Ahora que ha llegado la primavera, es normal que empecemos a pensar en nuestras vacaciones de verano. Después de un 2020 marcado por el estado de alarma y el confinamiento por la pandemia del coronavirus, son muchas las familias que esperaban el nuevo año con la esperanza de que la vieja normalidad volviese y pudiésemos viajar con normalidad por el extranjero, pero todo parece indicar que el verano de 2021 será más parecido al de 2020 de lo que esperábamos.
Por suerte, en España contamos con una gran cantidad de lugares con encanto en los que podremos disfrutar de una buena escapada, siempre y cuando las restricciones sanitarias lo permitan. Ahora que estamos empezando a planificar nuestras vacaciones, es un buen momento para volvernos hacia el turismo rural y aprovechar este año tan extraño para descubrir algunos de los pueblos de montaña más bonitos y visitados de nuestro país. Para ayudarnos con nuestra elección, el portal especializado en alojamiento rural Clubrural ha elaborado una selección con los 50 pueblos de España más visitados durante el 2020. Estos son algunos de ellos.
Uno de los mejores lugares para descubrir el Pirineo Aragonés. Ubicada en el Valle de Aragón, Jaca es un importante centro cultural y turístico que destaca por por un patrimonio histórico y artístico en el que podremos encontrar restos de su pasado romano, árabe y católico y una amplia variedad de edificios modernistas. Su casco antiguo es uno de los mejor conservados de todo Aragón, y en él podremos encontrar algunas de las construcciones más icónicas del pueblo, como la Catedral románica, el Castillo de San Pedro o la Ciudadela. Además, forma parte de la ruta francesa del Camino de Santiago y cuenta con dos importantes estaciones de esquí: Astún y Candanchú.
Emplazada dentro de la Sierra de Cazorla, Cazorla es el municipio más importante de la comarca de Jaén. Se trata de un pueblo que destaca por un patrimonio histórico único, donde podemos disfrutar de una amplia variedad de yacimientos arqueológicos de origen íbero, romano y árabe, o del precioso Castillo de la Yedra, una construcción que data de la época bereber y que combina elementos musulmanes con rasgos cristianos. Además, si queremos disfrutar de un día de naturaleza, Cazorla nos abrirá las puertas al Parque Natural de las Sierras de Cazorla, Segura y Las Villas, uno de los enclaves naturales más importantes de todo el país.
Uno de los pueblos más visitados de Asturias. Situado en las proximidades de los Lagos de Covadonga y el Santuario de Covadonga, la antigua capital del Reino de Asturias destaca por su historia, ya que fue aquí donde se libró una de las batallas más destacadas de la época de la Reconquista: la batalla de Covadonga. En Cangas de Onís disfrutaremos de un variado patrimonio cultural, con construcciones tan destacadas como la ermita de la Santa Cruz, la Basílica de Santa María la Real de Covadonga o el Puente Romano, una obra medieval que en 1931 fue declarada Monumento Histórico Artístico y que se ha convertido en el emblema de la ciudad. Eso sí, no olvides sacar tiempo para visitar la cueva de Covadonga y los Picos de Europa, dos lugares imprescindibles para todo amante de la naturaleza.
Castilla La Mancha es una comunidad llena de pueblos de gran belleza que merece la pena visitar. Uno de ellos es Yeste, en Albacete. Perteneciente a la Sierra de Segura, este municipio está marcado por la diversidad de culturas que, a lo largo de su historia, han dejado su huella en la arquitectura, trazados de las calles y sociedad. En él podemos encontrar un variado patrimonio histórico en el que destacan la Iglesia de la Asunción y el Castillo, una monumental construcción de origen andalusí y con detalles góticos que se alza en lo alto del pueblo.
Situada en la Vega del Valle del Alberche, Navaluenga es un pueblo que destaca por su belleza natural. Su privilegiada ubicación a los pies de la Sierra de Gredos nos permite disfrutar de unos paisajes idílicos en el que destacan las famosas Gargantas y las piscinas naturales que forma el río Alberche a su paso por el valle.
Conocida como la villa de las tres mentiras, pues no es santa, ni llana, ni tiene mar, este pueblo se caracteriza por sus calles empedradas de la época medieval, sus balcones repletos de flores y las fachadas de las casas antiguas. Las Torres de Merino y Don Borja y el Monasterio de Santa Juliana son algunos de sus monumentos más destacados, pero si viajas a Santillana del Mar no puedes olvidarte de visitar las Cuevas de Altamira, una de las cuevas con las pinturas prehistóricas más famosas del mundo.