La educación vuelve a estar de actualidad. Por una parte Pedro Sánchez anunciaba estos días un plan de refuerzo escolar de apoyo en la compresión lectora y en matemáticas; y Alberto Núñez Feijóo hacía lo propio valorando una misma EBAU común para el curso 2025 en las comunidades autónomas gobernadas por el PP. ¿Son estos los verdaderos problemas a los que se enfrenta la educación española?
En el último informe educativo elaborado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) reconoce que muchos de los problemas de nuestro sistema educativo se están abordando, pero que no es suficiente. ¿Cuáles son los principales puntos que hay que atajar para mejorar el sistema educativo español?
El abandono escolar temprano es uno de los principales problemas que existen que, si bien con el paso de los años la tasa se ha ido reduciendo (a principios de la década pasada el 28’2% de los jóvenes de entre 18 y 24 años no continuaban los estudios más allá de la enseñanza obligatoria), no es suficiente. Actualmente el porcentaje se ha logrado reducir hasta un 13’9%, pero la Unión Europea había previsto que esa cifra estuviese por debajo del 10% en 2020, algo que no se ha logrado y, además, seguimos por encima de la media de la UE (un 9’3%).
Otro de los problemas a los que se enfrenta la educación en España es la tasa de repetición, la más alta de los países de la OCDE, pues el 22% de los alumnos de 15 años de nuestro país han repetido por lo menos una vez desde primaria (la media de la OCDE es del 9%), según el informe PISA 2022. La buena noticia dentro de estas cifras es que en 2014 a los 15 años había repetido el 45% de los alumnos.
Además, el mismo informe evidencia que el alumnado ha perdido capacidades en la comprensión lectora y en competencias de matemáticas, donde la mayoría de los estudiantes se encuentran en un nivel básico.
Las diferencias que existen en el nivel, los exámenes o el rendimiento de los alumnos dependiendo de la comunidad autónoma es otra de las grandes polémicas que existe alrededor de la educación española. Ya el último informe PISA evidenciaba que la grieta educativa que existe entre las diferentes regiones es grande, pero tiende a estrecharse y a situar a las comunidades en un nivel cada vez más parejo. No obstante, es destacable como algunos sistemas educativos comienzan a hacer lagunas, como los de Cataluña o País Vasco, comunidades que antes lideraban la tabla y que desde hace años han ido perdiendo puestos en el ranking.
Matricularse en una universidad no va a costar lo mismo en una comunidad autónoma que en otra. Según el Observatorio del Sistema Universitario (OSU), en la matricula universitaria del curso 2022-23 en España una misma carrera de Artes y Humanidades costaba más del doble en Cataluña que en Asturias, por ejemplo.
Andalucía es la única comunidad que mantiene un precio fijado en todos los grados, mientras que en el resto las tasas varían dependiendo de la carrera escogida, aunque las más baratas, además de Andalucía, son Asturias, Canarias, Galicia, Extremadura o Cantabria, pese a no mantener precios únicos. En el otro lado de la balanza están Cataluña y Madrid, donde cómo mínimo habrá que desembolsarse más de 1.000 euros por curso.