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¿De verdad funcionan el propóleo, la equinácea y la jalea real para reforzar el sistema inmune contra el coronavirus?

  • Ahora que hay que tener fuerte el sistema inmune es mejor comerse un plátano que inflarse a complementos alimenticios

  • El experto José Manuel López Nicolás nos explica por qué los complementos no mejoran nuestras defensas

Los mayores de 45 años somos responsables en estos días de confinamiento de nuestra alimentación, de la de nuestros hijos y, en muchos casos, de la de nuestros mayores. Por ello en infinidad de webs se dan consejos acerca de cómo hay que alimentarse en estos días tan delicados y se incide en que ningún tipo de alimento o ingrediente les prevendrá o curará del coronavirus.

Eso es cierto, pero en el artículo de hoy propongo algo diferente a la generación Uppers. Una infección afecta al sistema inmunitario y en un supermercado se pueden encontrar innumerables complementos alimenticios que prometen mejorar nuestras defensas. ¿Son efectivos? ¿Funcionan? ¿Hay alternativas en la alimentación tradicional? Veamos.

Los productos para reforzar el sistema inmune que se venden en superficies comerciales están compuestos de una serie de "ingredientes estrella". Me refiero, entre otros, al propóleo (una mezcla resinosa obtenida por las abejas de las yemas de los árboles, exudados de savia u otras fuentes vegetales y que luego procesan en la colmena como sellante de pequeños huecos); la equinácea (un género de plantas herbáceas y perennes pertenecientes a la familia Asteraceae que comprende 23 especies); la jalea real (una masa viscosa de un suave color amarillo y sabor ácido segregada por las glándulas hipofaríngeas de la cabeza de abejas obreras jóvenes) o el Lactobacillus casei (una especie de bacteria anaerobia Gram positiva que se encuentra en el intestino y boca de los humanos y que se emplea en la industria láctea en la elaboración de alimentos probióticos).

A todos estos compuestos bioactivos muchas empresas de complementos alimenticios les han atribuido diversas propiedades, entre las que destaca "ayudar al sistema inmunitario", algo tan necesario en estos delicados momentos por los que la humanidad está pasando debido a la infección causada por COVID-19. Esto ha convertido a los complementos alimenticios que contienen propóleo, equinácea, jalea real o Lactobacillus casei en productos muy deseados por la sociedad en estos tiempos de confinamiento e infecciones. Sin embargo, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) no ha corroborado estas propiedades. Por ello está absolutamente prohibido que ningún complemento alimenticio use en su publicidad eslóganes que relacionen estos ingredientes (equinácea, propóleo, jalea real o Lactobacillus casei) con el sistema inmunitario.

Llega el momento de formularnos la siguiente pregunta. Si está prohibido atribuir a estos ingredientes cualquier relación con el sistema inmunitario. …¿por qué complementos alimenticios o alimentos funcionales que contienen equinácea, propóleo, jalea real o Lactobacillus casei emplean en sus envases frases como "ayudan al normal funcionamiento de nuestro sistema inmunitario"? Por la presencia de otra serie de ingredientes que, según los reglamentos vigentes de la UE , les permiten decir esa afirmación, ya que sí han demostrado su relación sobre el sistema inmune. Se trata de algunos minerales y vitaminas como cobre, ácido fólico o vitamina B9, hierro, selenio, vitamina A, vitamina B12, vitamina B6, vitamina C, vitamina D y zinc.

La siguiente cuestión que deberíamos hacernos es: ¿la presencia de estos micronutrientes que sí están relacionados con el sistema inmunitario justifica comprar estos caros complementos alimenticos? No, por dos razones. La primera es que la población española, según las encuestas nacionales de ingesta dietética y salvo situaciones muy especiales, no tiene déficit de ninguno de estos micronutrientes. Por el hecho de incrementar más su consumo nuestro sistema inmune no va a reforzarse. La segunda razón es que todas estas vitaminas y minerales se encuentran en la alimentación tradicional (carne, pescado, frutas, verduras, etc.) a niveles mucho más altos y a un precio mucho más bajo que el de los complementos alimenticios. Veamos dos ejemplos.

