Duelo en redes sociales: manual para desahogarte sin que sea demasiado
Las redes sociales se utilizan para mostrar, compartir, cuestionar y, también cada vez más, para informar sobre hechos luctuosos o acompañar en circunstancias difíciles
Pueden ser un espacio adecuado para volcar sentimientos que son difíciles, intensos y complicados, ¿pero hasta qué punto?
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Las redes sociales se han incorporado plenamente a los usos y costumbres sociales. Ya no son patrimonio de los más jóvenes, aunque existe cierta especialización en ellas. Facebook e Instagram siguen reinando como las redes generalistas y más abiertas a todas las edades. Se utilizan para mostrar, compartir, cuestionar y, también cada vez más, para informar sobre hechos luctuosos o acompañar en circunstancias difíciles.
De esquelas a pésames
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En Instagram ya es habitual ver alguna esquela, eso sí, adaptada al lenguaje de redes, o ser informado de cuándo y dónde se hará el funeral por alguien. Y no solo en cuentas privadas. Las públicas, esas que puede ver todo el mundo, también contienen este tipo de información y, con ella, los votos, las condolencias y los pésames de los conocidos, y no tan conocidos. En ese sentido, las redes pueden ser un espacio adecuado para volcar sentimientos que son difíciles, intensos y complicados. ¿Hasta qué punto? ¿Hasta dónde debemos compartir? ¿Cuánto debemos consolar?
Aunque la muerte no es patrimonio de un grupo de edad, es cierto que son las personas mayores quienes se ven más afectadas que otras por la pérdida de un ser querido. Las redes pueden ser un recurso interesante para ayudarles a transitar el duelo de esa pérdida, pero, como explican los psicólogos, ese torrente emocional debe circular dentro de algunos cauces.
¿Qué esperamos conseguir?
Es fundamental saber por qué queremos compartir esa información antes de hacerlo, explica la terapeuta especializada en duelo y trauma Gina Moffa. Depende de los niveles de información que queramos dar, actuaremos de una u otra manera.
La primera razón para comparir en redes es por razones prácticas: queremos informar a otros sobre el fallecimiento de un ser querido. Se trata de una manera de explica de una vez la situación, ahorrándonos repetir el mismo relato desgarrador una y otra vez, algo que solo serviría para acrecentar el trauma.
La segunda es de carácter emocional: se trata de poner en orden los sentimientos y, en cierta manera, rendir un homenaje al ser querido. Esto es lo que más percibe Moffa. "Algunas personas escriben publicaciones largas y dicen, 'No necesito consejos. No necesito nada. Simplemente necesitaba desahogarme", señala la experta.
No publiques inmediatamente
Como en cualquier otra publicación en redes, es esencial sentirse cómodo con aquello que vayamos a compartir. Publicar bajo presión nunca es aconsejable y nunca más de lo que se acostumbra. Hacer algo distinto cuando estamos muy vulnerables no es recomendable.
Una buena manera de comunicar este tipo de noticias es hacerlo por fases: primero a la familia cercana y, un par de días después, en un entorno más público. Ese tiempo permite prepararse para estar más sereno y poder actuar con mayor dominio. Cuando en esas publicaciones aparecen otros miembros de la familia, es importante consensuar con ellos que quieren participar en esa red. "Hay que darse cuenta de que eso no le está pasando solo a una persona. El duelo se da en toda la familia", afirma Moffa.
Solo cosas positivas
La experta recomienda compartir recuerdos felices de la persona fallecida, y después pedir a otras personas que sigan tu ejemplo. Es posible que a partir de ahí la familia conozca a personas que conocían a su ser querido, por ejemplo, en el trabajo o en los entornos que frecuentara.
Como explica la terapeuta, suele ser un fenómeno reconfortarte saber que ese ser querido también era apreciado fuera del círculo familiar. A menudo, incluso, conocen aspectos de su personalidad que nunca hubieran imaginado. "Ayuda a calmar las emociones porque nos recuerda que esa persona que hoy echamos de menos ocupaba un lugar en el mundo y la gente no lo ha olvidado".
Cómo responder a publicaciones sobre el duelo
Situémonos ahora en la otra cara de la moneda: leer una publicación en las redes sociales sobre el dolor de otra persona y querer responder. Las respuestas más apreciadas son las simples y directas: "Os queremos", "Lo siento mucho" u "Os mandamos todo nuestro cariño" son algunas de las opciones posibles. Todas ellas representan un pequeño abrazo en un momento muy complicado.
¿Qué no hay que hacer nunca? "Ir con prisas", señala Gina Moffa. Las prisas que nos hacen cometer faltas de ortografía o incluir iconos inesperados revelan que no hemos tenido tiempo de revisar lo que estábamos escribiendo. Algunos expertos van más allá: no es falta de tiempo, sino falta de atención. Nuestro cerebro no lo catalogado como un evento al que prestar atención y lo hacemos en modo casi automático. Esto, que puede parecer irrelevante, levanta alguna ampolla entre los que están pasando por el duelo. "Alguien a quien consideramos muy amigo no debería escribir con erratas, debe molestarse en revisar la ortografía y lo que está mandando", asegura la terapeuta, quien comparte otra recomendación: respetar todos los duelos. Cada vez más personas expresan dolor por la pérdida de su familia 'ampliada'. Las mascotas son los principales destinatarios de estas publicaciones. Para la experta hay que entenderlas como una manera de seguir conectados con ellas y los momentos de alegría compartida, exactamente igual que sentiríamos con un ser querido.