Divorcio con hijos con discapacidad: qué tener en cuenta en el reparto de la custodia y la pensión
¿Tienen los procesos judiciales de separación o divorcio con hijos con discapacidad alguna peculiaridad? ¿Influye en el reparto de la custodia? ¿Y de la pensión?
Preguntamos a José Luis Costales, abogado pionero en estos casos y a Silvia Martínez, psicóloga de familia
En principio nada cambia, pero cambian cosas. Cuando en casa algún miembro de la familia tiene algún tipo de discapacidad, aparecen cuidados y necesidades específicos que progenitores y hermanos asumen. Y cuando el vínculo entre padres se rompe, toca volver a reestructurar ese orden especial. Este sea probablemente el caso de Bertín Osborne (66) y Fabiola Martínez (48), que anunciaban ayer tarde en 'Viva la Vida' su separación tras 20 años de matrimonio y dos hijos en común, Kike (14) y Carlos (13).
Desde que Kike naciera de manera prematura y con parálisis cerebral a causa de una infección de Listeria durante el embarazo, Bertín y Fabiola han sido ejemplo y apoyo para otras familias con hijos con discapacidad. Creando incluso la Fundación Bertín Osborne para brindarles ayuda psicosocial. ¿Trastocará la separación ahora la rutina de sus hijos? ¿Tienen los procesos judiciales de separación o divorcio con hijos con discapacidad alguna peculiaridad? ¿Influye en el reparto de la custodia? Preguntamos a dos expertos.
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Escuchar lo que el propio hijo tiene que decir
¿Hay diferencias entre cómo se gestiona el reparto de las custodias en caso de menores con o sin discapacidad? "Sí", responde rotundo José Luis Costales, director de Costales Abogados. Especializado en abordar este tipo de trámites y muy familiarizado y sensibilizado con el tema. "Hay deficiencias en tramitaciones judiciales, en los juzgados de familia y en el ministerio fiscal. Se peca de no oír a la persona con discapacidad intelectual. Ese aroma de que como la persona con discapacidad quizás tiene limitada su capacidad civil, no se les pregunta. Ocurre incluso cuando superan la edad en la que el Código Civil dice que se debe preguntar al menor. Que no se les escuche es limitante y va en contra de los que trabajamos porque estos sean unos procesos más incluyentes".
Adaptar el mensaje al receptor
Tanto el mensaje de que los padres se separan como el de la sentencia "se deben adaptar a la capacidad cognitiva, a la edad y al carácter del niño en cuestión. No solo en casos de niños con discapacidad, esto debe ser así con todos los niños", apunta Silvia Martínez, psicóloga de Familia del gabinete SIAN.
En el caso de los niños con discapacidad, existe desde hace unos años la figura del facilitador en los juzgados. Según explica el abogado José Luis Costales, quien recibió voluntariamente esta formación para conocer mejor los casos y formar a otros profesionales en ello, "son personas que, teniendo contacto con el mundo de la discapacidad, sabe y entiende cómo poner a la altura de la persona de discapacitada esa información. En Asturias fuimos pioneros en hacer estas sentencias de lectura fácil".
Y añade: "Igual que se hace esto, no es tan difícil que el equipo psicosocial o el propio juzgador, apoyados por los facilitadores, o los trabajadores que están en contacto con la persona, o los propios padres, puedan llegar a saber qué preferencia tienen. Eso debe influir en la decisión como otras pruebas que también tengan peso y como una razón suplementaria".
¿Quién se queda la custodia? ¿Y la pensión?
Aunque el cambio hacia la corresponsabilidad se va apareciando en la sociedad en general, con más tendencia a la custodia compartida, que reparte entre ambos el gasto económico, como reconocen ambos profesionales entrevistados, aún pesa la tradicional carga extra de cuidados que el patriarcado ha relegado en mayor medida en las mujeres.
"En el ámbito de las discapacidad siguen siendo las madre las que habitualmente están al cargo de los hijos. Pero también te encuentras a muchos padres coraje y, a matrimonios que van al unísono", apunta el abogado Costales. Cuando la custodia es parcial y esta imposibilita el desarrollo profesional de la persona al cargo del cuidado, se trata de compensar además de con la aportación de la expareja, con ayudas específicas. Aunque estas, como reconoce el abogado, suelen ser bastante escuetas.
Otra de las circunstancias que en su experiencia ha percibido está ligada a la negación."Hay casos en el que alguno de los dos progenitores tiene una actitud de negación ante la situación que les tocó y es el otro cónyuge quien sí asume la incapacidad como algo normal y se hace más cargo de los chavales, está más en contacto con asociaciones, etc., y es en quien suele recaer la custodia. Pero si la situacion es normal, los padres suelen abogar por custodia compartida".
En opinión de la psicóloga Silvia Martínez, a la hora de decidir quién se queda la custodia, "se debe evaluar tanto a los padres como a lo a hijos, una pericial que analice qué dificultades puede haber a la hora de la custodia. Si no hay mayores peticiones, siempre cuidando el interes del niño, con o sin discapacidad".
Y a nivel emocional, ¿es más difícil tomar la decisión?
"Yo creo que los padres ahí diversifican muy bien lo que es la relación de pareja y la atención y cuidado de los hijos. Lo que sí buscan es perjudicar lo menos posible sus circunstancias, que el ritmo de vida de la persona con discapacidad cambie lo menos posible", dice Costales. "A veces sí te encuentras por desgracia que la motivación para la custodia compartida es económica (que los gastes recalen de manera igualitaria), pero es la excepción. Lo que sí aprecio en mi experiencia es que a los padres les preocupa mucho más el bienestar de la persona cuando es una persona con discapacidad".