Comienzo de año agridulce para Andrés Iniesta. El futbolista del equipo japonés Vissel Kobe y su esposa, Anna Ortiz, esperan su quinto hijo, un motivo de alegría. Pero un hecho doloroso ha empañado toda su felicidad: la muerte de la abuela materna de Iniesta. Era la única de sus abuelos que le quedaba con vida y, además, ha fallecido tan solo un día antes del cumpleaños de su madre. Con mucho dolor y muy emocionado, Iniesta le ha dedicado unas emotivas palabras en las redes sociales a la que, posiblemente, era una de las mujeres de su vida.
"Hasta siempre abuela. Si recuerdo las miles de cosas que he vivido como nieto no puedo dejar de emocionarme", escribe el centrocampista. Apenas unos días antes, Iniesta recordaba uno de esos reencuentros con toda la familia con varias imágenes de sus cuatro hijos junto a sus bisabuelos. Su deseo, entonces, era poder parar el tiempo para disfrutar eternamente de ellos.
En cuanto se supo la noticia, el jugador ha recibido las condolencias de familia y amigos. Maribel, la hermana del futbolista, también se ha despedido de su abuela expresando el vacío que ha dejado en la familia: "Te fuiste, abuela. Gracias por tanto. Te vamos a echar mucho de menos, pero ahora nos cuidas desde ahí arriba. Cuando miremos al cielo, veremos una estrella que brilla con fuerza, y esa serás tú. Porque así eras, abuela, y lo has sido hasta tu último día. Te queremos", ha dejado escrito en su Twitter.
La madre de Iniesta ha celebrado en estas circunstancias uno de sus cumpleaños más tristes, aunque ha contado con las felicitaciones de sus hijos. Entre ellas, las del centrocampista: "Felices 60, madre. Es un cumpleaños especial, pero lleno de mucho amor. Por eso te acompañamos desde donde estemos", señala en un post de Instagram.
Pese a esta luctuosa pérdida, Iniesta tiene motivos para sentirse feliz. En unos meses la familia crecerá con el nacimiento de su quinto hijo, fruto de su matrimonio con la catalana Anna Ortiz. Ambos ya son padres de dos niñas y dos niños: Valeria, Paolo Andrés, Siena y Romeo.
La pareja se conoció en 2007gracias a un amigo en común en un bar de Mataró, donde ella trabajaba como camarera. "Le eché el ojo y fue un flechazo mortal", aseguró entonces. Desde hace unos años, la familia vive en Japón, donde el jugador fue fichado por el Vissel Kobe.