Planeando la Semana Santa: los pueblos más bonitos de cada comunidad autónoma
Si aún no has decidido qué hacer, te ofrecemos los 17 destinos más bellos donde disfrutar de tus próximas vacaciones
España dispone de un enorme patrimonio histórico y cultural perfectamente conservado que se traduce en una sólida oferta turística
El turismo de playa se ve complementado por el gastronómico y el de naturaleza
Pensar en el destino de vacaciones no es tarea fácil. Hay que cuadrar agendas y elegir cuidadosamente el sitio que mejor encaje teniendo en cuenta el tiempo de que disponemos y los kilómetros que queramos hacer. Para ponértelo fácil, ya te habíamos ofrecido el listado de los pueblos más bonitos de cada provincia. Ahora, damos un paso más: los 17 enclaves más pintorescos de cada comunidad autónoma, según Tapas Magazine. Seguramente, se te ocurren algunos que no están, pero sí te aseguramos que todos los que están son de los más bellos del territorio nacional.
Aragón: Aínsa, en plenos Pirineos
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En Huesca, en la antigua capital del condado de Sobrarbe, nos espera Aínsa, donde podremos pasear por calles llenas de historia. Considerado uno de los pueblos más bonitos de Aragón, se sitúa en la unión de los ríos Ara y Cinca. Aínsa conserva su trazado medieval, donde destaca un casco antiguo catalogado como Conjunto Histórico-Artístico. Como lo más sobresaliente, su plaza mayor, la iglesia románica de Santa María y los restos del antiguo castillo.
Andalucía: Véjer de la Frontera, el encanto de un pueblo blanco
El prototipo de pueblo andaluz. Sobre una colina se encuentra Véjer de la Frontera, el pueblo gaditano teñido de blanco declarado Conjunto Histórico Artístico en 1976 y I Premio Nacional de Embellecimiento de Pueblos en 1978. De su fundación, conserva la muralla, la iglesia parroquial del Divino Salvador o sus molinos. Dentro del término municipal, además, tenemos otros lugares que merecen una visita como El Palmar o Santa Lucía y su acueducto romano.
Asturias: Tazones, ruta imperial
En la verde Asturias se encuentra parte del legado imperial de Carlos V. Tazones es el único puerto asturiano que formaba parte de las rutas del emperador en Europa. El pueblo se ubica en el concejo de Villaviciosa y sus casitas de pescadores y rincones como la Casa de las Conchas siguen fascinando a los visitantes. Además, los barrios de San Miguel y San Roque han sido declarados Conjunto Histórico-Artístico. En cuanto a gastronomía, la oferta es igualmente fascinante.
Baleares: Pollença, el Mediterráneo más refinado
Situada al norte de Mallorca, Pollença, con su bahía, sus playas y su entorno nos sitúan en uno de los enclaves turísticos de más categoría. El encanto de este pequeño pueblo, que no ha caído rendido al turismo de masas, hace que sea apetecible en cualquier época del año. La localidad mallorquina es la preferida por muchos turistas nacionales e internacionales por sus calas, pero también por sus bosques, a pie de montaña, y por su atractivo 'slow'.
Canarias: Tejeda, naturaleza en su máximo esplendor
Tejeda se encuentra en Gran Canaria y se ubica sobre una abrupta caldera volcánica rodeada de barrancos. El principal atractivo del pueblo radica en lo espectacular de sus parajes naturales, muchos de ellos protegidos, como el del Roque Nublo, una roca colosal cincelada por la erosión del viento. Si lo tuyo es el senderismo o la escalada, Tejeda es perfecta para ti. El paisaje te trasladará a algunas zonas tropicales de Latinoamérica a poco más de dos horas de avión.
Cantabria: Santillana del Mar, historia y prehistoria
Conocida como La villa de las tres mentiras ("ni es santa ni es llana ni tiene mar"), este pueblo posee unos de los conjuntos medievales mejor conservados de España. Cerca de la villa, rebosante de restaurantes donde tomar los famosos sobaos o la deliciosa quesada pasiega, se encuentran las cuevas de Altamira, ubicadas en el interior del Museo Nacional y Centro de Investigación. Catalogadas como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, actualmente no pueden visitarse aunque sí pueden conocerse mejor en el museo. La réplica sí está disponible en el Museo Arqueológico de Madrid.
Castilla y León: La Alberca, tradición y buena gastronomía
En la provincia de Salamanca se encuentra el municipio de La Alberca. Pasear por sus plazas, contemplar sus edificios, donde las columnas de piedra, la madera y la cal forman un pintoresco conjunto, y adentrarse por alguno de los parajes de la Sierra de Francia, son sus principales bazas. La Alberca es perfecta si lo que buscas es un viaje sereno con un guiño a la gastronomía. Entre las compras, no faltarán los embutidos, muchos de ellos realizados aún siguiendo métodos tradicionales.
