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Aulas aisladas, niños en cuarentena y padres en casa sin poder ir a trabajar. Es el escenario que comienza a verse en algunos centros educativos con la vuelta al cole , pero ¿cuáles son los pasos a seguir desde que se detecta un positivo hasta que ese estudiante puede volver a dar clase? ¿Y sus compañeros?
A pesar de que cada Comunidad Autónoma ha creado sus propios protocolos, todas coinciden en lo mismo, que es lo que marca el sentido común: si hay síntomas compatibles con la COVID-19 no hay llevar a los niños al centro educativo.
Por ejemplo, en la normativa de la Comunidad de Madrid se indica taxativamente e y añade que tampoco deberán ir: "aquellos que se encuentren en aislamiento por haber sido diagnosticados de COVID-19, o en período de cuarentena domiciliaria por haber tenido contacto estrecho con alguna persona con síntomas o diagnosticada de COVID-19".
Si un niño comienza a tener síntomas compatibles con la COVID-19 dentro de la escuela, se activarían los protocolos para que no contagiara al resto, más allá de que se encuentre en un grupo burbuja.
Por ejemplo, en el protocolo de la Fundación Educativa Francisco Coll se indica que "se le llevará a un espacio separado de uso individual (recibidor), y se contactará con la familia quien a su vez deberá llamar a su centro de salud de referencia. Si el alumno padece de gravedad o presenta dificultad respiratoria deberá contactarse con el 112 e informar a los padres de la situación".
En algunos centros educativos también se está implantando la figura del "Coordinador COVID", que es la persona responsable de aislar al caso sospechoso y ponerse en contacto con los servicios sanitarios o la familia, dependiendo de la gravedad.
Una vez que se ha recogido al menor del colegio y se encuentra en casa, hay que ponerse en contacto por teléfono con el médico de cabecera o el pediatra y explicarle el caso. Si el sistema funciona correctamente, este facilitará una prueba PCR en el centro sanitario para confirmar o descartar que es un caso positivo.
Según el documento técnico de manejo de pacientes pediátricos con COVID-19 del Ministerio de Sanidad, para hacer el test "los niños y acompañantes que puedan ser considerados como casos sospechosos de infección o hayan sido contacto de pacientes con COVID-19 deberán ser aislados en la sala que el centro sanitario haya establecido para tal efecto".
*En la Comunidad de Madrid, el nuevo protocolo aprobado el 25 de septiembre indica que ya no hace falta una PCR para los contactos estrechos, dejando así el texto en rigor: "En la situación epidemiológica actual, la realización de una prueba diagnóstica de infección aguda a los contactos estrechos del ámbito escolar, en general, no se indica salvo que desarrollen síntomas".
Mientras llegan los resultados del test PCR, se considera como un "caso sospechoso", por lo que solo esa persona deberá permanecer en cuarentena. Cuando se confirme que esa persona tiene una PCR positiva, los contactos estrechos deberán pasar a estar en cuarentena y realizarse una PCR. Esto aplicaría tanto a sus padres (en caso de que sean convivientes) como a sus compañeros del grupo burbuja del aula de su colegio y sus profesores.
Si la PCR de los contactos estrechos da resultado negativo, el protocolo indica que deberán seguir en cuarentena y, dependiendo de la comunidad autónoma, repetir la PCR a los diez días. El profesorado, por su parte, si su PCR da negativa, podrían volver a dar clase, ya que se consideran personal esencial.
En el caso de que la primera PCR diera positiva, se deberá hacer una segunda a los 14 días para confirmar que ya es negativa, por lo que podría volver a la escuela, o positiva, teniendo que permanecer otros 14 días en aislamiento.
Si el resultado de la primera es negativo, después de diez días se repite la PCR y si se mantiene el negativo podría ya volver a las aulas. Lo mismo ocurre con el resto de contactos estrechos de ese caso sospechoso.
Por el momento, y con la legislación actual, no se puede pedir baja retribuida si tienes que cuidar a tu hijo que se encuentra en cuarentena por precaución porque alguien de su clase estuviera contagiado y con PCR positiva.
Actualmente, se protege a los trabajadores que sean puestos en cuarentena por contactos estrechos en su puesto laboral o aquellos cuyos hijos estén enfermos por COVID-19 (con PCR positiva confirmada), con una baja con la que reciben hasta el 75% de su salario, pero no abriga a los padres que se tengan que quedar en casa a cuidar de sus hijos que, sin síntomas ni contagio, tengan que estar en cuarentena.
Mientras el Gobierno avanza en una solución para estos casos, la única opción viable que les queda a los padres en esa situación es el escudo del 'Plan Me Cuida', una opción que, aunque permite adaptar o reducir la jornada laboral hasta el 100%, tiene trampa, puesto que el sueldo bajaría en el mismo porcentaje que la reducción horaria. Es decir, en la práctica, te puedes quedar en casa, pero sin cobrar.
En la agenda del ministro de de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones del Gobierno, José Luis Escrivá, quedan las nuevas reuniones con sindicatos y patronal para llegar a un punto de acuerdo que solucione este entuerto pero, por el momento, no ha habido novedades.
Depende de cada cual y de cada circunstancia pero, evidentemente, con casos sospechosos de coronavirus por medio, no parece la opción más recomendable dejar a los hijos con los abuelos. En este sentido, el epidemiólogo Pedro Gullón ya nos comentaba que "eso no significa que no se vean (también es necesario por salud mental), pero no es lo mismo verse en situaciones controladas que hacer un cuidado continuo".