Intercambio de casas en invierno: "De esquiar en Andorra a casarnos en Las Vegas, llevamos 200 viajes"

  • El intercambio de casa en la nieve es una opción cada vez más reclamada por los amantes del esquí

  • Elisabeth y Pedro, dos veteranos en este tipo de turismo, se estrenaron en Andorra y acumulan ya 200 intercambios

  • La pareja comparte con nosotros su propio manual de estilo para intercambiar de forma segura y relajada

Una montaña suficientemente blanca, unas pistas abiertas para esquiar y muchas ganas de ponerse en modo invierno. No se necesita mucho más para disfrutar de la nieve si uno está dispuesto a intercambiar su casa por una en la montaña. Más barato, más cómodo y, con un poco de suerte, ni siquiera hay que desplazarse con todo el material o equipo de esquí.

Pedro López y Elisabeth Serelde estrenaron su largo periplo de intercambio de casas en Andorra, hace ya once años. "Vimos la web HomeExchange y enviamos una solicitud a una familia. Nos sentimos muy a gusto y la experiencia fue muy positiva", explican. Para esta pareja, padres de una adolescente, viajar es una forma de vida que, además de permitirles crecer, conocer, experimentar o soñar, les ha unido como familia. "Nos gustó la posibilidad de viajar por el mundo ahorrando dinero y viviendo como cualquier persona local allá donde vayamos", dicen.

Reconocen que esa primera vez tuvieron cierto miedo, pero la posibilidad de viajar así les llamaba tanto la atención, que siguieron adelante. Y enseguida notaron la diferencia con respecto al turismo convencional: nada de tours guiados, visitas precipitadas o precios de escándalo. La sensación de su estreno en Andorra no pudo ser mejor: "La casa estaba en la montaña y era primavera, por lo que disfrutamos de la nieve y de un fin de semana muy bonito en familia".

200 intercambios y otras tantas anécdotas

La experiencia fue tan grata que, desde entonces, han repetido el intercambio en casas en la nieve, en la ciudad, en la playa… Si de algo pueden presumir, además de aventureros, es de veteranía: 200 intercambios. "Hemos visitado -detallan- todos los continentes del mundo. Hemos estado en México (seis veces), EEUU (Nueva York, Los Ángeles, Orlando, Las Vegas o San Francisco), Australia, Nueva Zelanda, Vietnam, Singapur, Indonesia (Bali), Hong Kong, Tailandia, Dubái y Marraquech". También han recorrido casi toda Europa y, por supuesto, España.

No es extraño que esta pareja acumule anécdotas hasta aburrir. Se casaron durante un intercambio en Las Vegas, en la isla de Lantau (Hong Kong) descubrieron que existen los delfines rosados y en Los Ángeles tuvieron como vecinos a Janet Jackson y Justin Bieber. "Hemos vivido tantas experiencias que las vamos escribiendo en un blog familiar que hemos llamado Trotamundos Family". La casa de Elisabeth y Pedro no es demasiado amplia, pero disfruta de un gran privilegio: su proximidad al mar. "Tiene bonitas vistas y está cerca de la playa. Además, la entregamos siempre limpia y ordenada, con todas las comodidades que puede tener un hogar".

Manual de uso y disfrute

El secreto para disfrutar está, según explican, en despertar nuestro espíritu hospitalario que ellos describen como si fuese un manual de uso:

  1. Estar en contacto con el invitado a través del móvil y del WhatsApp para poner cara y voz a esas personas que entrarán en tu casa.
  2. Dejar bien clara la información: hora de entrada y salida y confirmar la llegada.
  3. Ofrecer la casa ordenada, reservando un hueco para los invitados.
  4. Hacer que se sientan como en su casa, dejando unos mínimos en la nevera, por ejemplo, o permitiéndoles el acceso a internet. Si la casa está en la playa, poner a su disposición una sombrilla o unas esterillas, como hacen ellos; y si está en la nieve, el equipo básico para esquiar.
  5. Obsequiarles con algún producto típico de la zona.
  6. Dejar claro cómo quieren que dejen todo.
  7. Facilitarles algún folleto o guía turística para moverse por la zona.
  8. Simplificar el funcionamiento de los electrodomésticos u otros elementos.
  9. Planificar la entrega de llaves.
  10. Información exacta de cualquier otro detalle.

Un ejemplo más de la economía colaborativa

Por su veteranía, Elisabeth y Pedro han podido ser testigos de la evolución de este concepto vacacional en España. "Cuando empezamos no había demasiadas casas y todo era más difícil. Ahora dispones incluso de una aplicación para móvil que facilita el cierre de intercambios. Ha subido el número de casa que se ofertan y, aunque sigue habiendo reticencias a la hora de dejar tu casa a un extraño, existen seguros que ayudan a confiar".

Pilar Manrique, portavoz de HomeExchange en España, lo corrobora con datos. "En nuestro país, el intercambio de casas alcanzó las 356.200 pernoctaciones en 2021. Concretamente, las escapadas de invernales del último trimestre crecieron un 173% respecto al mismo periodo del año anterior, a pesar de las nuevas olas de la pandemia. Es una opción para disfrutar del esquí con mayor seguridad, comodidad y confianza".

El intercambio es una modalidad más de la economía colaborativa que emerge cada vez con más fuerza en diferentes ámbitos. "En el caso de los amantes de la nieve, permite hacer escapadas en unas condiciones confortables y sin pagar más que la cuota anual de la plataforma", señala Manrique. Para terminarnos de convencer, nos propone destinos muy reclamados por los aficionados del esquí, como Sierra Nevada, Baqueira Beret, Andorra, Chamonix o los Dolomitas (en los Alpes).

Solo es cuestión de elegir el tipo de casa que mejor se ajustará a lo que buscamos. Un apartamento en el corazón de Sierra Nevada con vistas panorámicas de las montañas, una casita de madera en Baqueira Beret, una vivienda a 1.700 metros de altitud en el Prepirineo catalán o la de la francesa Carole, en la localidad de Chamonix, a los pies del Mont Blanc.