Somos polvo de estrellas. Además de una idea romántica, es una realidad. Al menos lo fue para la fotógrafa y artista mexicana Gabriela Reyes Fuchs cuando vio al microscopio las cenizas de su padre.
La idea nació de su experiencia personal. Al fallecer su padre, su curiosidad natural y sus conocimientos técnicos del comportamiento de la luz la llevaron a hacer un descubrimiento científico único en el mundo, y que hoy se encuentra patentado.
Lo que los científicos hasta ese momento habían visto en las cenizas eran imágenes monocrómaticas; es decir negro, blanco y gris. Sin embargo, lo que ella descubrió al mirar las cenizas a través del microscopio fue una explosión de luz, nebulosas multicolores que se asemejan a las imágenes que conocemos del cosmos. La sensación de paz que la artista experimentó y que la ayudaron en su proceso de duelo es lo que ahora quiere compartir con el resto del mundo. Así nació Innerstela ('Estela interior', en inglés), proyecto que tiene como misión ofrecer a las familias que han perdido a un familiar, una mascota o un ser vivo relevante para ellas, una manera original y bella de rendirles homenaje. La empresa cuenta hoy con cinco empleados.
El proceso para tener una de las fotografías de Reyes como recuerdo de nuestro ser querido es sencillo. Con tan solo una pequeña muestra de cenizas, las fotografías son tomadas en el laboratorio de Innerstela.
Según explica la empresa en su web, las imágenes fotografiadas son tan únicas como una huella digital, impresas cuidadosamente en un papel filtro especial para trabajos científicos y enviadas de nuevo al cliente, junto con la muestra de cenizas del ser querido y un certificado de autenticidad.
"Acababa de perder a uno de los pilares de mi existencia y de pronto ver tanta luz... No entendía que estaba pasando, no había nadie que entendiera por qué estaba pasando eso". Así recuerda la artista su experiencia al ver una representación del universo en las cenizas de su padre.
De alguna manera, la sensación de pérdida y de incertidumbre queda atenuada ante tal explosión de luz y color. "Las fotografías brindan una sensación de reconexión y alivio que se replica en cada una de las personas que han decidido formar parte de esta nueva manera de sobrellevar el duelo", explica la artista en su web.
Para la fotógrafa mexicana, quienes deciden tener este recuerdo de sus seres queridos desean mantener vivo el recuerdo al tiempo que disfrutan de una obra de arte contemporáneo. Pero estas fosforescencias son también algo más. "Lo más importante es que son una invitación para que reflexionemos sobre el significado de las preguntas que siempre se ha hecho la humanidad: ¿de dónde venimos?, ¿a dónde vamos?, ¿quién soy?, ¿hay un sentido de la existencia?, ¿hay un principio o un fin?". Las fotografías no dan respuesta a estas cuestiones eternas, pero sí dan cuenta de que en el interior del resto humano más humilde puede centellear el brillo de una vida.