Cataluña: Beget, en las estribaciones de los Pirineos
La comarca de Camprodón aloja el pequeño pueblo de Beget. Situado entre la Alta Garrotxa y las primeras estribaciones de los Pirineos, conserva todas sus edificaciones medievales de piedra, con callejuelas estrechas, plazas centenarias y varios monumentos, referentes del Románico medieval, como la iglesia de San Cristóbal o los puentes que unen sus tres áreas urbanas.
Castilla-La Mancha: Villanueva de los Infantes, aromas del Siglo de Oro
La comunidad castellano-manchega destaca por tener varias localidades de raigambre histórica. Una de ellas es Villanueva de los Infantes, en Ciudad Real, una localidad llena de tesoros arquitectónicos renacentistas y barrocos. El conjunto monumental gira entorno a la plaza Mayor del siglo XVII, el Hospital de Santiago, la alhóndiga con su patio y la Casa del Arco. El Convento de Santo Domingo destaca por haber sido el lugar donde falleció Francisco de Quevedo.
Comunidad Valenciana: Altea, el sosiego de la Costa Blanca
La luz pura del sol, la inmensidad de sus campos de frutales, una arquitectura blanca coronada por azulejos esmaltados... Altea es un descanso para los sentidos. Situado en la provincia de Alicante, este pueblo combina lo mejor de la playa, los paseos por la sierra de Aitana y una oferta turística sosegada, pese a estar a pocos kilómetros de Benidorm. Además, los amantes del lujo podrán disfrutar de una las urbanizaciones más prestigiosas: Altea Hills, un paraíso con impresionantes casas y un resort que merece la pena conocer.
Extremadura: Jaraíz de la Vera, el paisaje que enamoró a Carlos V
La belleza de la comarca de La Vera enamoró al mismísimo Carlos V. Pero su historia se remonta a siglos atrás. Los primeros documentos de Jaraíz de la Vera, en la provincia de Cáceres, datan de 1217. Su patrimonio arquitectónico, que comienza durante su fundación árabe, destaca la Ermita de Nuestra Señora del Salobrar, la picota o el palacio Obispo Manzano. Sus parajes son también ideales para pasear y hacer senderismo.
Galicia: O Grove, oda al marisco
O Grove es un municipio de Pontevedra situado en la ría de Arosa. Las rutas de senderismo y sus interminables playas son sus atractivos más señalados. La playa de la Lanzada es una de las mejores de Galicia con sus espectaculares duna. O Grove está unido al marisco, el mejor de España. En este caso, turismo y gastronomía van de la mano.
La Rioja: Ezcaray
Ezcaray se ubica en la parte alta del valle del río Oja. Su casco viejo conserva la arquitectura tradicional con un paisaje de ensueño y una gastronomía de escándalo. La oferta cultural también es atractiva: en Ezcaray se organizan festivales de jazz, jornadas micológicas y fiestas de tradición medieval.
Madrid: Nuevo Baztán, la joya menos conocida
Aparte de Aranjuez o San Lorenzo de El Escorial, la comunidad de Madrid posee conjuntos históricos muy interesantes. Uno de ellos es el de Nuevo Baztán ha sido declarado Bien de Interés Cultural. Su origen se remonta al siglo XVIII como un conjunto de fábricas de artículos de lujo que se construyeron alrededor de la corte de los Borbones.
Murcia: Cabo de Palos, la meca del buceo
Cabo de Palos cuenta con increíbles acantilados donde destaca su faro, construido sobre una torre del siglo XVI. Este pueblo costero, uno de los espacios más espectaculares de la región de Murcia, pertenece al municipio de Cartagena. Sus fondos marinos son la meca de los amantes del buceo, ya que forman parte de la Reserva Marina de Cabo de Palos e Islas Hormigas. Si lo tuyo es el agua, no te lo puedes perder.
Navarra: Ujué, el románico primitivo
Aunque menos conocido que el catalán, el románico de Navarra es una joya y Ujué, uno de sus mejores referentes. El pueblo está situado sobre la sierra del mismo nombre, a tan solo 20 kilómetros de Tafalla. El Santuario de Santa María la Real, construido sobre una iglesia románica del siglo XI, y su casco urbano repleto de construcciones centenarias, logran que el turista viaje a los inicios de la Edad Media.
País Vasco: Laguardia
Laguardia se sitúa en la provincia de Álava. Se fundó en el siglo X como defensa del Reino de Navarra y conserva prácticamente intacto su trazado medieval. Allí nos esperan las iglesias fortificadas de San Juan Bautista y la de Santa María de los Reyes, cuyo pórtico fue policromado por Juan Francisco de Rivera en el XVII. Laguardia es también el lugar perfecto para visitar algunas de sus bodegas y recorrer los viñedos que la custodian.