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Pero entonces, ¿cuántos chuletones puedo comer? Hablamos con nutricionistas sobre la carne roja

  • La polémica del Gobierno llega a las casas, ¿de verdad tengo que reducir el consumo de carne?

  • Tres nutricionistas nos explican cuánta carne se puede comer a la semana, de qué tipo y cuál es la mejor forma de prepararla

  • La OMS recomienda consumir no más de 500 gramos semanales

"A mí, donde me pongan un chuletón al punto... eso es imbatible". Son las palabras con las que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, ha intentado sofocar la polémica creada por el ministro de Consumo, Alberto Garzón, al pedir que se redujese el consumo de carne a 200 o 400 gramos a la semana, bajo el lema “menos carne, más vida”. Con el sector ganadero en pie de guerra e incluso el ministro de Agricultura, Luis Planas, reprochándole sus palabras, en Uppers hablamos con varios nutricionistas sobre el tema, les preguntamos si todos los tipos son iguales, cuánta podemos comer y qué dicen los organismos sanitarios al respecto.

Situación actual en nuestro país

En España, según el último informe de consumo alimentario del MAPA, cada ciudadano tomó de media, el año pasado, 49,86 kilos, lo que equivale a 950 gramos semanales, casi el doble de lo recomendado por la OMS. Pese a que desde 2016 y hasta 2019 (últimos datos oficiales del ministerio de Consumo) el cómputo de producción de carne ha aumentado, se ha registrado un incremento del 10,55%, varios sondeos realizados tras la pandemia muestran un cambio de rumbo en la era covid.

El estudio Food Trends, realizado por F4T y Trescom este mes de junio, refleja una disminución del 12% en el consumo de carne durante el último año. Por otro lado, otro realizado por Ekilu indica que la principal meta, a corto plazo, de casi el 8% de los españoles es reducir el consumo de carne para tener una vida más saludable, y un 14% busca aumentar el consumo de vegetales y frutas.

Lo que dicen los nutricionistas

Pero ¿qué dicen los expertos? ¿Es realmente importante reducir el consumo de este alimento? "Lo primero de todo, debemos tener claro que la 'carne roja' es un término anglosajón que hace referencia a la carne de ternera que se come allí, que son piezas muy grasas, y que, por lo general, es diferente que la que tenemos aquí. En España hay cortes que son muy grasos como por ejemplo el chuletón, el solomillo o el entrecot, pero la típica pallarda, que es lo que se come habitualmente, es muy magro", explica Emilio Galindez, dietista - nutricionista de la Policlínica Gerocastillo.

Una vez que tenemos clara esta diferencia, es importante matizar que de la recomendación semanal de carne no toda puede ser roja. "El consumo debe ser moderado, dos o tres raciones a la semana, de las cuales, solo una puede ser de carne roja, siempre y cuando hablemos de personas sin factores de riesgo como el colesterol o los triglicéridos", expone el nutricionista.

Por su parte, Carlos Melara, fundador de la aplicación para llevar una dieta saludable, Ekilu, asevera que la respuesta a esta cuestión se basa en el plato saludable de Harvard, que recomienda que nuestro plato debe estar compuesto, la mitad, por frutas y verduras, un cuarto por proteína y otro cuarto por grano integral. "Tenemos que reducir las raciones de carne y limitar las de carne blanca a dos o tres veces por semana, si esta es roja, hablamos de un solo día. Estamos acostumbrados a que la proteína sea de origen animal, pero nosotros fomentamos que se sustituya por legumbres y derivados o, en el caso de carne, por pavo o pollo”.

Entonces, ¿puedo o no tomarme un chuletón Melara asegura que sí, si de verdad es solo uno, se toma durante los fines de semanas y cuenta como la ración semanal de este tipo de carne. "No habría problema en una barbacoa de chuletón, pero el resto de la semana tenemos que compensar. Se deberían tomar entorno a cuatro raciones de legumbres a la semana y eso no lo hace nadie", asevera.

Otro de los alimentos más consumidos durante los meses estivales y que está muy ligado a las barbacoas son las carnes procesadas. "Aunque la recomendación respecto a la carne roja es una ración semanal, debemos evitar que sea procesada, como hamburguesas y demás, ya que son un subproducto formado por restos de los cortes principales y son poco interesantes nutricionalmente hablando", nos cuenta Mónica Herrero Martínez, especialista en Nutrición y Dietética en el Centro Médico Multiconsulta de Zaragoza y miembro de Top Doctors. Quien añade, además, que la forma en la que la cocinamos también resulta relevante. "Siempre será mejor a la barbacoa o a la plancha que en un guiso, ya que añadimos muchas grasas, especialente si añadimos nata o mantequilla".

Lo que dicen los organismos nacionales e internacionales

Comer carne nos aporta nutrientes que son necesarios para el buen funcionamiento del organismo, entre ellos vitamina B2, que es vital para la formación de glóbulos rojos y la regeneración de los tejidos. También nos aporta hierro, un mineral que el cuerpo utiliza para fabricar hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno de los pulmones a distintas partes del cuerpo. De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, se recomienda consumir 500 gramos semanales de este producto, lo que equivale a tomar carne dos días a la semana. De esa cantidad, solo 200 gramos deberían ser de carnes rojas, que son las de vacuno, las de caza, las vísceras y algunos cortes de la de cerdo.

En su Reporte Global de Nutrición (fechado en 2018), la OMS evalúa ciertos factores nutricionales, como el seguimiento de dietas ricas en carnes rojas y procesadas, como componentes de riesgo que contribuyen al desarrollo de enfermedades. También apunta a que la reducción de la producción y consumo de este tipo carnes podría resultar en una disminución del 15% en enfermedades, entre ellas las cardiacas y algunos tipos de cáncer. Según datos derivados de los estudios científicos en los que se basa la OMS, el riesgo de cáncer colorrectal aumenta un 18% por cada 50 gramos de carne procesada consumida y un 17% por cada 100 gramos de carne roja consumida.

Por su parte, la recomendación de la Asociación Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (ASEAN) es que no se consuman más de dos raciones semanales de carne roja, pero no precisa la cantidad en gramos. Lo que sí hace es recoger las recomendaciones de Finlandia, Suecia y Francia de limitar el consumo de carne roja a menos de 500 gramos por semana.

Desde el punto de vista medioambiental

Más allá de las consecuencias que tiene para la salud, las organizaciones vienen recordando el impacto que la industria cárnica supone para el medioambiente. De acuerdo con un informe de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), el sector ganadero es el responsable del 18% de las emisiones de gases efecto invernadero, un porcentaje mayor que el correspondiente a los medios de transporte. El Modelo Global de Evaluación Ambiental de la Ganadería de la FAO (GLEAM) estima que las cadenas de producción ganadera generaron 10,8 gigatoneladas de CO2 en 2010 (último año del que hay cifras por parte de esta organización).