¿Alguna vez te has preguntado si tu perro se acuerda de lo que le diste de comer ayer y que tanto le gustó? En general, subestimamos la memoria de nuestras mascotas. Especialmente la de los gatos cuando nos castigan con su indiferencia. Pero, ¿realmente perros y gatos tienen recuerdos de su pasado? Su comportamiento diario sugiere que no solo tienen la capacidad de recordar, sino que estos recuerdos impactan en cómo interactúan con nosotros y el entorno.
El experto Mikel Delgado, investigador de psicología animal en la Universidad de California, sugiere que la memoria animal es fundamental para su supervivencia y adaptación. Y subraya que, según demuestran ciertos experimentos controlados, los animales pueden recordar objetos y situaciones específicas después de un tiempo.
Aunque su capacidad de rememorar puede ser algo limitada, sí es suficiente como para que recuerden algo y les permita interactuar de la mejor manera. Entonces sí, pueden llegar a recordar el alimento que tanto les gustó, o al contrario, les disgustó. Y a reacción que les produce volver a ver esa comida es significativa.
Los perros son capaces de dividir su memoria en recuerdos a corto y largo plazo, según explica AniCura AB, empresa de hospitales y clínicas para animales. Por un lado, tienen una memoria a corto plazo en lo que pueden haber olvidado lo que acaban de hacer. Pero también cuentan con una memoria a largo plazo que se asocia a imágenes, olores, ruidos y el sonido de la voz. Por eso pueden recordar a una persona para toda la vida, aunque solo la hayan visto una vez. Y el recuerdo puede ser positivo o negativo, depende de cómo se haya portado con él esa persona.
Otro elemento que también juega un papel crucial en cómo perros y gatos procesan sus memorias son los sueños. Ádám Miklósi, especialista en cognición canina en la Universidad de Eötvös Loránd en Hungría, sostiene que ambas especies muestran signos neurológicos de sueño REM y otros patrones que, al igual que en humanos y ratas, están vinculados a la organización de las experiencias diarias. Lo que básicamente significa que pueden estar repasando sus vivencias mientras duermen.
Otro artículo científico realizado por Johannes B. Mahr y Bob Fisher, de la Universidad de Harvard y de la Universidad Estatal de Texas, apunta que perros y gatos pueden experimentar sentimientos placenteros o desagradables asociados a la representación mental de una experiencia o un objeto. Capacidad conocida como 'valencia hedónica', un fenómeno psicológico básico en la experiencia humana.
Se sabe que ambas especies poseen memoria episódica, es decir, la capacidad de recordar eventos específicos con detalles contextuales. Los perros incluso pueden recordar las acciones que han realizado sus tutores y han mostrado disposición para imitarlas a pesar de que no las hubieran hecho antes físicamente. Pero mientras los humanos podemos recordar eventos espontáneamente, perros y gatos parecen depender de estímulos específicos para traer a la mente recuerdos pasados.
En cualquier caso, todavía queda mucho por avanzar en el conocimiento de la neurociencia animal. Está claro que su memoria no es idéntica a la nuestra, pero saber un poco más sobre cómo piensan nos ayuda a mejorar nuestra relación y convivencia con ellos.