El pasado 1 de enero entró en vigor en nuestro país la equiparación de los permisos de maternidad y paternidad, una medida con la que España ascendía al podio de los países más igualitarios en lo que a permisos por nacimiento se refiere.
Esta nueva normativa aparecía recogida en el Real Decreto-ley 6/2019, un documento aprobado por el PSOE que recogía hasta tres incrementos en el permiso. El primero, datado de 2019, permitió que el permiso aumentase de cinco a ocho semanas, mientras que el segundo, que se llevó a cabo en 2020, aumentó su duración hasta las doce semanas.
Con este último, sin embargo, la duración del permiso de paternidad alcanza las 16 semanas y se iguala con el de las mujeres. A cambio, no obstante, se elimina la posibilidad de transferir semanas a otro progenitor, una opción a la que las madres sí podían acogerse anteriormente y con la que podían llegar a otorgar hasta diez semanas al padre.
De acuerdo a la normativa, los progenitores están obligados a coger un mínimo de seis semanas de permiso tras el parto. Es decir: después del nacimiento del bebé, la madre y el padre disfrutarán a la vez de, al menos, seis semanas de permiso. Las diez semanas restantes, en cambio, podrán utilizarse de forma simultánea o fraccionada, siempre y cuando se consuman durante el primer año de vida del hijo.
De este modo, tanto los padres como las madres podrán disfrutar de cuatro meses de permiso para cuidar de su bebé. Pero ¿cómo se suele repartir este permiso de paternidad?
Según los datos que el portal de transparencia de la Seguridad Social ha transmitido a la plataforma Ppina (Plataforma por Permisos Iguales e Intransferibles de Nacimiento y Adopción) y que recoge el medio 20 minutos, entre enero y junio de 2021 un 89% de los padres españoles disfrutaron de la totalidad de su permiso de paternidad de manera simultánea a la madre, justo después del nacimiento, mientras que un 11% decidió fraccionar sus semanas para criar al pequeño en solitario. O lo que es lo mismo: solo uno de cada diez españoles decidió utilizar su permiso en solitario.
Estas cifras mantienen la estela de los datos recogidos entre 2019 y 2020, cuando aproximadamente un 75% de los padres españoles disfrutaron del permiso de paternidad de manera simultánea e ininterrumpida.
De acuerdo a las declaraciones que Teresa Jurado, socióloga de la UNED y coportavoz de la plataforma Ppina, ha compartido con 20 minutos, el principal motivo por el que los padres eligen disfrutar del permiso de manera simultánea es la “carrera de obstáculos” a la que tienen que enfrentarse si deciden apostar por el modelo fraccionado. En concreto, Jurado hace referencia a la autorización empresarial que deben conseguir si desean fraccionar su permiso y al hecho de que muchas empresas obliguen a sus trabajadores a disfrutar de este derecho de manera “parcial”, impidiéndoles, así, desconectar por completo de sus obligaciones para centrarse en la crianza de su hijo.
A pesar de que los permisos de paternidad simultáneos pueden ayudar a crear rutinas y vínculos dentro de la familia, los expertos también advierten que este modelo puede traer problemas de igualdad en lo que se refiere al trabajo doméstico, sobre todo si esta simultaneidad se prolonga durante un largo periodo de tiempo. En estos casos, se corre el riesgo de que el hombre no llegue a reconocer por completo su papel de cuidador y de que se quede en un segundo plano como un ayudante de la madre. Para evitar estas situaciones, se recomienda que los padres tengan su propio turno para cuidar a solas del bebé, ya que este periodo de tiempo les permitirá conocer todas las responsabilidades relacionadas con la crianza y prepararse de cara al futuro.