Confianza, formación y otros consejos a la hora de contratar a alguien para cuidar a los niños
La niñera o canguro participa en la educación de nuestros hijos, por lo tanto es muy importante una buena elección.
Es muy importante que tu hijo la respete y la vea como una figura de autoridad ya que si no se pueden producir problemas de comportamiento.
Debido al ritmo de vida que llevamos en la actualidad, cuando tenemos que volver a trabajar tras una baja maternal o con la llegada de las vacaciones escolares, puede surgir la necesidad de contratar a una persona para que cuide a los más pequeños de la casa. Es una decisión muy importante tener que confiar en otra persona el cuidado de nuestros hijos, que son lo más importante para nosotros.
Dejar al niño al cuidado de un canguro puede tener varias ventajas, como por ejemplo disfrutar de la seguridad de su entorno habitual y tener una persona dedicada exclusivamente para él. Si hemos elegido esta opción, escoger a la persona adecuada es una decisión importante. Para hacerlo podemos pedir referencias a amigos o familiares y a personas con quienes tenemos confianza, con quien compartimos criterios.
Antes de encontrarnos con un candidato podemos pedir información sobre aquellos requisitos que nos parezcan importantes: su edad, si ha convivido con bebés o niños, si tiene estudios relacionados con su educación o cuidado, experiencia, si habla nuestro idioma u otro con el que queramos familiarizar a nuestro hijo, etc. Seguramente no esperamos elegir el canguro perfecto, sino aquella persona que nos genere confianza y seguridad para dejar a su cuidado a nuestros hijos. A pesar de ello, a la hora de elegir una persona que estará gran parte del día con nuestros hijos debemos seguir algunas recomendaciones.
¿Cómo elegir el mejor canguro?
-Que tenga vocación: Es muy importante que la persona que pongas al cuidado de tus niños sea de las que llevan escrito en la cara “me encantan los niños”.
-Que tenga experiencia: No es lo mismo el cuidado de los bebés que el de niños algo más grandes. Por lo general alguien que cuidó de hermanos más pequeños pueda ser una buena elección.
-Madurez: Además de la experiencia, es muy importante que la persona a cargo de tus hijos demuestre madurez.
-Realiza las entrevistas con tiempo, así la elección final se hará sin prisas.
-Es preferible si la persona ha sido recomendada o tenemos referencias de algún amigo, familiar o conocido: es una manera de sentir más seguridad.
-Es aconsejable que haya estudiado educación infantil, algo relacionado con la infancia o bien, que tenga experiencia con bebés, dado que tendrá más preparación en el conocimiento del cuidado del niño.
-Es conveniente que sea mayor de 18 años para afrontar este compromiso.
-Que tenga iniciativa, y conocimiento en el desarrollo del niño y que esté preparado ante fiebres, ahogos, caídas, etc.
-Entrevistar personalmente a cada uno de los candidatos antes de tomar una decisión. De este modo los conoceremos y nos podremos guiar algo más a la hora de decidir.
-Puntualidad, buena higiene y responsabilidad son indispensables. Buen corazón y buenas costumbres, también.
-Durante la entrevista hay que valorar la iniciativa, la paciencia, la vocación, madurez y actitudes. Una buena cuidadora siempre dará prioridad a los intereses y a las necesidades del niño.
-Conviene conocer su situación personal: si tiene hijos, si realiza otros trabajos, si puedes contar con ella en caso de que surja un imprevisto o si tiene recursos en el caso de que le surja a ella (por ejemplo, si tiene hijos y estos enferman, cómo se organiza). No tengas reparos en preguntar todo lo que necesites saber, piensa que se va a quedar con tu hijo.
-Dale un tiempo de prueba: Si puedes contratar la canguro antes de incorporarte a trabajar podrás estar en casa con ella y ver qué tal se desenvuelve y si le inspira la confianza que necesita para dejarla sola con sus niños.
-Que los niños se acostumbren: Aprovechando ese tiempo de prueba, puedes también comprobar cómo se siente tu hijo con la niñera. Los niños también tienen opinión. Es muy importante ver cómo se sienten ellos con su canguro.
-Háblale sobre sus pautas educativas: Las canguros que son todas sonrisas y halagos deben ser capaces también de imponer autoridad a través de los límites.
-La relación entre padres y canguro ha de ser de cooperación y complicidad. Una cuidadora dominante, que quiere hacer las cosas a su manera, no es nada aconsejable. Es necesario que haya empatía entre la canguro y los padres, y los niños.
-No te esperes a ti (ni a tu madre): Es imposible abrir la puerta de tu casa y tenerte a ti misma enfrente, porque vienes a cuidar a tus hijos. La ‘niñera perfecta’ que haga las cosas exactamente igual que tú no va a existir, pero seguro que, después de haber tenido en cuenta todos los criterios anteriores, habrás sabido elegir a la mejor de todas las candidatas que también será parte de tu familia.