Antes de que la pandemia de la Covid-19 llegase y cambiase nuestras vidas, hábitos y costumbres, el turismo era uno de los sectores más punteros del mundo. Según los datos presentados por la Organización Mundial del Turismo en su Barómetro del Turismo Mundial de 2019, el último año de la vieja normalidad, el turismo alcanzó los 1.500 millones de viajeros en todo el mundo, aumentando un 3,8% sus cifras respecto a 2018 y registrando un incremento generalizado en todas las regiones del mundo, aun a pesar de las tensiones políticas y sociales de algunos destinos.
El turismo, tal y como señala el informe, crecía por décimo año consecutivo, convertido ya en uno de los principales sectores en exportación y creación de empleo y en un motor clave para el desarrollo de muchas economías, ya fueran avanzadas o en desarrollo. En concreto, el sector registró unos ingresos que alcanzaron los 1,7 billones de dólares, unas cifras de escándalo que lo convertían en una auténtica locomotora económica y que, de hecho, manifestaba que su crecimiento era más rápido que el de la economía global.
El documento de la OMT, cuyas previsiones para el futuro no esperaban, como es natural, la irrupción de una crisis sanitaria como la que hemos vivido, preveía un escenario de optimismo cauteloso de cara a 2020, con un crecimiento de entre el 3% y el 4% con respecto a las cifras de 2019. Unas cifras, que finalmente, no pudieron materializarse por obvios motivos.
Así, en 2020 los datos del turismo mundial registraron una caída sin precedentes de hasta el 74% que lo trasladó a los niveles de hace treinta años, con tan solo 381 millones de viajeros y una pérdida de aproximadamente 1,3 billones de dólares estadounidenses en exportación que también se trasladó al empleo, donde se han puesto en riesgo entre 100 y 120 millones de trabajos directos, siendo los principales afectados las pequeñas y medianas empresas.
Las previsiones del Barómetro del Turismo Mundial de 2020 de cara a este 2021 eran diversas, con expertos mostrándose optimistas con una leve recuperación y otros, más negativos, pensando que la situación seguiría igual que el año pasado. Aun así, el escenario previsto indicaba que el sector tardaría entre dos años y medio y cuatro en volver a las cifras que registraba antes de la pandemia de la Covid-19, dependiendo de la región.
A falta de que finalice el año y la OMT pueda elaborar un informe completo sobre la situación del sector en 2021, de momento lo que se conoce es que el turismo ha registrado una caída del 80% en los siete primeros meses del año, con respecto a 2019, pero que ha mostrado síntomas de mejora entre junio y julio gracias a la apertura de las fronteras en muchos países y al levantamiento de varias restricciones. Así, según señala la OMT, se calcula que en el mes de julio cruzaron las fronteras internacionales 54 millones de turistas, una cifra que, pese a ser un 67% más baja que la de 2019, marca el mejor dato desde abril de 2020.
Mientras esperamos a que el sector pueda recuperarse y volver a los niveles de la vieja normalidad, vamos a echar la vista hasta 2019 para identificar aquellos destinos que más turistas recibieron, con la esperanza que en los próximos años estos escenarios se repitan.
Así, de acuerdo a los datos de la OMT, los países más visitados del mundo cuando el mundo aún era el mundo que conocíamos fueron Francia, España, Estados Unidos, China, Italia, Turquía, México, Tailandia, Alemania y Reino Unido.
El informe de 2019 revela que Europa, pese a haber registrado un crecimiento inferior al de otros años, siguió manteniéndose a la cabeza en términos de número de llegadas internacionales, registrando 743 millones de turistas. Asia y el Pacífico, a su vez, se mantuvieron por encima de la media, mientras que en las Américas mostraron unos resultados heterogéneos y África un muy positivo crecimiento. No obstante, la región que experimentó un mayor crecimiento en 2019 fue la de Oriente Medio, tras haber casi duplicado la media mundial.