Quedan pocas horas para Acción de Gracias y, en su casa de Florida, Ángela C. termina de comprobar todo el equipaje de mano antes de partir al trabajo. Toca jornada reducida porque, de ahí, irá al aeropuerto para coger un vuelo que le llevará a Atlanta y otro a Knoxville, en el estado de Tennessee, donde se reunirá con su familia. Es 'ThanksGiving' en Estados Unidos y eso implica dos cosas: comer pavo y viajar.
Como ella, más de 55 millones de estadounidenses se desplazarán un mínimo de 80 kilómetros para ir a la cena de ThanksGiving, lo que supone un incremento de 1,6 millones de desplazamientos respecto a 2018, un 2,9% de variación positiva, según la Asociación del Automóvil Americano (AAA).
¿Por qué es tan popular esta celebración? "Creo que es más importante la Navidad", nos cuenta Ángela C., sin embargo, "ThanksGiving no tiene una afiliación religiosa, así que es más inclusiva para todos los americanos. Diría que es como la quintaesencia de este país, una fiesta típica estadounidense llena de tradiciones para celebrar con familiares y amigos".
El éxodo para llegar al destino comenzó el pasado martes, cuando se pudieron ver las típicas imágenes de las carreteras atestadas de coches. La mayoría de estas vías, de seis carriles por sentido, no aguantan la gran afluencia de estadounidenses desplazándose y terminan colapsándose, como se puede ver en estas imágenes que se repiten año tras año.
Según la AAA, la gran mayoría de los viajeros durante este día lo hacen con su coche, unos 49,3 millones de personas en total, un 5% más que el año anterior y la cifra más alta en 14 años. En ciudades como Los Ángeles, Nueva York o Atlanta la previsión es que los atascos duren el triple.
Además, desde la propia Asociación, en colaboración con la agencia de bigdata INRIX, también hacen un estudio de cuáles son los peores momentos para salir de la ciudad. Así, la hora menos adecuada para salir de San Francisco, por ejemplo, es el miércoles de 13 a 15h, cuando los atascos se pueden multiplicar por cuatro. En el caso de Los Ángeles, el peor momento también se produce el miércoles de 14.30 a 16.30.
En otras ciudades, como Houston, Boston, Seattle, New York o Washington la salida se hace más escalonada y, aunque hay atascos importantes, no llega al nivel de San Francisco. En Houston, además, se encuentra la autopista con más carriles del mundo, la 'Katy Freeway'. Una vía que llega a sumar en algún tramos hasta 26 carriles. Es parte de la Interestatal I-10, que une el sur del país de costa a costa, desde Los Ángeles (California) hasta Jacksonville (Florida). Este monstruo de la ingeniería civil de transporte soporta a diario 220.000 vehículos.
Todo ese caos en las carreteras termina influyendo en el estado de ánimo de la gente que viaja. Ángela C., que lo hace en avión este año, cree que "no hay mucha paciencia durante los desplazamientos de vacaciones. Están más estresados que habitualmente, especialmente si viajan con una gran familia o en grupo".
Entrada a uno de los parking del aeropuerto de Orlando
Y los nervios y el descontrol no están únicamente en las autopistas. Los parking de los aeropuertos y sus accesos también colapsan. "Tenía una plaza reservada en el aeropuerto de Orlando y cuando he llegado había 'overbooking' así que he tenido que cancelar, hacer una nueva reserva en otro parking, volver a sufrir el atasco y, finalmente, aparcar", nos cuenta Ángela C. desde el propio aeropuerto.
Los precios de la gasolina han estado fluctuando en los últimos tiempos aunque, para esta fecha, se encuentran por debajo de la media, lo que permitirá a los norteamericanos ahorrar algo de dinero en los desplazamientos. Según la AAA, el precio medio por cada galón es de $2,57; es decir, 0,62€ por cada litro de gasolina, mucho más barato que en España, donde el precio medio por litro es de 1,27€.
Durante la celebración de ThanksGiving, el riesgo no está únicamente en los desplazamientos de ida y vuelta, sino también en los que se producen la propia noche de Acción de Gracias. Es una de las noches en la que los bares hacen más caja, y eso tiene una consecuencia: la gente conduce con más alcohol en las venas y aumentan los riesgos.
Los datos son demoledores. Según la Administración nacional de Seguridad Vial, "más de 800 personas han fallecido en accidentes en carretera entre 2012 y 2016", indican, pero los datos se han disparado en los últimos años: en 2017 murieron 470 personas, mientras que en 2018 la cifra bajó hasta 385", que sigue siendo una cifra alarmante igualmente.
"El aeropuerto suele estar saturado, pero es importante, cuando viajas por vacaciones, tener la mentalidad de que habrá más gente que en días normales y las colas para la zona de seguridad serán más largas", explica Ángela C.
"Nos han dicho que tenemos que llegar al aeropuerto tres horas antes, en lugar de las dos horas habituales para vuelos domésticos, aunque creo que estar allí entre dos y tres ya es seguro. De todos modos, suelo estar en 'horario latino' y casi siempre llego tarde", bromea antes de lanzarse a la fila del control de seguridad.
Control de seguridad del aeropuerto de Orlando
Durante este año se prevé que los viajes en avión, que se realizan en gran parte durante la jornada del miércoles previo a la festividad, aumenten un 4,6% respecto al año pasado, transportando a 4,5 millones de norteamericanos. Si un avión tiene, de media, 180 plazas de pasajeros, son unos 25.000 vuelos tan solo durante un día.
"Aumentan el 100% de las veces", comenta Ángela. "Tienden a limitar los tickets disponibles, lo que obliga a las personas a comprar los vuelos más caros. Siempre miro los días de viaje no tradicionales para tener buenas ofertas o empiezo a vigilar los precios a principios de noviembre. Las ofertas de última hora a veces ocurren, pero es como una apuesta, una apuesta que a mi madre no le gustaría que hiciera", nos cuenta.
Tiempo medio de espera en el control de seguridad
Según un análisis reciente de la AAA sobre los precios de los billetes de avión durante los últimos tres años reveló que la mejor opción para volar en ThanksGiving es el lunes de la semana en la que se celebra la fiesta, con un precio medio por billete de $486. Sin embargo, cuando más barato sale es en el mismo día de Acción de Gracias, aunque te juegas no llegar a tiempo a trinchar el pavo.
Y ahí está el truco, en viajar cuando nadie viaja. "Por ejemplo, ThanksGiving es el jueves. Mucha gente viaja de miércoles a domingo. Yo este año volveré a casa el lunes por haber cogido una buena oferta, pero con ThanksGiving, si vuelves el lunes, tienes que coger un vuelo de ojos-rojos, de madrugar mucho", concluye esta ciudadana americana.