Cuatro consejos para elegir una guardería canina urbana y acertar
Una guardería canina urbana puede ser difícil de elegir
Debemos fijarnos en varios aspectos importantes antes de tomar la decisión
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Los cuidados que le prodigamos a nuestro perro nunca son suficientes cuando se trata de que estén felices en un entorno adecuado. Con la implantación del teletrabajo, muchos dueños de mascotas han tenido la suerte de montar un home office en casa y así poder disfrutar de más tiempo en compañía de sus compañeros peludos.
Esto no siempre es posible: las personas que trabajan fuera a veces no lo tienen nada fácil para sacar a pasear a sus perros. e educarlos bien o darles la compañía que necesitan durante el día. Escoger una buena guardería canina para que nuestro perro esté acompañado y cuidado el tiempo que pasamos trabajando puede ser un paso importante, y no siempre es fácil tomar esta decisión.
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¿En qué debemos fijarnos a la hora de escoger? ¿Cómo sabemos si es de las buenas?
Te damos algunos consejos para que busques con cabeza.
Solo residencias caninas certificadas
El primer paso será saber si el centro en el que estamos interesados es el adecuado. Como queremos que nuestro perro esté muy bien cuidado y alimentado durante el tiempo que estamos separados, lo primero que miraremos será la certificación de la guardería canina.
Tiene que ser excelente y contar con las licencias necesarias para operar. Esta suerte de certificado de idoneidad lo concede el Departamento de Bienestar y Salud Animal de la comunidad autónoma donde residamos, y lo que nos indica es clave: si el centro canino cuenta con licencia, en principio será señal de que ha pasado la inspección de calidad, sus instalaciones son aptas para perros, han superado los controles sanitarios y las personas a cargo están cualificadas para el cuidado de los animales.
Normalmente, encontraremos el número de registro en la propia página web, pues lo más seguro es que la guardería lo utilice como reclamo para captar clientes. Si el dato no aparece, será necesario consultarlo en el propio centro. No podemos obviar este paso.
La primera visita
La segunda cuestión fundamental a la hora de elegir guardería canina es la intuición. Siempre hay que hacer una visita para que nos enseñen el centro y los medios con los que cuenta. Una guardería canina urbana no es ni más ni menos que la réplica profesional de un espacio adaptado a mascotas como el que podemos tener en casa.
Nos fijaremos en los espacios, la amplitud de las áreas en las que nuestro perro puede estar suelto y, en general, la impresión que nos produce el lugar. No será lo mismo escoger una guardería canina para un perro pequeño que para uno grande. En el segundo caso, por ejemplo, necesitará más espacio y terreno para poder correr cómodamente y hacer su sesión diaria de ejercicio.
Sobre todo, debemos tener en cuenta cómo de cómoda va a estar nuestra mascota en ese entorno. Hacernos preguntas nos ayudará. ¿Nos parece que hay demasiados perros y que el nuestro estará hacinado? ¿Podemos conocer de primera mano cómo interactúan los cuidadores con ellos? ¿Tiene un plan de actividades diarias? ¿Nuestro perro puede acceder a agua y comida fácilmente? ¿Cuenta con espacios calefactados y confortables para el invierno y áreas frescas en verano? ¿Hay zonas en las que puede jugar con los otros compañeros? ¿Está limpia?
Prueba del algodón: notas de otros usuarios
En nuestra investigación, este será otro paso fundamental para tener opiniones sinceras y sin adulterar de usuarios que han llevado a sus perros al centro y han conocido de primera mano el trato que le dan a los animales.
No deberíamos escoger ninguna guardería con menos de un notable, y debería tener una mayoría de opiniones positivas. Leyéndolas, podemos averiguar mucha información útil para apoyar nuestra propia opinión, tras la visita, que deberemos hacer en primer lugar.
La seguridad de nuestra mascota
Otro aspecto que merece su propio apartado son las medidas de seguridad con las que cuenta la guardería, una información que podemos obtener tanto en la página web como en la visita que realicemos antes de tomar la decisión.
Tomaremos en cuenta detalles como el número de adiestradores y el servicio veterinario, tanto si es externo como si el centro cuenta con uno integrado. En segundo lugar, averiguaremos si cuentan con seguro de responsabilidad civil.
Muchas buenas guarderías caninas tienen su propio servicio de seguimiento de mascotas y envían fotografías diarias a sus dueños para que ellos mismos puedan saber en todo momento el estado emocional y físico de su animal. Ese será otro punto interesante a tener en cuenta, ya que nos dará cierta seguridad antes de tomar la decisión final.