Julio y Enrique Iglesias separados por la música: la historia del distanciamiento entre padre e hijo
Enrique Iglesias se ha abierto paso en la música, aunque en un principio tuvo una discusión con su padre Julio Iglesias por querer ser cantante
Se sabe que, aunque se respetan, nunca ha habido una buena relación, la cual se vio muy afectada cuando Julio Iglesias descubrió que su hijo había firmado con una discográfica para producir su primer disco
La relación entre ambos es difícil de comprender para el público, pero entre ellos, y a su manera, se quieren
La familia Iglesias conforma, indudablemente, una dinastía de la música y el espectáculo. No sólo entre el público español, sino a nivel mundial. Algunos de sus integrantes han sabido conquistar los más grandes mercados y ser siempre protagonistas de sus respectivas épocas. Pero no todo es color de rosas.
Enrique Iglesias, tercer hijo de la pareja entre Julio Iglesias e Isabel Preysler, nació en 1965, cuando su padre ya había alcanzado el éxito internacional y empezaba a romper las barreras del idioma: lanzaba sus primeros discos en portugués e italiano. Ya fuera por las ausencias de Julio debido a sus giras o simplemente por falta de compatibilidad personal, lo cierto es que el vínculo entre él y su hijo siempre tuvo asperezas.
MÁS
Las cosas se complicaron cuando Enrique decidió convertirse en cantante y firmó, sin comentarlo con su padre, su primer contrato con una discográfica. “A los 18 años firmé un contrato de discos y era una aventura, llegué de vuelta a Miami y era una de esas cosas que decía que mañana se lo iba a decir a mi padre, llegó mañana, no se lo dije” aseguraba Enrique en una entrevista.
Después de una discusión entre padre e hijo, Enrique Iglesias se fue a vivir a Canadá donde grabó su primer disco. Es más, el choque entre ambos fue tal que al inicio de su carrera decidió quitarse el apellido Iglesias, para poder destacar sin que lo relacionaran con su padre.
“A los seis meses se enteró mi padre (…) me dijo: '¿Qué coño haces? No sabes lo que estás haciendo ¿Por qué no me lo has dicho?'. Hice las maletas y me marché a Canadá a hacer mi primer disco, en el arranque era Enrique Martínez, el Iglesias era muy obvio”, reveló. Esta discusión, en lugar de animarlo a desistir de sus ganas de cantar, lo impulsaron a seguir sus sueños sin importar nada.
Los años de distancia
Según el propio Enrique, entre 2000 y 2010, solo se vieron dos veces. En una entrevista para ICON contó que durante diez años no tuvo absolutamente ningún contacto con su padre. Volvieron a hablar en 2005, cuando el padre de Julio murió. “Sufrí mucho durante esos años. Pero lo que sentía por mi música me daba fuerza. Y, sobre todo, perseguía el objetivo de hacerlo a mi manera”, dijo Enrique en esa entrevista.
Siempre se dice que una imagen vale más que mil palabras y hay algo que es una evidencia: Julio Iglesias no posa junto a su hijo desde que Enrique era bien pequeño. De hecho, sus últimas imágenes datan de la década de los 80.
Si hay o no una rivalidad entre padre e hijo no es comprobable, pero sí se puede decir que los dos tienen en común haber sabido mudarse de género para adaptarse a los nuevos tiempos. Por su parte, Enrique explicó: “Yo no he tenido una relación mala con mi padre” solo que “nuestra relación es muy difícil de explicar, porque cualquier persona que la analice desde fuera podría imaginarse que no nos llevamos bien porque nunca nos ha visto juntos y porque nunca ha venido a un concierto mío, porque me marché de casa muy joven y nunca regresé…”.
También agregó: “La gente no nos ve mucho juntos, entonces pueden pensar: se llevan mal". Sin embargo: "Si escucha una conversación por teléfono que tenemos de dos horas, me hace llorar porque me toca fibras muy importantes. Probablemente sea esa clase de chiquillos que pueden ser rebeldes con causa. Nunca fue un padre muy apegado a mis hijos. Estaba siempre viajando, no tuve ese tiempo necesario para estar más dentro de ellos. Para mí, un padre es un señor que lleva al colegio a su hijo”. Queda perfectamente claro que la relación entre Enrique y Julio Iglesias fue difícil de comprender para el público, pero entre ellos y a su manera, se quieren.
Julio Iglesias es el máximo cantante español con más de 300 millones de discos vendidos alrededor del mundo y, aunque la época moderna no permita jamás igualar esas cifras de venta en copias físicas, Enrique Iglesias es un digno legado de su dinastía, pues su música ha llegado a más lugares que los de su padre, las fotos en sus redes sociales llegan a millones de reproducciones todos los días y es considerado además de un extraordinario cantante, un padre ejemplar.