Sería difícil encontrar una lista de la compra que no incluyera patatas en cualquiera de sus formas: crudas, en snacks, en forma de preparado de puré, congeladas, listas para echar a la sartén, precocinadas y hasta en conserva. La patata es un producto imprescindible, pero relativamente reciente en las cocinas europeas. Hubo que esperar a la conquista de América para comernos la primera patata.

Lo que es menos conocido es su aplicación como componente líquido: hasta ahora el almidón servía para hacer tapioca y... el vodka, la -traducida literalmente- 'agüita' de los países eslavos producida a partir de la patata y de cualquier otra planta rica en almidón. Ahora, hemos dado un paso más, al llevarla al campo de las bebidas saludables. La patata aspira a hacerse un hueco en nuestra nevera, junto a la leche de almendras o de arroz.

Los cambios en la alimentación y la creciente conciencia de la importancia de los hábitos saludables ha ido creando un mercado de adeptos a nuevas dietas y modelos alternativos de alimentación. Esto afecta especialmente a los consumidores de leche de vaca, ya que se trata de una bebida que puede causar algunas molestias digestivas. A veces, el simple cambio de la leche de vaca a las vegetales mejora notablemente las digestiones.

En suma, van ganando popularidad alimentos a los que quizá no atribuíamos propiedades beneficiosas para la salud. Uno de estos productos es la leche vegetal, como las de soja, almendras o cualquier fruto seco, coco y la mencionada de patata, que está ganando terreno en los últimos meses.

Un informe la cadena de supermercados Waitrose destaca esta bebida como una de las tendencias que se colarán tanto en nuestra despensa como en los establecimientos públicos. Hay distintas maneras de prepararla, pero las que se han comercializado hasta el momento, contienen agua, proteínas de guisante, fibra de achicoria, aditivos y saborizantes.

Una de las primeras productora de este producto es la empresa sueca DUG, ganadora de un Premio Mundial de Innovación en Alimentos 2021 en la categoría de Mejor Producto Apto para Alergia por su creación, según informa Euronews. La compañía presenta la bebida a base de patata como una alternativa sostenible a la leche de vaca, además de afirmar que su producción es más ecológica que la de cualquier otra bebida vegetal.

''La elección de utilizar patatas significa que tenemos una bebida súper sostenible. Las patatas no necesitan mucho para crecer, lo que las convierte en un cultivo más sostenible en comparación con otros como la soja, las almendras o la avena. Por no hablar de los productos lácteos'', explican los responsables de la compañía.

La leche de patata no solo es beneficiosa para la sostenibilidad del planeta, sino que también aporta beneficios a la salud respecto a las leches de origen animal. Entre sus principales ventajas:

Esta bebida de patata se comercializa hasta el momento en tres sabores: original, barista y sin azúcar. La original está destinada al consumo diario; la barista es más cremosa y la variedad sin azúcar no añade ningún edulcorante a su composición. En cuanto al sabor, recuerda a la leche de soja, aunque quizás con un toque más harinoso.

Si te decides a hacerla en casa, la receta es muy simple. Primero, hay que cocer las patatas en una proporción de 250 gramos para hacer un litro de leche. Una vez cocidas y convertidas en puré, añadimos almendra molida, agua en cantidad variable según la textura deseada, edulcorante al gusto y un toque de vainilla. Se mezcla bien la preparación y se cuela. La leche de patatas puede consumirse fría o caliente y se usa para todas las preparaciones y recetas en las que se utiliza la leche de vaca. Eso sí, hay que acostumbrarse al sabor, muy diferente a lo que entendemos por una leche, incluidas las vegetales.