Se acerca el invierno. Y no, no hablamos del lema de la casa Stark en la serie 'Juego de Tronos'. En solo unos días entraremos en la estación más fría del año, y eso que en las últimas semanas muchas zonas de España han pasado por grandes nevadas, nieblas, lluvias torrenciales y temperaturas gélidas. Si bien nosotros nos abrigamos o encendemos la calefacción para no llevar muchas capas en casa en muchos hogares hay perros que, al salir, puede que no soporten bien el frío. Por ello, hay que tener en cuenta según la raza o su tamaño cómo les va a afectar sacarlos a pasear a primera hora de la mañana, por ejemplo, cuando más frío suele haber.
En todo caso, los perros soportan el frío de diferente forma según el tiempo de exposición, su raza. Por eso, la Dirección General de Derechos de los Animales difunde frecuentemente una tabla en la que se establece de forma genérica cómo cada tipo de perro soporta las bajas temperaturas dependiendo principalmente de su tamaño o peso.
Entre los consejos que ofrece la entidad, recuerda que en días fríos lo ideal es dar algún que otro golpe en el capó del coche antes de arrancar porque ahí suelen refugiarse los gatos del frío. Además, en cuanto a los perros, hay que vigilar especialmente las almohadillas de sus patas, sobre todo cuando hay nieve en el terreno, ya que pueden verse afectadas por el frío extremo del suelo, algo parecido a lo que ocurre en verano, que hay que evitar sacarlos en las horas centrales del día.
Volviendo al frío que cada perro soporta, por lo general todos aguantan bien hasta los 7 grados, aunque las razas más grandes pueden aguantar hasta los 4 grados de temperatura. Una vez la temperatura comienza a bajar de esas cifras hay que ser prudente, en especial con los perros pequeños y también con los medianos, pero ahí habría que considerar las condiciones de cada la raza.
No obstante, una vez se baja de los -4 grados el peligro para el bienestar de los perros es bastante grande para las razas pequeñas y medianas. Sin embargo, según las condiciones climatológicas puede cambiar. Por ejemplo, no es lo mismo si hay un gran porcentaje de humedad, lo cual sería más peligroso para los canes, mientras que si el perro lleva abrigo puede soportar mejor el frío.
Cuando el frío es muy extremo, como ocurrió a comienzos de año con la borrasca Filomena, se aboga por usar el sentido común y reducir el tiempo en la calle lo máximo posible, tan solo el necesario para que el animal haga sus necesidades y así corra el mínimo riesgo posible por la exposición al frío.