catedral.
Belmonte (Cuenca): en 1456 se construyó el castillo de Belmonte, de estilo gótico-mudéjar, para preservar la zona de posibles incursiones. El castillo fue heredado por Eugenia de Montijo, futura emperatriz de Francia, en el siglo XIX.
Cataluña
Cardona (Barcelona): su castillo inexpugnable tiene aún más historia porque fue edificado en el año 886 por Wilfredo el Velloso. Después se convirtió en el lugar de residencia de los señores de Cardona, apodados los Reyes sin Corona, durante la Edad Media.
Miravet (Tarragona): también presume de castillo. Es templario, del siglo XII, y se levantó a orillas del río Ebro. Aprovechando las paredes de la atalaya sobre la que está el castillo se fueron edificando las casas del pueblo y tomando forma sus calles.
Cadaqués (Gerona): es uno de los pueblos de mar más emblemáticos del Mediterráneo y de la Costa Brava. Cuenta con edificios singulares como la Casa de Don Octavio Serinyana, la Torre del Colom o la Iglesia Parroquial de Santa María, pero también con una agradable playa que se comparte con las tradicionales barcas de pesca.
Solsona (Lérida): es una población medieval con un inmenso legado barroco como La Catedral, el Palacio Episcopal o el Portal del Puente. También hay que acercarse a la Torre de Las Horas, la Plaza Mayor o la Poza de Hielo que sirvió para almacenar el hielo del río Negre desde el siglo XVII hasta el XIX.
Comunidad de Madrid
Chinchón: de esta localidad el mayor de sus tesoros es la Plaza Mayor. Sus casas se unen alrededor de ella con cientos de balcones de madera y soportales. Es el punto de reunión de vecinos y visitantes porque los balcones se alquilan para asistir a los eventos que se celebran. Además, hay que subir a una de las partes altas del pueblo para ver la Torre del Reloj y la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
Comunidad Valenciana
Bocairent (Valencia): se encuentra en el Parque Natural de la Sierra de Mariola en Alicante. Es un pueblo de piedra insólito con Les Covetes dels Moros, un conjunto de cuevas artificiales con más de 50 “ventanas”, en el acantilado Barranc de la Fos, que se utilizaron como graneros o almacenes durante siglos. Hay casas medievales que se pueden visitar al igual que desde la Plaza del Ayuntamiento se contemplan otras más señoriales estrechísimas y de gran altura.
Guadalest (Alicante): la historia de este encantador pueblo data de la época musulmana. Se construyó sobre una montaña de roca y gracias a todos los monumentos que reúne fue declarado Bien de Interés Cultural. Son muy bonitos el Castillo de San José, el Castillo de la Alcozaiba o el museo Casa Orduña.
Peñíscola (Castellón): a orillas del Mediterráneo, los templarios construyeron su castillo entre 1294 y 1307 sobre los restos de la antigua alcazaba árabe, ubicada en un peñón. Después el Papa Luna, Benedicto XIII, lo convirtió en su sede pontificia. Al abrigo del castillo y de sus murallas se reparten sus casas y preciosas calles empedradas con miradores al mar.
Extremadura
Zafra (Badajoz): en una de las columnas de los soportales de la Plaza Chica está la “vara de Zafra”, un sistema usado para medir por los comerciantes que desde 1380 acudían al mercado semanal. El Alcázar de los Duques de Feria, el Convento-Museo de Santa Clara y la Candelaria merecen la pena.
Trujillo (Cáceres): la Plaza Mayor es la estrella de la localidad y forma parte de la Ruta de los Conquistadores, una visita que recorre todos los lugares relacionados con el Descubrimiento de América, porque aquí nació Francisco de Pizarro. Hay muchos monumentos a los que acercarse como el Castillo del siglo IX, de la época de esplendor del Califato de Córdoba, la Iglesia de Santiago o la Iglesia Parroquial de Santa María La Mayor.
Galicia
Betanzos (A Coruña): es la Ciudad de los Caballeros y fue la capital de una de las provincias del antiguo Reino de Galicia. Su casco antiguo fue declarado Conjunto Histórico-Artístico en 1970 con la Plaza de los Hermanos García Naviera, el edificio Archivo-Liceo o el Hospital de San Antonio.
Cambados (Pontevedra): es un precioso pueblo marinero y la «Capital del Albariño», uno de los vinos estrella que se producen en Galicia. La Plaza y el Pazo de Fefiñanes, el Pazo de Ulloa o la Torre de San Saturniño, el Arco Puente, la Iglesia de San Benito… son solo algunos de los puntos que contemplar.
Ribadeo (Lugo): el casco histórico repleto de palacios blasonados o las casonas indianas del barrio de San Roque muestran la característica riqueza de la arquitectura gallega. También es un reclamo su famosa playa de las Catedrales para pasear por ella con la marea baja.
Allariz (Ourense): en 1994 recibió el Premio Europeo de Urbanismo tras las obras de rehabilitación del casco histórico de la villa. Cuenta con templos románicos y el Ponte de Vilanova sobre el río Arnoia que atraviesa el pueblo.
Islas Baleares
Valldemossa: esta pequeña localidad de calles empedradas se encuentra en la isla de Mallorca, entre la sierra de Tramuntana y el Mediterráneo. Está a 400 metros sobre el nivel del mar y la rodea la vegetación típica de la zona. En la Real Cartuja de Jesús de Nazareth, antiguo monasterio de los monjes cartujos, estuvieron alojados Chopin, Unamuno o Jovellanos.
La Rioja
Haro: es el destino preferido de los amantes del turismo enológico porque lo abrazan bodegas y campos de viñas. Pero también destaca su patrimonio arquitectónico y cultural con su centro histórico, la Iglesia de Santo Tomás, la Basílica de Nuestra Señora de la Vega o los palacios señoriales, de los siglos XVI y XVIII.
Navarra
Olite: su castillo medieval es el monumento más importante de Navarra y de las mejores fortalezas de España. Además, fue sede real durante la Edad Media. Son preciosas la Iglesia de San Pedro, la Iglesia de Santa María la Real, las murallas romanas o la Plaza de Carlos III.
País Vasco
Bermeo (Vizcaya): es una villa pesquera que forma parte de la Reserva de la Biosfera de Urdaibai. Es imprescindible visitar el islote de la ermita de San Juan de Gaztelugatxe, a la que para llegar hay que ascender 241 escalones. En el mismo pueblo son espectaculares la Torre Ercilla, el Puerto Viejo, la Iglesia de Santa Eufemia o el casco viejo.
Hondarribia (Guipúzcoa): está en la desembocadura del río Bidasoa frente al mar Cantábrico y destaca por sus casas típicas, balcones de colores y calles adoquinadas. Cuenta con un recinto amurallado construido en el Renacimiento, pero hay vestigios de la fortificación que datan de la Alta Edad Media.
Laguardia (Álava): es la capital de la Rioja Alavesa y conserva un excelente trazado medieval de la localidad con lugares imprescindibles como la Iglesia de Santa María de los Reyes o San Juan Bautista.
Región de Murcia
Moratalla: es un pueblo de montaña con un castillo-fortaleza de estilo gótico-militar levantino, que reconstruyó la Orden de Santiago y en el que destaca la Torre del Homenaje, del siglo XV y de 22 metros de altura. Otro de sus reclamos es el ritual de las tamboradas, en Semana Santa, declarado Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad por la Unesco y que se celebra en la Plaza de la Farola.