Divorciarse con humor: cómo asumir (del todo) el tostón de las tareas de casa
En la tercera entrega de 'Divorciarse con humor', el periodista Miguel Ángel Bargueño aborda cómo encargarse de la casa sin morir en el intento
Encargarse por completo de limpiar, hacer la compra, poner la lavadora o tender la ropa son algunos de los nuevos cometidos
'Divorciarse con humor' es el diario de una situación vital por la que solo en 2021 pasaron más de 170.000 personas, según datos del INE
Divorciarse ya no es lo que era. Pasados los primeros vértigos, la expareja llega pronto a la conclusión de que está a punto de empezar una nueva vida. Y no tiene que haber mucho drama; incluso, se puede tomar con algo de humor.
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Con el divorcio llega el cambio no solo familiar, sino también de tareas. Seguramente, cuando estabas casado hacías algún trabajo doméstico. Podría ser, incluso, el o la manitas de tu casa. Pero, ahora, el reparto del pastel de las tareas domésticas cae enteramente sobre ti.
Las dudas te invaden, pero te ayudamos a despejarlas. La cubeta del detergente no ha salido de ningún laboratorio químico. Tender está al alcance de cualquier alumno de Primaria. Y sobre limpiar... A menos que quieras convertirte en Mister Proper, no presenta muchas dificultades. Ánimo, tú puedes. La buena noticia es que las tareas del hogar no son difíciles. Son, simplemente, un tostón.
De todo esto habla el tercer vídeo de 'Divorciarse con humor', formato basado en el libro del periodista Miguel Ángel Bargueño en el que analiza a través del humor las situaciones que hay que superar cuando una pareja decide divorciarse.
Lo mejor está por venir
'Divorciarse con humor' no es un manual ni un formato de autoayuda ni, mucho menos, una recopilación de pautas de experto. Sí es el diario de una situación vital por la que solo en 2021 pasaron más de 170.000 personas, según datos del INE. Seguro que conoces a alguna pareja divorciada. Quizá tú mismo estés divorciado. Y es probable que te sientas mejor que antes. Porque para eso te has divorciado: para seguir disfrutando de las cosas buenas de la vida.