Mediados de marzo. Es la fecha que todos tenemos guardada en nuestra retina porque fue el comienzo de la primera cuarentena de nuestras vidas. Con ella, el adiós de las clases presenciales y el experimento de la educación online. Ahora llega septiembre y, con ello, la vuelta al cole. Seis meses después, niños, padres y abuelos se enfrentan a una nueva realidad para la que hay que prepararse, también, psicológicamente.
Se ha hablado mucho en los últimos días sobre el uso de las mascarillas en los centros educativos, los geles hidroalchólicos, distanciamento social y protocolos, ¿pero qué pasa con la salud mental, sobre todo de los más jóvenes? ¿Cómo prepararlos para que no sufran en ese ámbito?
"Los primeros en prepararse tienen que ser los padres, porque estamos teniendo bastantes miedos en cuanto a la incertidumbre generada por la vuelta al cole y, al final, lo que vivimos los mayores lo transmitimos a los menores y hacemos que miremos más por nuestras necesidades de adultos que por la de los peques", nos cuenta Amaya Prado, psicóloga infantil y miembro del Colegio de la Psicoterapia de Madrid.
Entre esas necesidades se encuentra la "presencialidad educativa con medidas de seguridad y todo lo que se pueda favorecer, porque el confinamiento ha tenido muchas repercusiones no solo en salud mental sino también en el ámbito educativo, con muchas dificultades para acceder a los contenidos", explica la experta.
Como padres, los miedos que nos dejó la primera ola de coronavirus y los que estamos viviendo con todos los rebrotes actuales hay que saber gestionarlos para no trasladárselos a los peques. "Los mayores tenemos miedos pero no podemos pasárselos a ellos. El virus está presente. Los niños son coherentes, racionales, porque hemos estado muchas personas teletrabajando, confinados, y los miedos son lógicos, no son inventados. En este momento hay que pensar en ellos, en que tienen que volver a la escuela y hay que pensar que los centros educativos lo van a hacer lo mejor posible", dice Prado.
La vuelta al cole 2020/2021 se recordará por ser la más atípica de la historia, y tanto la disposición de los centros educativos como la vida dentro de ellos va a ser algo inédito. Por eso hay que preparar a los niños para lo que se van a encontrar dentro.
"Se van a encontrar un colegio nuevo, no el de siempre con sus amigos. Habrá distancia social, los mayores levantarán mascarilla de manera continua, habrá grupos pequeños en los que otros amigos estarán en otra clase. Está por ver cómo va a ser el comedor y zonas comunes. No habrá juguetes compartidos… será totalmente diferente. Eso será el primer impacto y hay que empezar a hablar de ello en cuanto se sepa cómo va a ser, para que el impacto sea menor y la adaptación sea buena", explica la psicóloga.
En el caso de los más pequeños, Prado recomienda que el aprendizaje de esta nueva situación se apoye con el uso de recursos como los cuentos infantiles. "En este momento creo que ellos ya saben que hay un virus, que hay que protegerse, tener cuidado, pero aunque se dé por hecho que lo saben conviene ir recordándolo. Se puede hablar de ellos a través de los cuentos. Hay que escucharles. Ellos te van a guiar por dónde van sus miedos y hay que responderles dependiendo de la madurez que tengan. Y a lo que ellos te preguntan, no ir a más", argumenta la experta.
Después de estar prácticamente dos meses metidos en casa, sin poder salir a la calle ni ver a sus amigos, la cuarentena ha dejado problemas psicológicos en los niños que están empezando a brotar desde hace un tiempo a esta parte. Y ahora, aunque la vuelta al cole puede ser "terapéutica", la nueva normalidad en los centros educativos puede hacer rememorar tiempos pasados no tan lejanos.
"El impacto ha venido porque hay muchos miedos en los niños, muchos evolutivos, como la separación o la muerte, pero que ahora están más acrecentados por miedo a que les pase algo a sus padres o a separarse de ellos cuando vuelvan al cole. Se está viendo mucha depresión, tristeza, aburrimiento, bajo rendimiento y cambios en los hábitos en las rutinas, hastío en cuanto a lo educativo. Ese tipo de fases van a estar en ellos ahora cuando empiecen las clases, y hay que estar preparados, como padres, para afrontarlo", asegura la psicóloga.