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Los estudios forman parte de una etapa importante en niños y adolescentes. Unos lo harán mejor y otros algo menos, por eso es importante ayudarles a aprender técnicas de estudio que les faciliten la tarea. Porque aprender no solo es sentarse a leer e intentar memorizar, el estudio requiere atención y concentración, pero también cierta motivación que en ocasiones se pierde entre el aburrimiento, el agobio o la frustración de que algo no salga como se espera. ¿A tu hijo le cuesta? Harvard puede tener la solución con una técnica que les ayuda a estudiar mejor.
Las técnicas de estudio pueden ser clave en los resultados académicos de los jóvenes, por eso desde la Academic Resource Center (ARC) de la Universidad de Harvard, que ofrece determinados servicios y recursos para apoyar el aprendizaje de los estudiantes basados en la ciencia y la experiencia, establecen una metodología de estudio concreta. Se trata de una serie de pasos y consejos que logran optimizar el proceso de aprendizaje a través de las técnicas de estudio que tenga cada persona.
En concreto, el método que establecen desde Harvard busca que niños, adolescentes y jóvenes, también adultos que se animen a estudiar, puedan relacionar, repasar, reflexionar y autoevaluar aquello que aprenden.
Y todo empieza desde el principio, desde el momento en el que tomamos notas o apuntes, de lo que Harvard aconseja priorizar lo tratado durante las clases, pues afirman que “las investigaciones muestran que la capacidad de los estudiantes para aprender información cae significativamente entre un 25% y un 50% de compresión”. De esta manera, lo ideal es centrar la comprensión en un cuarto del contenido tratado.
Lo segundo sería establecer la cantidad que se va a estudiar, ya que “puede resultar abrumador intentar estudiar todo el material de un curso”. Por eso mismo su consejo pasa por prestar atención a esas pistas que van dejando los profesores sobre lo que puede salir en el examen, por lo que la atención es clave.
Por otro lado, aconsejan también aprovechar para introducir técnicas de estudio comunitarias para que no siempre se haga de forma individual. Esto puede ser beneficioso para nutrirse y ayudarse entre compañeros.
En todo caso, el último punto que destaca la ARC de Harvard es plantear el tiempo que se le va a dedicar al estudio. Sentarse el día antes de un examen servirá de poco, por eso plantean que es mejor hacer repasos diarios constantes. No solo mejorarán el aprendizaje, sino que se mantendrá una atención más focalizada y, al llegar al examen, se tendrá todo mucho más fresco e interiorizado.