En un principio puede que pienses que te vamos a hablar de limpieza por eso de suelo radiante, pero este concepto, por muy sorprendente que parezca, no va por ahí. Más bien se refiere a la calefacción. Pero, ¿qué tiene que ver la calefacción con el suelo? Vale que unos materiales recogen mejor el calor que otros, pero el suelo radiante es un suelo específico que cuenta con una red de tuberías bajo él por el que corre agua, en este caso caliente, que hace que el hogar se caliente, es decir, un tipo de calefacción desconocido para gran parte de la población.
Los sistemas de climatización han cambiado y nacen nuevos mecanismos para hacernos entrar en calor durante el invierno. En este caso, como ya te adelantábamos, te hablamos del suelo radiante, un sistema de tuberías que se encuentran bajo el pavimento por donde circula agua caliente, aunque en verano puede hacerlo agua fría. De esta forma se regula la temperatura del hogar sin tener que usar radiadores u otro tipo de aparatos para conseguir establecer una temperatura adecuada dentro de la casa.
Probablemente seas uno de los muchos que aún desconocía la existencia de este mecanismo, pues aún es muy novedoso y, aunque sus ventajas, que ahora te enseñaremos, son muchas, también tiene sus inconvenientes, que en ocasiones pueden pesar más que todos los beneficios que pueden ofrecer.
Pero vamos primero con lo bueno, todas las ventajas que presenta. La primera es que es una instalación verdaderamente eficiente si hablamos de energía, pues lejos de las grandes tuberías que puedes imaginarte realmente son bastante delgadas, por lo que tampoco es que por ella corran altas cantidades de agua. Por eso mismo no se necesita demasiada energía para conseguir la temperatura que se desea, ya que no se usan temperaturas muy elevadas para que la calefacción funcione.
Además, este mecanismo puede utilizarse de forma sostenible porque su funcionamiento es compatible con energía geotérmica o solar. Por su parte, una de sus principales características es que no solo calienta, también enfría, en contra de la mayoría de los radiadores, siendo ideal para afrontar los calurosos veranos. Pero si hablamos de calor, al estar bajo el suelo se permite que el calor se reparta de forma uniforme por toda la instalación, no como con los radiadores, que generan un punto caliente en la sala.
Y si hay que buscarle otra ventaja es que es invisible, no se ve, al contrario de cualquier radiador o aparato anclado a la pared. Por eso mismo, si no son de tu gusto, este es un mecanismo ideal para ti y deshacerte del antiestético radiador.
Pero vamos a mirar también su parta mala, que la tiene. El principal es el gasto que hay que realizar para la instalación, pues no es nada barato y hay que tener en cuenta que lleva obras para colocar todo el mecanismo bajo el suelo. Y ojo, porque una de las recomendaciones principales es que tal instalación se realice en lugares para su uso continuo, pues apagarlo y encenderlo podría reducir su eficacia.
Luego está la instalación, ya te comentamos que es compleja y costosa. Precisamente la complejidad técnica es necesaria que sea hecha por una persona que sea especialista y que, además, se encargue del mantenimiento, pues es necesario para que funcione adecuadamente y no dé ningún tipo de problema a los habitantes de la casa. Por otra parte, no es igual de eficaz en todo tipo de suelos, por eso es importante saber elegir siempre bajo el consejo de los profesionales para que funcione adecuadamente.
El suelo radiante aún no es del todo conocido, pero parece que poco a poco gracias al boca a boca se va conociendo y apuestan por él. Su instalación es costosa porque requiere obras y un mantenimiento óptimo, pero las ventajas te permitirán tener el calor necesario en invierno y una temperatura agradable a lo largo del verano.