Qué significaba Europa para los mayores de 50 y qué es ahora para los jóvenes
La entrada en la UE se percibía en España como un proyecto intergeneracional que significaba prosperidad y libertad
Aunque nuestro país se incorporó desde 1986, cada generación la ha ido llenando de un significado diferente
El 43% de los españoles asocia a la UE con democracia y el 32% con bienestar, según datos de 40db
La Unión Europea es uno de los proyectos políticos más interesantes del siglo XXI: una integración de países sin recurrir a la violencia, algo nunca antes intentado. De hecho, nace de un aprendizaje. Tras la Segunda Guerra Mundial, la guerra debía ser desterrada del Viejo Continente. España quedó inicialmente descolgada de Europa debido al aislamiento impuesto por la dictadura. Sin embargo, el impacto de Europa en el imaginario nacional viene desde que Ortega dijera aquello de “España como problema, Europa como solución”. Y es que, ya en democracia, integrarnos en las entonces Comunidades Europeas era un objetivo de país. Teníamos que superar el aislamiento secular. Teníamos que decirnos a nosotros que éramos una democracia como las demás.
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Democracia, desarrollo económico y europeísmo han ido de la mano en España. Por tanto, la entrada en Europa se percibió como un proyecto intergeneracional: significaba conseguir prosperidad y libertad para las generaciones presentes y futuras. Para la generación del baby boom, que aún recuerda lo que era cruzar la frontera con pasaporte o que no pudo hacer un Erasmus, que ha visto crecer España gracias a los fondos de cohesión, Europa es vista como la luz.
Decía el anterior embajador de Alemania que nuestro país es socio fundador “honoris causa”. Y es que es verdad, somos con diferencia uno de los países que más cree en la UE. Todo tiene su razón. Es parte de nuestros cimientos fundadores. Es un mito tan nuclear para nosotros como la transición.
Diferencias generacionales
Voy a emplear los datos de 40db para mostrar el nivel de apoyo a la UE entre los españoles. De entrada, el 43% de los españoles asocia a la UE con democracia y el 32% con bienestar. Sin embargo, existen diferencias generacionales: el 55% de los mayores de 65 años asocia la UE con democracia, mientras que este porcentaje cae al 32% entre los menores de 35 años. Para estos últimos, términos como Bienestar Social o Paz se elevan al 45%.
Esto tiene sentido, considerando las trayectorias vitales de cada grupo de edad. La experiencia de ligar Europa y Transición está muy presente en los mayores. Los jóvenes, que ya han nacido en democracia, le dan más énfasis a otras cosas ligadas al bienestar material.
Más datos. Un 69% de los ciudadanos piensan que España se ha beneficiado de estar en la UE frente a un 17% que piensa lo contrario. Entre los mayores de 65 el dato se dispara al 78% que piensan que ha sido positivo, algo en lo que los más jóvenes no están tan lejos con un 71%. Tal vez los más descreídos son los de 45 a 54 años, donde cae al 65% que hacen un balance positivo.
Tendencia a preferir más integración
Ello se traduce en que, cuando hay alternativas, los españoles tendamos a preferir más integración: el 35% prefiere darle más competencias a Europa, frente a un 24% que está satisfecho con el statu quo o apenas un 9% que prefiere recuperar toda la soberanía nacional. Quizá lo más interesante sea que los jóvenes menores de 25 años son los que más indican preferir una Europa federal, y los que son más escépticos son, de nuevo, los comprendidos entre 45 y 54 años.
Esto nos indica muy bien por qué la UE es un proyecto intergeneracional. Aunque España se incorporó desde 1986, cada generación la ha ido llenando de un significado diferente. No es extraño, conceptos y necesidades cambian. Con todo, quizá lo más significativo sea que nada indica que el ímpetu del proyecto europeo haya decaído en nuestro país.
El bache de la crisis económica
Es cierto que durante la crisis económica hubo un bache. El Eurobarómetro indica claramente que en 2008 en los países del sur de Europa, incluido el nuestro, decayó en fe en el proyecto europeo. Sin embargo, la remontada de la crisis nos hizo también volver la mirada a la UE. Los datos de 40db indican también que, aunque otras crisis no han sido igual de bien vistas en su gestión, los españoles hacen un buen balance de la gestión de la pandemia.
Las fuerzas euroescépticas están en auge, pero España sigue firme contra viento y marea. Los grandes partidos mantienen el consenso a favor de la integración en la UE, y las diferentes generaciones siguen haciendo un balance positivo de la Unión. Como dice el refrán, es de bien nacidos ser agradecidos; en el caso de España, la UE es ya parte de los cimientos de nuestro país. Renovemos hoy nuestro compromiso con este proyecto común.