La población española consume entre el 200 y el 300 % más de la cantidad diaria recomendada de vitamina C… por lo que toda la vitamina C que consuman de más la expulsarán

Un ingrediente típico de los productos enriquecidos destinados a mejorar el sistema inmunitario es el Lactobacillus casei. A este famoso microrganismo se le ha atribuido tradicionalmente la capacidad para "reforzar nuestras defensas", pero la EFSA no respalda a día de hoy tal afirmación. Sin embargo estos productos que prometen ayudar al sistema inmunitario suelen llevar otro tipo de ingredientes que sí son respaldados por al EFSA. El más empleado es la vitamina B6. Pues bien, según la legislación vigente si una empresa añade a un alimento funcional o complemento alimenticio el 15 % de la cantidad diaria recomendada (CDR) de vitamina B6 (0.21 mg) ya puede publicitar que "ayuda al normal funcionamiento de nuestro sistema inmunitario"…lleve o no lleve Lactobacillus casei.

¿Y es necesario consumir suplementos o alimentos funcionales enriquecidos en esa vitamina? No. Como les he explicado anteriormente las encuestas de ingesta dietética muestran que la sociedad española no tiene carencias en cuanto a esa vitamina y el hecho de consumir más vitamina B6 de la necesaria no aporta nada. Por otra parte la vitamina B6 forma parte de la alimentación diaria (se encuentra en el germen de trigo, carne de res, de cerdo y de aves, huevos, pescados como el atún y el salmón, y verduras, legumbres, nueces, alimentos ricos en granos integrales, garbanzos en lata, panes y cereales enriquecido o plátanos). Les concretaré aun mas.

Un simple plátano proporciona más del triple de Vitamina B6 que muchos productos destinados a mejorar nuestro sistema inmunitario… y vale tres veces menos. Eso sí, el plátano ni lleva propóleo, ni jalea real, ni equinácea ni Lactobacillus casei… y aunque los llevara no aportarían nada según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria.

Les pondré otro ejemplo. Muchos de los complementos alimenticios destinados a reforzar el sistema inmunitario están compuestos por otra serie de ingredientes estrella (carnitina, calostro, plantas naturales, etc.) que no tienen ninguna alegación saludable aprobada por la EFSA a favor del sistema inmunitario. Sin embargo, también contienen por cada 100 g un 15% de la CDR de vitamina C (12 mg). Gracias a esa ridícula cantidad de vitamina C los complementos pueden publicitar legalmente que "ayudan al normal funcionamiento del sistema inmunitario".

Pues bien, a continuación les citaré la cantidad de vitamina C por cada 100 g que hay en 10 alimentos tradicionales. Los pimientos rojos tienen 139 mg, el perejil posee 133 mg; el brócoli cuenta con 110 mg, el kiwi tiene 100 mg; la uva aporta 90 mg, las fresas poseen 70 mg, la albahaca tiene 61 mg, el caqui posee 60mg y las naranjas aportan aproximadamente unos 50 miligramos por cada 100 gramos.

Como han podido comprobar todos estos alimentos poseen una cantidad de vitamina C muy superior a los 12 mg que exige la UE para poder publicitar que un complemento alimenticio "ayuda al normal funcionamiento del sistema inmunitario".

Pero si no les he convencido les daré otro dato. Según las Encuestas de ingesta dietética la población española consume entre el 200 y el 300 % más de la cantidad diaria recomendada de vitamina C… por lo que toda la vitamina C que consuman de más la expulsarán.

¿Gastar el dinero en caros complementos?

Tras todo lo que han leído, ¿de verdad creen que hay que deben gastar su dinero en caros complementos alimenticios para ayudar a su sistema inmunitario?

Estimados Uppers, ni en tiempos de confinamiento ni en otros momentos merece la pena consumir complementos alimenticios destinados a mejorar su sistema inmunitario. Sus componentes estrella no tienen, según la máxima autoridad europea en materia alimentaria, ninguna efectividad. Los únicos ingredientes de estos complementos que tienen alguna efectividad los encuentran en una alimentación tradicional a mucho menor precio y hoy les he dado ejemplos de donde encontrarlos.

Aliméntense correctamente, quédense en casa, extremen las precauciones y hagan caso de las autoridades pertinentes. Cuanto antes logremos “#frenarlacurva” antes volveremos a disfrutar de la vida como lo hacíamos antes.

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