La bicicleta está en auge en España. Tras la pandemia de la Covid-19 y con la amenaza del cambio climático cada vez más presente, son muchos los españoles que han decidido empezar a utilizar este medio de transporte para sus desplazamientos en entornos urbanos.
Según los datos del último informe del sector de la bicicleta, que cada año elabora la Asociación de Marcas y Bicicletas de España (AMBE) en colaboración con Cofidis, en 2021 se vendieron 1.571.368 unidades de bicis, una cifra que supera ligeramente el récord histórico que se había alcanzado un año antes, en 2020, cuando las ventas se situaron por primera vez en torno al millón y medio de unidades.
Por categorías, el aumento de las ventas de este medio de transporte se ha visto reflejado especialmente en los datos de las bicicletas de gravel y carretera, que aumentaron sus ventas en un 51,2%, y en los de las bicicletas eléctricas, cuyas ventas han aumentado un 5,3%, mientras que las bicis urbanas han experimentado el mayor descenso, al caer sus ventas un 12%. Además, sigue destacando la venta de las bicicletas de montaña, que se encuentran entre las más demandadas del país.
Los datos de la AMBE no son los únicos que ponen de manifiesto el auge que está viviendo la bicicleta en España. Recientemente, la empresa Eco Counter también ha avalado este crecimiento, al apuntar que el uso de la bicicleta en España ha aumentado un 40,7% en los últimos tres años, según sus registros.
A la hora de empezar a moverse en bicicleta, es importante que los usuarios elijan correctamente la talla que mejor se ajuste a su estatura y complexión corporal para poder maximizar su rendimiento y reducir el riesgo de sufrir algún tipo de lesión o molestia.
Actualmente, las marcas de bicicleta manejan tres formatos de tallaje distintos: en centímetros, pulgadas y denominaciones universales, es decir, S, M, L, etcétera. Y al igual que ocurre con las prendas de ropa, entre las marcas de bicicleta también puede haber importantes diferencias, pese a que marquen la misma talla, ya que cada una de ellas emplea sus propios patrones para crear los ángulos de los cuadros de sus bicis.
Para poder elegir la talla más adecuada, independientemente del modelo de tallaje que emplee la marca, los usuarios no deben guiarse por su altura, sino por la longitud de sus piernas. Por ello, es conveniente que midan la distancia que separa su entrepierna del suelo, ya que este dato es mucho más fiable que el de la altura.
Para obtener un dato más exacto, los usuarios deberán medirse de pie, con las piernas rectas y un poco separadas. Cuando conozcan este dato, el siguiente paso será pasarlo a centímetros o pulgadas, en función de cómo haya expresado la talla el fabricante.
En caso de que el fabricante de la bicicleta haya puesto la talla en pulgadas, los usuarios deberán multiplicar la longitud de sus piernas por 0,21. En caso de que la talla está expresada en centímetros, en cambio, deberán multiplicar el dato por 0,54.
El resultado de esta operación, pese a ser bastante aproximado, no es exacto. Además, dependiendo del tipo de bici que vayamos a adquirir y el uso que vayamos a darle, puede darse el caso de que necesitemos una talla más grande o pequeña. Por eso, si vamos a comprar una bicicleta, es recomendable que recurramos a los profesionales que trabajan en la tienda para que nos ayuden a encontrar aquella que mejor se ajuste a nuestra complexión corporal.